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Otra mayoría es posible


Francisco M. Navas [colaboraciones].-

Comienza de nuevo una semana en la que todos los ojos están puestos en las negociaciones políticas para posibilitar una investidura que, a su vez, permita formar gobierno. La sorprendente flema de nuestro presidente en funciones sorprende, tanto más cuanto él mismo, recién publicados los resultados de las últimas elecciones generales, se aventuró a adelantar incluso fecha de investidura para principios de agosto. 

A estas alturas ni siquiera tenemos fecha para esa investidura. El patético comportamiento de Ciudadanos, pasando del no a la “abstención técnica”, para acabar en el sí casi incondicional podrá sorprender a muchos, pero no a mí. El partido de Albert Rivera nació de la mano de ese segmento de la alta burguesía catalana que veía con malos ojos una excesiva deriva independentista, a la vez que estaba en profundo desacuerdo con los postulados que el Partido Popular defendía en Cataluña, el cual, por pura lógica, debería ser quien defendiera sus intereses económicos.

Permitir la investidura de un presidente de gobierno no significa en ningún caso regalarle un cheque en blanco. Otra cosa bien diferente es si esa investidura trae aparejada la entrada en el futuro gobierno de Ciudadanos aun cuando fuese de manera testimonial, objetivo nada despreciable y perfectamente asumible para un Mariano Rajoy que es lento, pero no  tonto, pues de ese modo prácticamente se garantizaría una mayoría estable durante toda la legislatura. Aquello de los sillones. ¿Se acuerdan?

Muchos hemos dejado de preocuparnos por la pronta o tardía celebración del debate de investidura y la posterior formación de gobierno en España. Cuando el presidente de gobierno argumenta insistentemente acerca de la importancia de formar gobierno cuanto antes y a continuación se toma una semana para pensarse su sí o su no a cinco puntos que a nada le comprometen y se va de puente, es mejor apagar la radio.


FALSO CAOS Y MIEDO

Si la gente ha votado mayoritariamente a un partido político investigado por corrupción en todo el territorio nacional y los que aparecieron desde Cataluña con la cantinela de que ellos y no otros eran los que representaban la regeneración democrática en nuestro país, van y pasan del no al me abstengo hasta desembocar en el sí, Mariano Rajoy merece ser de nuevo presidente de gobierno.

Yo defiendo sin reservas que otra mayoría es posible, mal que les pese a los militantes del PSOE, de Podemos o de Ciudadanos. Y digo militantes, porque una cosa son los militantes y otra los votantes. A mí me importan un rábano la opinión de los barones y baronesas del PSOE, y la sus líderes carismáticos, porque entre todos no llegan ni a cincuenta.

Ni tampoco las disensiones o las luchas de poder entre las diferentes sensibilidades de Podemos, porque entre todos sus líderes no suman más de veinte. Y por supuesto, mucho menos me importa la opinión de los líderes y lideresas de Ciudadanos, o de la nueva derecha catalana, porque van todos tras Albert como cabestros, y tampoco suman más de diez o doce.

A mí me importan los millones de españoles que han votado expulsar del gobierno a Mariano Rajoy y los suyos, que son muchos más millones que los votantes del PP. Y me importan igualmente esos millones de personas que han votado a Rajoy por miedo a perder sus pensiones, por miedo a que sus hijos e hijas puedan perder sus trabajos miserables, por miedo al falso caos que se nos ha anunciado machaconamente si no gobierna Rajoy.


GOBIERNO LIMPIO DE CORRUPTOS

Y esos millones de españoles se merecen un gobierno limpio de personas corruptas, una sanidad mejor dotada en recursos y personal, una educación pública de calidad, una asistencia social propia de un país del primer mundo, unos salarios que te permitan vivir dignamente, un control exhaustivo sobre los bancos, los grandes beneficiados por la crisis, una justicia ampliada, actualizada, modernizada, rápida y eficaz, que nos garantice a corto plazo que quien la hace, la paga.

No comprendo, por tanto, ni el veto de líderes del PSOE hacia Podemos, ni el de los líderes de Podemos hacia el PSOE. Sin embargo, comprendo perfectamente a Ciudadanos, porque carecen de ideología política, y si se produjera un acuerdo entre PSOE y Podemos, ellos acabarían apuntándose “por el bien de España”.

Se trata de echar del gobierno de la nación al PP para poder recuperar nuestra dignidad como país y, sobre todo, para que los dineros del Estado vayan a parar al bienestar de la gente, y no al bolsillo de políticos corruptos y de sus consiguientes amiguetes y amigotas.

Teniendo clara la meta, el resto consiste en organizarse para la carrera. Y no dejar nunca de recordar que los partidos se fundan para poder participar en la vida política y, en su caso, poder gobernar, pero la soberanía reside en el pueblo. Si esta lectura no se lleva a cabo a rajatabla, seguirán primando las ridículas opiniones de Rajoy, de Susana, de Pedro, de Felipe, de Pablo y de Íñigo o del inefable Alberto, Albert, para entendernos.


PERDIDOS Y A LA DERIVA

Curiosamente, son los partidos minoritarios hoy en la cámara los que señalan correctamente la dirección a seguir, mientras los grandes partidos con representación política andan perdidos y a la deriva. Todos los partidos pequeños, endebles, minoritarios, tienen meridianamente claro que no quieren otros cuatro años de gobierno de Rajoy, porque nos ha laminado con su prepotencia y su mayoría absoluta durante estos últimos cuatro años.

A mí me sale la suma, y me da igual que tenga dos, tres o quince sumandos. Porque prefiero que las decisiones se tomen entre cinco a que las tome uno solo, que ya estamos escarmentados de esa nefasta fórmula de la mayoría absoluta.

Y prefiero salvaguardar los intereses de los débiles antes que asegurar la soberbia y la falsa magnanimidad de los poderosos. En cualquier caso, no pierdo la esperanza de que los partidos realmente progresistas acaben formando gobierno, porque otra mayoría es posible.


7 comentarios:

  1. Vamos tenéis que espabilat mucho por qué ti colegas en Chiclana lo hace que da pena

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  2. y yo me pregunto ¿cuantos millones de españoles no han votado a Pedro Sanchez porque no lo quieren? Pues es facil todos los votantes de los demás partidos. Por lo tanto Pedro que se valla.

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  3. Tiene razón el 2 si quien no vota a Rajoy no lo quiere, entonces lo que vale para tí también vale para mi, a Pedro lo quieren cada vez menos españoles y todavía menos si hay nuevas elecciones.

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  4. En las teceras elecciones menos puto

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  5. Buen articulo,si se puede

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  6. Podemos o empujemos jajaja

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  7. Lo tuyo navita era repartir el mundo obrero,
    Gobierno progresista es el de tu colega sanchez
    el que todavía nada mas que ha dicho hay que echar a
    rajoy hay que echar al pp este es progresista este lo
    que es un manta moja no te acuerda del trampon que
    dejo zapatero, el caso flic, la cooperativa de redondo
    corcuera con el dinero de la guardia civil, moratino
    regalando dinero, pepillo blanco, la maleny y no te
    meta en andalucia que te hunde ustedes no tienen
    credibilidad ninguna ni derecho a pedir que nadie se
    valla

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