Hondo pesar por el fallecimiento de Soledad Guerrero, que fue presidenta de “AFAAD”, a los 88 años

 

 

Fue una gran luchadora, superando todos los contratiempos que le fueron surgiendo a lo largo de su vida.-

 

El viernes pasado, día 16, falleció Soledad Guerrero Rendón Tenía 88 años. Su muerte ha causado una gran pena en Chiclana, donde era muy conocida y querida. Perteneció casi desde su fundación a la Asociación de Familiares y Amigos de Ayuda al Toxicómano (AFAAT) (1987), que posteriormente cambiaría lo de toxicómano por drogodependiente (AFAAD).  (FOTOS: Soledad Guerrero recibiendo el homenaje de AFAAD; Soledad con su hijo Juan Luis).

 

En esas fechas (finales de los años 80 y principio de los 90), la droga hacía estragos en la juventud española y, como es lógico, en la chiclanera. Soledad tenía un familiar pasando este problema y se unió a esta entidad.

 

Entonces no había nadie en la localidad que ayudara a estas personas y tampoco a sus familiares, que se encontraron con el pastel y no sabían qué hacer con él. Un grupo de afectados fundaron esa asociación, para ir buscando soluciones. El primer presidente fue Manuel Ariza (cuatro o cinco años), le sustituyó Juan Rodríguez (dos años), que estudiaba medicina y alma mater de la entidad, que les iba encauzando en la forma de trabajar.

 

Fue una época de lucha para conseguir una sede municipal donde reunirse y ayudar a los jóvenes y sus familias. El Ayuntamiento, que debería haberse volcado con ellos, lo que hizo fue ponerles trabas de todo tipo, pero continuaron batallando hasta que lograron una sitio medio en condiciones y ayuda, poca, del Consistorio.

 

Rodríguez y voluntarios, familiares principalmente, empezaron a atender a estos jóvenes. Prevención, tratamiento para ayudarles a salir de la droga y, lo más importante, la reinserción de éstos una vez fueran superando la adicción.

 

 

 

PRESIDENTA DE AFAAD

 

Duro trabajo, sobre todo cuando no se tienen medios y es más la voluntad que el conocimiento lo que se pone al frente, porque excepto Rodríguez, entonces estudiando Medicina, nadie sabía nada: “Éramos un grupo de padres con problemas de drogodependencia en sus hijos, y creamos la asociación para dar cauce a sus necesidades así como para luchar porque la administración, en nuestro caso la Junta de Andalucía, aumentara los presupuestos, el personal y los centros de atención”.

 

El Ayuntamiento les cedió el antiguo matadero, que llevaba años abandonado, dependencias mugrientas y malolientes y que necesitó muchas manos de pintura y esfuerzo durante cerca de dos años, para que dejara de oler a carne putrefacta y que fuera un lugar medio acogedor. Se lo entregaron en muy malas condiciones, cuando podían haberlo adecentado, como hacen con los demás.

 

Poco después entró en AFAAD Soledad, que fue la tercera persona que estuvo en la presidencia y lo hizo durante varios años. Esa lucha motivó que se creara el Centro Municipal de Drogodependencia en 1990 y años más tarde se haría cargo de él la Diputación. Pero AFAAD siguió viva unos cuantos años más, en otras sedes, hasta que el agotamiento y la escasa ayuda municipal, la obligó a echar el cierre a finales de abril de 2010. Acababan de cumplir veintitrés años.

 

UNA GRAN LUCHADORA

 

AFAAD homenajeó a Soledad Guerrero años después en un emotivo acto celebrado en El Sotillo, en el que se le reconoció su labor al frente de la asociación. Estuvo casada con Luis Belizón Marín y tenía cuatro hijos: Mariló, Inés, Juan Luis y José Antonio.

 

Desde PUENTE CHICO le damos a la familia nuestro más sentido pésame por esta gran pérdida. Yo mantuve una gran relación con Soledad, a la que quería mucho, cariño, me consta, recíproco. En los últimos años me crucé con ellas varias veces, siempre acompañada de sus hijos Mariló o Juanlu, y cuando todavía reconocía a las personas, se le iluminaba la cara al verme.

 

Siempre sonriente, amable, cariñosa, fue una gran mujer, que pasó etapas muy difíciles a lo largo de su vida, pero que nunca decayó en la lucha, personal y colectiva. Descansa en paz, Soledad. Te lo has merecido.

 

PACO LÓPEZ