Chiclana, cuna de oficios: La música-Lorenzo Leal Vela “Cachito”: Escalera de sonidos

 PEPE VELA M. [colaboraciones]

La música, junto a los idiomas, son las dos formas que la vida nos ha ofrecido para que las personas nos comuniquemos a través de los sonidos y las palabras, siendo la primera la que más sensaciones de bienestar nos trasmite. En este apartado tenemos en nuestra ciudad muchos protagonistas, siendo nuestro amigo y profesor Lorenzo Leal, buen representante de ellos.

 

Nació el 9 de julio de 1951 del matrimonio formado por Manuel Leal Sánchez y Manuela Vela Cerrato, siendo el segundo hijo después de Juan. Luego llegarían, José María y María. Entre los años de 1950-51 hubo en España una enfermedad altamente infecciosa llamada poliomielitis, afectando a más de 12.000 niños en todo el territorio, a él en la pierna izquierda, sin ser motivo de limitaciones para su desarrollo personal, encontrando en la música y en particular el piano, su máximo desarrollo.

 

De familia muy allegada a la música gracias a su abuela Juana Cerrato, casada con Lorenzo Vela, dueños del bar El 22, que aprendió a tocar la bandurria cuando era joven y posteriormente la guitarra. Era tanto amor que tenia a la música que además de inculcárselo a toda su familia, fue la impulsora de la Rondalla El 22, conocida por todos.

EL PIANO LE CAMBIÓ LA VIDA

 

Su padre, gran emprendedor de nuestra ciudad, había montado una panadería y posteriormente un bar, de nombre Cachito, cómo era conocido su abuelo paterno y poniéndolo en su honor. Ellos vivían en la parte superior y su padre, conocedor de la afición que su mujer y la familia entera profesaban a la música, llegó un día con un piano que había comprado a un amigo suyo que se mudaba y no podía llevárselo.

 

Adaptaron la casa al nuevo inquilino. Fue una gran sorpresa para Lorenzo Leal, que entonces contaba trece años. Empezaba una nueva vida con el que sería su nuevo compañero de aventuras. Muchos recordarán ir al bar El 22 y escuchar en la planta alta una escalera de sonidos que salía de ella, con los que muchos nos quedábamos fuera mientras se oía una partitura cualquiera.

 

Grata sorpresa que recibió con gusto viendo que en una semana tocaba de oído, yéndole bien. Entonces su padre le buscó una profesora, doña Carmen Quecuty Butrón, que vivía en Sancti Petri, dándole clases dos días por semana. No progresaba mucho, llevándose un aprobado por los pelos en el Conservatorio de Cádiz. Lorenzo se aburría, terminando por dejar la formación. De 1966 a 1969 se dedicó a tocar por todas partes sin ton ni son, años locos en su vida.

LA CASUALIDAD LE LLEVÓ A MADRID

 

Era la época de bastantes y variados grupos en Chiclana, tocando con ellos, yendo por muchos lugares, aunque con vicios, pero tocaba. No estaba satisfecho con su evolución y la expectativa nacida en él cuando llegó el piano a su casa había desaparecido, despertando de nuevo en él esa necesidad y fue cuando un amigo le habló de una profesora en San Fernando, Juana Bonita Abad, con mucha experiencia. Era el año 1969, volvía a esa escalera que había empezado a subir. Con su enseñanza en año y medio se sacó toda la carrera de solfeo con sobresaliente.

 

Su padre, siempre emprendedor, había montado un hostal al que llamó San Agustín, en la parte alta del bar El 22 en pleno centro. Un día llegó una clienta de Madrid. Ésta estudiaba armonía y composición en el Conservatorio madrileño y le vio tocar en el hostal, alentando a su padre para que fuera a estudiar a la capital de España. Corría el año 1971. Estuvo dos años estudiando piano superior, armonía, conjuntos corales y percusión.

NUEVO RUMBO CON REVELACIÓN Y THARSIS

 

De nuevo su padre le compra un piano, nuevo y de la mejor marca. El órgano Hammond era y es una de las mejores que todavía existen. Le costó 400.000 pesetas, todo un capital para la época, llevándolo a la casa donde residía en Madrid.

 

Empezaba una nueva trayectoria, dando sus primeros pasos en composiciones con su grupo Revelación, compuesto por Tomas Gutiérrez, Manuel Olivares Ramos, José Luis García Velázquez, su hermano José María y él, aunque antes estuvo en los Piper´s, donde tocaba la batería.

 

Tomas tocaba el bajo, Manuel Olivares la guitarra, su hermano José María la batería, el vocalista era Joaquín Salido Cornejo, que había sustituido a José Luis García Velázquez y él estaba con el órgano. En uno de los viajes a Madrid escribió la letra de Dónde estás, que grabaron con el grupo Tharsis, que salió del cambio de nombre para su lanzamiento a nivel nacional.

 

A la casa de discos Movieplay, que también llevaba a Triana, no le gustaba el nombre de Revelación, le pidieron que lo cambiaran y ahí entra el polifacético Tomas Gutiérrez, que en recuerdo de nuestra historia andaluza, se le ocurrió poner el nombre mítico de Tharsis.

PRIMEROS DISCOS

 

Era la cara b de su primer single llamado Ay, amor, de Manolo Díaz, que fuera componente de Los Bravos y compositor para artistas como Dyango o Massiel entre otros muchos, que lanzó la carrera de Julio Iglesias, Miguel Bosé, Rafaella Carrá o Umberto Tozzi, además de producir discos de Vainica Doble, Pablo Guerrero, Víctor Manuel y Ana Belén, Mocedades, Azúcar Moreno o participar en Poeta en Nueva York con Leonard Cohen.

 

Después llego el segundo sencillo, Qué más da, dedicada al compositor argentino Ricardo Ceratto, siendo la cara B Perro callejero, de composición propia, haciendo nuestro protagonista todos los arreglos.

 

LA TELE, LAZAROV Y EL FESTIVAL DE ALCOBENDAS

 

Era 1974 y llegó su lanzamiento a nivel nacional con el programa de Valerio Lazarov Señoras y señores de TVE, inaugurando ese día el color en televisión. Estuvieron dos días de grabación, llenos de maquillajes y focos, presentado por las conocidas Ángela Carrasco y María José Cantudo, que entonces estaban en su mejor momento. En los comedores se juntaban cientos de personas, artistas, presentadores, figurantes, técnicos, etc., siendo una gran experiencia. El programa lo vieron en sus casas un mes más tarde.

 

Otro recuerdo importante en su carrera profesional fue lo ocurrido en el Festival de Alcobendas (Madrid), en el que participó Tharsis y Lorenzo escribió Trovador de nadie, haciendo todos los arreglos para el festival, tardando más de un mes, trabajo que hoy hace en varias horas. El director de la orquesta de RTVE era Javier Iturralde, hermano del gran saxofonista Pedro Iturralde, que falleció recientemente.

 

Cuando probó los arreglos con la orquesta salió una pitarrera y dijo: “¡Tierra, trágame!”. Pero no fue culpa suya, sino que la trompeta había equivocado de clave y cuando rectificó sonaba a gloria, sintiendo una gran satisfacción personal y como músico.

 

El festival lo ganó Braulio con La balada del triste despertar. La anécdota negativa fue que les mandaron a comprarse ropa y se fueron a El Corte Inglés, llegándoles la factura después, cuando pensaban que lo pagaba su compañía.

DISOLUCIÓN DE THARSIS Y CAMBIO DE VIDA

 

Fueron contemporáneos a nivel nacional de grandes grupos como Los Diablos, Formula V o Módulos, que eran los que triunfaban en esa época y donde su representante artístico, Espectáculos Norte, los llevó por el norte de España. Fueron muchos los avatares acontecidos en esa época, muy diferente a ésta. Poco a poco, por diversos motivos, el grupo se deshizo, aventura que duró desde 1974 hasta finales de 1975.

 

Lorenzo volvió a pasar momentos como cuando estudiaba música, perdiendo el interés por ella. Dio un cambio radical a su vida. Se sacó el carnet de conducir para irse con su padre a la cantera que tenía, sin querer saber nada de la música, estando así más de nueve meses. Pasado ese tiempo la monotonía le pudo y el gusanillo que tenía dentro de sí, le pedía que volviera.

PROFESOR, HOTEL TALISMÁN Y GRUPO J4

Y lo hizo, esta vez de profesor. Su padre entonces estaba transformando el Hostal San Agustín (encima del bar Cachito) en oficinas, dejándole el fondo para que montara su academia, donde ha estado 29 años, además de dar clases también a domicilio por toda la provincia, siendo el faro musical de nuestra ciudad, pasando por él más de 2.000 alumnos de todas las edades, con más de 50 años de experiencia.

 

En 1976 su hermano José María, Juan Antonio y Jesús Román crearon el grupo J3, ensayando en la azotea de su casa. Luego José Luis sustituía a Jesús y seguían siendo tres Jotas, donde posteriormente le ofrecieron a él incorporarse y el grupo pasó a llamarse J4, aunque él no aportara ninguna J. Ya estábamos en 1977.

 

El hotel Fuentemar ha sido el talismán de este grupo prácticamente desde su creación, teniendo en dicho lugar muchas anécdotas. Una de ellas fue que coincidió con Ángela Carrasco que venía a cantar al hotel y estaba hospedada allí. Habían pasado nueve años, pero lo reconoció al instante, diciéndole que era el del grupo Tharsis.

LAS GALAS DEL FUENTEMAR Y MOCEDADES

 

Otra fue con Mocedades. Había sido contratado por Pepe Marín para cantar en el hotel, donde ellos tocaban con Jota 4. Al final de la gala quedaron tocando solos con los componentes de este famoso grupo como espectadores de lujo, cantando Amaya el Let it be y Lorenzo tocándole el órgano en el silencio de la noche, allá por 1977.

 

Otro de sus integrantes, Sergio, que luego formaría dúo con Estíbaliz tras abandonar Mocedades, les felicitó por su versión de Cantinero de Cuba, uno de los mayores éxitos de los vascos.

 

Éstas y otras muchas anécdotas sucedieron durante las noches de verano en la piscina de este emblemático hotel, que trajo a lo más granado de nuestra música. Época dorada del grupo J4, donde muchos se enamoraron con su música y terminaron en boda. Estando junto a Los Bombines como los grupos mejor catalogados de nuestra zona, haciendo en 1986 en Ceuta su última actuación.

GRAVE ACCIDENTE

 

No obstante, el empeño de un gran admirador de ellos, además de amigo, Luis Chozas, les propuso volver, así que en 2007, veintiún años después, volvieron a coger los instrumentos y hasta el día de hoy, llevando más de 40 años en los escenarios. En todos estos años no ha dejado de enseñar, alternándolo con actuaciones en los hoteles del Novo Sancti Petri como pianista desde 1992, que se inauguró el Costa Golf.

 

El 14 de febrero de 1996, Día de los Enamorados, Cupido le regaló una caída por culpa del suelo mojado, partiéndose el brazo izquierdo, viendo en ese momento el final de su carrera musical. Estuvo varios meses en recuperación, llevándole a no poder tocar el acordeón del que también da clases, pero sí recuperado para el piano.

 

Sabe la dificultad que acarrea este instrumento, quedando maravillado cuando ve a un niño de 8 o 9 años volándole los dedos por el teclado: “Eso no es normal, no saben leer y ya saben de armonía, claves ,tresillos, etc.”.

 

Recuerda a un alumno al que le mandó un disco de Deep Purple para que sacara un solo. Cuando llegó el lunes “y vi el trabajo que había hecho, que todo coincidía, los tresillos, los valores y signos que no le había explicado, me quedé pasmado. Son fenómenos que nacen para la música”.

MATRIMONIO Y FAMILIA DE MÚSICOS

 

Lorenzo conoció a su mujer, María de los Ángeles Benítez, cuando todavía era joven. Después de varios años de novios se casaron en enero de 1976 en San Telmo, yendo de viaje de novios nueve días a Valencia. Tuvieron el primer hijo al que le pusieron de nombre Alberto. Después llegarían Juanma y María José. Una vida azarosa y muchas horas sin estar en casa. Gustos distintos, totalmente opuestos, le costaron el matrimonio, no así su amistad, que mantienen muy estrechamente compartiéndola con sus hijos.

 

Todos tocan algún instrumento, Alberto la batería y hace sus pinitos; María José baila, pero es Juanma quien vive exclusivamente de la música, componiendo para grandes artistas del panorama internacional. “El piano es el rey de los instrumentos, que con sus ocho octavas y sus tonos graves y agudos, puede sacar los sonidos de cualquier otro”, afirma Lorenzo.

CASA DE DISCOS Y JAQUECA

Compositor de muchas canciones además de gran arreglista, le propusieron estar en Madrid con una casa de discos por su capacidad, pero un problema de jaqueca le hizo desistir por no quedar mal, pues podía estar todo el día con ella. Lo cambió todo por esa calidad de vida que el sur, su tierra, le brinda.

 

Gracias a esa abuela que un día decidió tocar la bandurria, tenemos a toda una familia de músicos. Los que lo conocemos sabemos que es un gran artista, que a mí con esta entrevista, me ha transmitido un cachito de su vida y de su experiencia, además de brindarme una interpretación musical de su conocimiento, con esa escalera de sonidos que él tan bien sabe interpretar.