EDITORIAL - enero 2010

Año 1 de Román: tres mil parados más y subiendo.

En diciembre el paro aumentó en 214 personas, el mayor de la provincia

El año que acaba de terminar ha sido uno de los peores, por no decir el peor, de las últimas décadas. La crisis económica, el cierre de comercios y empresas, el aumento del paro en más de tres mil personas ha sido noticia diaria. José María Román, que en la oposición acusó a Ernesto Marín de haber creado dos mil parados durante su mandato, prometió tras la moción de censura que le dio de nuevo el poder que crearía trabajo y bajaría el paro, pero en sólo un año que lleva gobernando los desempleados han aumentado en más de tres mil, pasando de los once mil.



Decenas de comercios y empresas cerradas y otras, incluidas las más importantes, echando trabajadores o aplicando eres o ertes para intentar seguir adelante. Román y su equipo de gobierno no sólo no han dado trabajo ni reducido el paro sino que han contribuido a que la crisis en el centro, con el cierre de la calle la Plaza a los automóviles, haya aumentado desde que tomaron esa decisión este verano.

Once mil familias están pasándolo muy mal, muchas más si tenemos en cuenta los que llevan parados mucho más tiempo. Dicen que en 2010 nos irá aún peor. Esperemos que esos malos augurios no se cumplan.

El equipo de gobierno no da pie con bola, sólo vende proyectos que nunca se llevarán a cabo –como ha hecho durante treinta años- para dar idea de que trabajan, pero si gobernando en solitario se les veía faltos de ideas para sacar esta ciudad adelante, ahora, haciéndolo con la mentirosa Polanco y la tránsfuga silente y ausente Fernández, el caos es todavía mayor. Este pequeño reino de taifas, en el que cada parte se ha preocupado de colocar a sus allegados –con lo que criticaron al cuatripartito-, en cargos de confianza superan a los que tenía el gobierno de Marín.

Como superan también el gasto en publicidad. En folletos para cualquier cosa se están gastando miles de euros, muchos de ellos terminando en la basura y sin servir para nada. Hasta para un campeonato de canicas hacen folletos a todo color. La publicidad sólo ha bajado en PUENTE CHICO, ya que, como hicieron estos demócratas de medio pelo en sus anteriores etapas de gobierno, es el único medio que no tiene publicidad institucional. El resto, casi lo mismo, alguno de ellos lo mismo de siempre.

Román sigue siendo el mismo, o peor, porque tantos problemas como tuvo en 2009 le ha agriado aún más su mal carácter. Le han hecho una manifestación de verdad, entre seis mil y siete mil, y no como la que ellos prepararon a Marín, y los vecinos le han hecho rectificar bastantes cosas de sus ordenanzas para regularizar viviendas.

Y para terminar de arreglarlo han ordenado el derribo de diez viviendas ilegales, que aunque en el fondo puedan tener razón, no en la forma y menos cuando se está hablando de regularizar quince mil casas ilegales, más otras tantas que algún siglo de estos tendrán la misma suerte. Por muchos motivos que tengan para tirar esas casas en las Majadillas Bajas, hay tres mil expedientes abandonados en cajones que Román y sus antecesores dejaron caducar con total desvergüenza y descaro, muchos de ellos de concejales de su propio partido, familiares y amigos.

Y ya que decidieron que podrán legalizarse viviendas construidas antes de 2009 en vez de 2007, las que han derribado podrían haber seguido el mismo camino que las que están al lado, pues se encuentran en zona de regularización y otras muchas que también han roto precintos y se han cachondeado del Ayuntamiento serán legalizadas mientras las diez de Tocino son escombros.

Este derribo suena a advertencia a los vecinos de la Plataforma, que han envainado sus espadas y ya están dispuestos a dar el visto bueno a las ordenanzas, dejando fuera de la negociación una de sus principales reivindicaciones, que la Junta pague la mitad. De esto a pagarlo todo ellos hay un gran trecho, el que va de tener al PSOE a su merced a entrarles el miedo por si algunos de ellos seguían la misma suerte. En unos meses veremos quién gana el pulso, aunque tras el derribo Román tiene más papeletas.

Según los últimos datos conocidos del mes de diciembre pasado, el desempleo aumentó en Chiclana en 214 personas, el mayor de la provincia, llegando a los 11.052, lo que demuestra que Román y el Estado y la Junta no han solucionado o ayudado en nada a nuestra localidad. Ese empleo que prometió el alcalde ya se ve en lo que ha quedado, en un 24,3% más de parados, sin que parezca que esto vaya a cambiar en los próximos meses.

El muy nombrado Plan E no ha dado trabajo a quinientas personas como el PSOE nos han vendido, al menos no en Chiclana, y la segunda parte tampoco va a ser mejor. Román, Polanco y la silente-ausente harían bien en intentar capear el temporal, pero con mentiras y proyectos fantasmas no lo conseguirán. Están agotados -no de trabajo sino de ideas- y eso se nota en sus palabras y en lo que plantean para reducir la sangría laboral.