Artesanos de Las Bodegas, denuncian haber sido engañados con sus puestos, vendiendo muy poco por ello

En la pista de patinaje hubo varios accidentes, con niños que sufrieron cortes en diversas partes del cuerpo, recibiendo uno de ellos tres puntos en un dedo.-  

Cuatro de los ocho artesanos que se instalaron en la plaza de las Bodegas, han denunciado a PUENTE CHICO que han sido engañados y que la colocación de los puestos les ha perjudicado gravemente, porque no se veían. También ha habido varios accidentes en la pista de patinaje, con niños heridos en diversas partes del cuerpo, siendo el más grave el corte en un dedo que necesitó varios puntos de sutura.

Cuando se hace un balance de algo siempre se suele tener en cuenta todo lo relacionado con la cuestión, pero nuestros políticos esa máxima no la tienen en cuenta y nos venden la moto del éxito con una sonrisa y buenas palabras, y acompañados de representantes de las entidades que viven de esto como los comercios.

Pero no todos los que han tenido un negocio esta Navidad en Chiclana ha vendido un 2 por ciento más que el año pasado, como anunciaron los ediles de Fiestas y Fomento (cada año dan la misma cifra).

En la Plaza de las Bodegas las cosas no fueron bien. Así lo afirman cuatro de los ocho artesanos que estuvieron en sus puestos y que además de no vender casi nada, se sienten engañados por quienes les contrataron.

La primera de las quejas es que dichos puestos estaban mal montados: “A nosotros nos dijeron que irían donde luego se colocó la pista de patinaje, que es donde estuvimos el año pasado y todo fue bien. Pero cuando llegamos nos encontramos con que los habían puesto frente al mercado de abastos”.

Pero no fue lo peor el sitio: “Pusieron cuatro de ellos con vistas a la plaza, que es por donde pasa toda la gente que circula por ella, los que van al mercado, a la pista, al museo o al carrusel. Sin embargo, el resto dábamos la espalda a todas esas personas y nadie se percataba de que estábamos allí”.

PASAJE DEL TERROR

El resultado es fácil de imaginar. Los que estaban de cara vendían y los de detrás no. Pero hay más: “De día no nos veían por lo ya dicho, pero de noche era aún peor, porque no había nada de luz. Nuestra zona parecía el pasaje del terror de Halloween en vez de Navidad, que unido a la escasa iluminación de la plaza, provocaba que pasáramos las horas sin que nadie se acercara a nosotros”.


Se quejaron de esa falta de luz y les pusieron unas bombillas en plan cutre, con el agravante de que varias de ellas se fundieron y la situación no mejoró. El motivo de colocar los puestos de esa manera fue que en una hilera, todos a la vista, no se podía porque tapaba los comercios que hay en el edificio del mercado que dan a Las Bodegas: “Se podrían haber colocado unos metros más allá, hacia la calle Concepción, donde están cerrados todos los locales y no molestábamos nadie, pero prefirieron hacerlo de esta manera, perjudicándonos a cuatro de nosotros”.

Afirman que la organización “ha sido mala, el año que viene no vendremos en estas condiciones, porque nosotros vivimos de nuestras ventas, sin ellas no podemos comprar material para nuestros artículos, que los hacemos nosotros. Ha habido dejadez municipal y no se han preocupado de nosotros en ningún momento”.

Tampoco están de acuerdo con pagar lo mismo: “No es justo que tengamos que abonar los ocho puestos lo mismo, 350 euros por menos de un mes, cuando cuatro venden por su buena situación y otros cuatro no”.


CARRUSEL

Aseveran que el Ayuntamiento “solo mira por sus intereses, trayéndonos a la plaza en Navidad para dar alicientes a las fiestas y luego nos dejan a  nuestra suerte sin preocuparse lo más mínimo de nosotros. Solo miran por su propio beneficio en vez del nuestro”. Señalan que “no somos gente que estamos aburridos en nuestra casa, sino personas que trabajamos, varias familias dependen de esto, porque vivimos de nuestro trabajo”.

Manifiestan también que todo esto es “un paripé y preparan las cosas a la bulla, como sucedió con el carrusel. Primero lo colocaron en el centro de la plaza y cuando ya estaba instalado, al día siguiente le dicen que lo tiene que quitar y ponerlo al otro lado, donde el museo, con lo que perdió otros dos días de trabajo”.
Al estar al lado de la calle, aumentó el peligro para los niños por los vehículos que pasan continuamente por allí. Otro problema que se encontraron es que una compañera discapacitada no pudo entrar en el puesto con la silla por ser muy pequeña la puerta, por lo que no pudo trabajar.

ACCIDENTES EN LA PISTA DE PATINAJE

Por otro lado, la pista de patinaje también ha provocado accidentes a varios niños, que han recibido diversas heridas al caerse y ser arrollados por otros pequeños, cortándoles con las cuchillas de los patines diversas partes del cuerpo.

Uno de ellos, de nueve años, sufrió varios cortes en dos de los dedos de una mano, teniendo que darle tres puntos en uno de ellos. Cuando hablaron con el responsable de la pista, éste les dio la póliza del seguro de responsabilidad civil, yendo al Hospital Viamed.

Allí intentaron contactar con la aseguradora, pero nadie respondió, por lo que tuvieron que abonar la cura. Como querían un informe médico y éste costaba sesenta euros, volvieron a la pista y la empresa lo pagó, y la cura, 75 euros en total. La denunciante asegura que no había ningún monitor en la pista los primeros días y sólo tras este accidente se puso uno, que estaba pendiente de los patinadores, niños principalmente.

GUANTES

También se dijo que había que llevar guantes para poder acceder a la pista: “Se hizo a raíz de lo nuestro –manifiesta la madre del menor- pero se ha podido ver que esa norma no era cumplida por todos los niños”. Uno de los responsables declaró a PUENTE CHICO que “los primeros días no dijimos nada de los guantes, que no es obligatorio, pero al ver los accidentes de algunos niños decidimos ponerlo como obligatorio”. Los que no los llevaban era “porque sus padres nos lo pidieron así y se hicieron responsables de lo que pasara. A los que no, los echamos de la pista”.


Sobre los guantes nos dijo también que “algunos han dicho que hacíamos negocio con ellos, cuando los vendíamos al precio que los compramos en la tienda. Tampoco obligamos a nadie a hacerlo. Había quien los traía de casa y otros prefirieron adquirirlos en las tiendas”.

Además de este niño hubo otros que sufrieron cortes en la lengua, oreja, brazos, piernas, etc., lo que contrasta con otros años con la pista de hielo donde no ocurrió nada de esto: “Es que la cuchilla se adhiere mejor al hielo, por eso hay menos caídas”, nos dice el empresario de la pista. Sobre estos accidentes afirmó que “nadie nos ha pedido la hoja de reclamaciones ni han puesto denuncia alguna”.

FALSIFICACIÓN DE BOLETOS DEL AYUNTAMIENTO

Sobre la afluencia de público resaltó que “pasaron entre doce y trece mil personas, la mayoría niños, contando los de pago y los diez mil boletos que se entregaron, seis mil a entidades sociales por parte del Ayuntamiento y cuatro mil a comerciantes”.

Sobre esto aseguró que para el año próximo si ponen la pista tendrán que replantearse los que regala el Consistorio: “Son muchas papeletas y el control que se ha hecho no ha sido bueno. Hemos detectado boletos falsificados y gente en la cola vendiéndolos. Y también una señora tenía un talonario entero de los verdaderos y los vendía más baratos. Le dijimos que por qué lo hacía, que estaba prohibido ya que eran gratis y respondió que no sabía que no podía hacerlo”.

Como podemos observar, las Navidades no han sido tan buenas como nos las han querido vender José Manuel Vera y Adrián Sánchez. Esperemos que en las próximas fiestas controlen lo de las papeletas a estas asociaciones para que no pase como este año. Y en la feria también. Y los puestos de artesanos, porque si no, no van a volver. Hay que cuidar a los que trabajan y ayudan a dar vida a la ciudad.