Logo Derecho - Bann

Los últimos de Filipinas, cuando al heroísmo le llaman locura


Félix Arbolí [colaboraciones].-

Con motivo  del estreno de la nueva versión de la película Los últimos de Filipinas, que no he visto aún, ni tengo mucho empeño después de oír y leer algunos comentarios, donde se pone a estos heroicos defensores de lo que ellos aún creían que seguía perteneciendo a España y al honor de su bandera, como una especie de exaltados y pirados.
Ahora, por lo visto, la defensa de la Patria y sus valores es cosa de locos y absurdos ilusos. En mis tiempos era un orgullo, acto de heroísmo y ejemplo para las generaciones posteriores.

Vi  la primera versión, sin los medios y técnicas actuales y me gustó mucho. Me sentí identificado y orgulloso al considerarme descendiente de una raza valerosa y privilegiada, de hombres excepcionales que amaban a su Patria y la  defendían con su propia vida, si el caso lo requiriera.

Cuando nuestra bandera no era el trapo, como la llaman muchos, que no tienen respeto a los que han ofrecido su vida por ella con honor, sin la menor vacilación y el cumplimiento del supremo sacrificio de su vida. 

HEROICA Y GLORIOSA GESTA

Conocía  mucho y era compañero de tertulia de su protagonista, Pepe Nieto, y me consta que el actor estaba muy satisfecho y orgulloso de haber intervenido en esa película, donde se relataba una de las más heroicas y gloriosas gestas de nuestros antepasados, como entonces se hacía en cualquier sitio del mundo donde ondeara y se tuviera que defender la bandera rojo y gualda.  

En una de sus entrevistas, Luis Tosar, que es uno de mis actores actuales favoritos, ganador de varios Goyas, que interviene en la  nueva versión, me figuro que como protagonista, en el papel que antes hizo Nieto, explicaba que aquellos hombres estaban pirados.

Y todo porque luchaban y defendían más allá de sus propias vidas, un trozo de tierra española y no estaban dispuestos a  rendirse, porque no sabían que nuestro cobarde gobierno de entonces, bajo dinastía borbónica, al igual que había hecho con otras tierras españolas, se habían rendido a los Estados Unidos que, como siempre, intervienen en aquellos asuntos que no les afectan, siempre que pueden sacar algún beneficio. Y los filipinos dejaron  de ser españoles para convertirse en colonia yanqui.

QUIERO SER UNO DE ESOS PIRADOS

Si la defensa de la Patria y con ella el honor y la dignidad de tus ascendientes y descendientes, es un acto de locura o pirado, yo quisiera ser uno de esos pirados para vivir y morir por algo noble y honroso que merece la pena y servirá de ejemplo a la posteridad.


Cómo sería la gesta de estos héroes que al enterarse que España había claudicado y que Filipinas ya no era española, abandonaron el fuerte con su bandera y recibieron honores militares de sus propios adversarios, ya que eran conscientes de que no eran unos pirados, sino todo lo contrario.

Por cierto, Pepe Nieto estaba tan enamorado de su pareja Nani, la actriz de la película, que cuando murió, muy joven, prometió que en su casa no volvería a entrar otra mujer y hasta un día que nos invitó en su casa, nos rogó que ninguno lleváramos a nuestras amigas o parejas. 

Se emocionaba cuando hablaba de ella. El hombre cruel, malo y despiadado del cine de entonces, era un  romántico empedernido y un sentimental exagerado, pero una excelente persona. Aún lo recuerdo y me emociono. Entonces teníamos otro concepto del valor heroico y el amor a España.