Arena y pelotas de golf

Félix Arbolí [colaboraciones].-

Conozco una bonita historia que nos define de manera sencilla e ingeniosa las prioridades que deberíamos tener en nuestro difícil recorrido por la vida y a los que generalmente no prestamos la necesaria y debida atención. Aquellas por lo que merece la pena luchar, aunque la mayoría nos empeñemos en objetivos menos trascendentes y necesarios.

Hemos de procurar que los ríos de nuestras vidas no se detengan ante ensenadas e islotes que encuentren en sus recorridos hacia el mar que, según el poeta, es el morir. Cuando desaparecen nuestras cuitas y se abren los interrogantes que nos han tenido preocupados durante tan largo o corto peregrinar más cargado de esperanzas que de realidades.

La historia, que cito en mis comienzos, nos cuenta que cierto profesor en una de sus clases, cogía un vaso grande y lo llenaba de pelotas de golf. Cuando ya no cabían más, preguntaba a sus alumnos; ¿Está lleno el vaso? Todos decían que sí. A continuación, hacía la misma operación con unas canicas, que iban cayendo y escurriéndose por entre las pelotas y al llegar al tope, les hacía la misma pregunta y obtenía de sus sorprendidos alumnos la misma respuesta.

Con la seriedad propia del que está exponiendo una teoría de enorme importancia, cogía arena y la echaba en el recipiente. La arena, sin mayor problema, iba llenando los espacios libres entre pelotas y canicas. Y acto seguido, la misma pregunta a sus desconcertados alumnos y la misma respuesta de éstos, un tanto cansados de lo que parecía una broma interminable.

A continuación, cuando parecía imposible que pudiera añadir algo más, cogió una cafetera, llenó dos tazas de su oloroso contenido y las vació sobre tan extraña mezcla. El negro líquido se abrió paso asimismo sin ningún problema.

Una vez terminada tan sorprendente cóctel, el profesor les dijo: “Esto que acabáis de ver es un ejemplo de lo que debemos hacer y conseguir en nuestra propia vida. Las pelotas de golf, representan las cosas realmente importantes, como la familia, la salud y los amigos. Es decir las cosas que aunque todo lo demás se perdiera, serían suficientes para llenar nuestras vidas”.

PRESTAR ATENCIÓN A LAS COSAS IMPORTANTES

Las canicas son aquellas que también nos deben importar, aunque no de manera tan necesaria, como el trabajo, la vivienda, el coche, etc. Lo que nos proporciona una vida más confortable, pero que no debería ser nuestro objetivo prioritario. Y la arena significa las cosas pequeñas y de escasa importancia que algunos nos empeñamos en hacerlas primordiales.

Si colocas primero la arena, se llena totalmente el recipiente y no dejas lugar para las canicas y pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida, si dedicamos nuestro tiempo y esfuerzos a cosas pequeñas y sin importancia, no dejaremos espacio a las que realmente importan.

Debemos prestar mayor atención a cuestiones que nos sean útiles para alcanzar nuestra propia felicidad y la de los seres que amamos y comparten nuestra vida, dándole sentido a lo que realmente merece la pena y nuestra dedicación. Como el ser testigo privilegiado del crecimiento de nuestros hijos y compartir sus juegos y maravillosas experiencias, ofreciéndoles la ayuda necesaria en sus posibles problemas y decepciones o disfrutar de sus logros y alegrías.

Revisar nuestra salud para estar tranquilos de que todo marcha bien y estar preparados para cortar de raíz y sanar esa enfermedad que pueda ocasionarnos serios contratiempos. Estar atentos a todo lo que se refiera a nuestra pareja, solidarizándonos en todo momento con sus penas y alegrías y gozando de su preciada compañía y no descuidar tampoco a esa amistad leal y sincera que en tan escasas ocasiones nos encontramos. Es decir, ocuparnos de “esas pelotas de golf”, ya que el resto, salvo algunas canicas, es solo arena.

Se preguntarán el significado de esas dos tazas de café. Es muy sencillo. Siempre debemos dedicar algo de nuestro tiempo para tomar café con un amigo, sin que por ello se pueda perjudicar el resto de nuestras prioridades.