“La Pata Física” nos contó la historia del rey moro de Chiclana en verso

Es su tercera obra, escrita y dirigida por Guillermo Alonso del Real.-

La compañía local La Pata Física estrenó días pasados su tercera obra, El rey moro de Chiclana o las burlas del destino, escrita y dirigida por Guillermo Alonso del Real. Este monarca, Alcuscús el Makla III, era muy particular, ya que solía tener desatendida a la reina mora (doña Harira) y a su harén, tiempo que empleaba en yantar y beber.

Como es lógico, este abandono tenía sumida a su compañera en un sin vivir. También había por allí una maga de Solajitas, Galila; la capitana de la guardia, doña Alcaparra; una cristiana cautiva, la dulce y cándida Berenguela, y Don Suero, marqués de Las Albinas, hombre enjuto y triste. Y una juglaresa de la corte (Juani Sánchez), doña Alcatifa, que anunciaba las buenas o malas nuevas acompañada del  rasgueo de su ukelele.


Don Suero (Carlos Laínez) buscaba a una dama, pero en el camino se topó con la maga (Almudena Ruiz) que intentó enamorarlo con sus poderes y pócimas, aunque no le dieron resultado. El marqués de Las Albinas, lacio a más no poder, se resistió a los encantos de tan bella dama.

Entonces apareció la capitana de la guardia (Ana Belén Ruiz), que también se prendó de las hechuras del marqués, que en realidad iba disfrazado de buhonero, intentando llevárselo al huerto, entonces abundantes en el reino chiclanero. Pero el susodicho no estaba por la labor.

Para liarlo más, la maga montó en cólera e intentar echar de allí con sus poderes a la pecadora capitana que se lo quería agenciar, mientras el causante del desaguisado se mantenía al margen, arrebolado por tantas pasiones desatadas.


BUENAS INTERPRETACIONES

Para embrollar más el asunto se topó con la cristiana cautiva (Mili Lora), una alegre, cantarina y pesada dama que vuelve loco a todo el que se cruza a su paso, ya que no para de hablar. Se encuentran, pero entre ellos no surge la chispa, aunque ambos buscan a alguien con sus mismos nombres.

La reina mora (Marga Ríos), desatendida como dijimos por su marido Alcuscús, se reencontró con un antiguo amor, que es, curiosamente, el marqués buhonero, al que pretende reconquistar, pero no lo consigue. Don Suero se mostró lacio como en anteriores ocasiones y no pasó a mayores con doña Harira, a pesar de sus intentos.


Y dejamos para el final al rey moro chiclanero (Miguel Ángel Bolaños), que con su prominente barrigón, dejaba claro a lo que se dedicaba. Y sus gustos en el amor también los dejó bastante claros. Con monarcas como éste no es de extrañar que perdiera su reino. Y todo esto contado en verso, que no es moco de pavo.

Divertido montaje de La Pata Física, tercero ya, que poco a poco va formando un grupo más asentado y con calidad, destacando la buena sintonía existente, que se transmite en el escenario.