Fuera de los partidos políticos también hay solución
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
No hace muchas décadas nos decían en las clases de religión que fuera del catolicismo no había salvación. Ahora, en términos similares, los grandes partidos nos dicen “nosotros somos los únicos que podemos gobernar, los únicos que podemos resolver los problemas de España”. Los pequeños partidos no se atreven a decir esto, porque parecería presuntuoso y ridículo, pero en el fondo piensan lo mismo.
¿Por qué
digo esto? Lo españoles hemos aprendido a convivir, a pesar de lo que nos
habían enseñado. Dejamos de ser intransigentes religiosa y políticamente, pues
salimos también de la dictadura, y eso no ha supuesto ningún trauma. No hay
conflicto alguno entre personas religiosas y las que no creen en Dios, ni entre
personas de diferentes religiones.
También
nos habían dicho que la dictadura era el mejor régimen político. Y pasamos de
la dictadura a la democracia sin necesidad de readaptación. Sin embargo, en el
momento presente tenemos un grave problema de convivencia, y no sólo en
Cataluña. Problema, además, entre las regiones periféricas y regiones del
centro. Pero este problema no se debe a los ciudadanos, HA SIDO CREADO ÚNICA Y
EXCLUSIVAMENTE POR LOS PARTIDOS POLÍTICOS.
Naturalmente
que unos partidos son más responsables que otros. Durante años han venido
aplicando maquiavélicamente el principio “divide
y vencerás” y va siendo hora de que reconozcan su culpabilidad y dejen
de gritar “y tú más”. Y va siendo hora también de que los ciudadanos no nos
dejemos manipular por esta política de enfrentamientos.
MIRAR
HACIA EL FUTURO EN BUSCA DE SOLUCIONES
Ya sé que
es difícil en estos momentos sustraerse a la tentación de hablar de lo que
estamos viviendo en Cataluña, pero, por muy negro que se presente el panorama,
debemos mirar hacia el futuro en busca de soluciones.
Creo que
la mayoría de los españoles, seamos de izquierdas, de derechos o de centro -y
pienso que la mayoría no nos sentimos encuadrados en estas categorías caducas-,
la mayoría de los españoles, ya seamos nacionalistas o no nacionalistas,
queremos el bienestar para todos, queremos justicia social, es decir viviendas
dignas, sueldos dignos, formación de calidad, y también queremos paz.
No, no
estamos en una situación prebélica, pero sí que hay enfrentamiento, hay
enemistad, hay caras largas. Y esto no nos favorece a nadie en ningún sentido.
Si se han tenido que repetir las elecciones, esto nos ha costado 140 millones a
los españoles y esta cantidad se tendrá que retirar de las partidas sociales.
Si se queman contenedores o se destruye mobiliario público, seguiremos otros 50
años más con barracones para nuestros niños en lugar de escuelas dignas.
Si dejamos
de comprar productos catalanes, por el mero hecho de estar fabricados en
Cataluña, aunque los trabajadores sean andaluces o de origen andaluz en un 80%,
estamos mandando a muchas familias inocentes al paro. Si se tienen que
indemnizar a camioneros murcianos o almerienses (no por casualidad son estas
provincias los caladeros de votos de Vox) retenidos en la frontera por la
pasividad del gobierno, lo tendremos que pagar todos los españoles.
RESOLVER
EL CONFLICTO
No es el
enfrentamiento lo que queremos la mayoría de los españoles. Pero tampoco
podemos quedarnos de brazos cruzados. No podemos estar lamentándonos
eternamente de nuestros partidos políticos. No los vamos a hacer cambiar por
muchos millones de mensajes que mandemos por WhatsApp o por muchas horas que
pasemos metidos en las redes.
España, es
decir la situación de los españoles, no va a mejorar con el sistema actual de
nuestros partidos políticos. No dudo de la buena voluntad y del idealismo de la
mayoría de los políticos españoles, pero es el sistema partidario el que los
pervierte, el que hace que miren más por los intereses del partido que por el
bien de los ciudadanos.
Está claro
es que los actuales partidos no van resolver el conflicto, unos porque no
pueden, otros porque no quieren y otros porque viven del conflicto, a pesar de
haber sido ellos los que lo han creado.
PASAR DE
LOS PARTIDOS
No hace
falta enfrentarse a los partidos políticos o renegar de ellos, pero es
necesario pasar de ellos. Los ciudadanos tenemos que demostrar que somos
capaces de entendernos, de dialogar, de convivir, de buscar soluciones
conjuntas.
Apelo a
los miles o millones de funcionarios y jueces jubilados que están en
condiciones de poder dedicar al menos una o dos horas a la semana al servicio
de los demás, para que se impliquen desinteresadamente en plataformas
ciudadanas de tipo político. Ahora están libres de las presiones de los
partidos políticos. Ellos han cargado hasta ahora con la mayor parte del
trabajo necesario para que funcionara el país.
Ahora,
sabrían cómo hacerlo de forma desinteresada. El funcionariado independiente es
uno de los principales motores de un país. Otro gallo nos cantaría si los
políticos no metieran sus manos en la justicia o en la administración. No hace
falta suprimir a los partidos políticos ni tampoco condenarlos a muerte. Pero
si queremos resolver los problemas de España, debemos buscar otras vías. PASAR DE LOS PARTIDOS POLÍTIC0S QUIZÁS SEA LA ÚNICA
SOLUCIÓN.
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