“Sois todos unos obscenos” nos desnudó las miserias y secretos de Freud y Marx
“Saltatium Teatro”, con el chiclanero Alfonso Sánchez, nos acercó a estos dos insignes personajes
La representación de la obra “Sois todos unos obscenos”, de Marco Antonio de la Parra, días pasado en el “Teatro Moderno”, volvió a congregar a gran número de aficionados a las artes escénicas. La compañía que la representaba, “Saltatium Teatro”, contaba con la participación de un chiclanero: Alfonso Sánchez, que desde hace unos años se está abriendo camino en el mundo de la interpretación en Madrid.
Lo aprendido en Chiclana de la mano de Antonio Estrada lo ha complementado con los estudios realizados en la escuela de Mar Navarro. Todo esto le ha llevado a participar en varios montajes así como en varias series de televisión. Regresar a Chiclana a estrenar su último trabajo es una alegría pero a la vez un compromiso, ya que la expectación era grande.
El texto no era fácil para el público, es duro en algunos momentos aunque lo supieron sacar adelante. La parte cómica del comienzo de la obra auguraba una buena noche de teatro y en líneas generales así fue. La escenografía, sencilla, constaba de un banco y de periódicos esparcidos por el suelo, como si fueran hojas caídas de los árboles del parque en el que se encontraban.
Pau Carreres y Alfonso Sánchez iban provistos de una gabardina y un tanga como vestuario, así como su correspondiente periódico, con el que se ocultaban de las miradas de los viandantes y disimulaban lo que pretendían hacer, que no era otra cosa que exhibirse delante de unas colegialas de un instituto cercano. La disputa del banco y tener el “privilegio” de enseñar sus vergüenzas a las jovencitas fue lo más divertido de una obra que no era para reírse precisamente.
La profundidad de los diálogos nos iba llevando hacia unos derroteros imprevisibles viendo a dos vulgares exhibicionistas, aunque después no eran tan vulgares como parecían ya que en realidad se trataba de dos de los personajes más importantes e influyentes de la historia, Sigmund Freud y Karl Marx. Cada uno con sus miedos y sus secretos, que van soltando al público sin pudor alguno, haciéndole partícipe de lo fueron sus vidas hasta llegar donde llegaron y después de alcanzar el reconocimiento.
En todos esos años hicieron cosas de las que arrepentirse, pero que les ayudó a formarse y a llegar a ser lo que fueron posteriormente. No es una obra para pasar el rato sino para pensar, meditar, algo que en el teatro o en el cine actual no es lo corriente. El público premió la representación con fuertes aplausos. En febrero y marzo representarán “Sois todos unos obscenos” en la Sala “La Usina”.
La representación de la obra “Sois todos unos obscenos”, de Marco Antonio de la Parra, días pasado en el “Teatro Moderno”, volvió a congregar a gran número de aficionados a las artes escénicas. La compañía que la representaba, “Saltatium Teatro”, contaba con la participación de un chiclanero: Alfonso Sánchez, que desde hace unos años se está abriendo camino en el mundo de la interpretación en Madrid.
Lo aprendido en Chiclana de la mano de Antonio Estrada lo ha complementado con los estudios realizados en la escuela de Mar Navarro. Todo esto le ha llevado a participar en varios montajes así como en varias series de televisión. Regresar a Chiclana a estrenar su último trabajo es una alegría pero a la vez un compromiso, ya que la expectación era grande.
El texto no era fácil para el público, es duro en algunos momentos aunque lo supieron sacar adelante. La parte cómica del comienzo de la obra auguraba una buena noche de teatro y en líneas generales así fue. La escenografía, sencilla, constaba de un banco y de periódicos esparcidos por el suelo, como si fueran hojas caídas de los árboles del parque en el que se encontraban.
Pau Carreres y Alfonso Sánchez iban provistos de una gabardina y un tanga como vestuario, así como su correspondiente periódico, con el que se ocultaban de las miradas de los viandantes y disimulaban lo que pretendían hacer, que no era otra cosa que exhibirse delante de unas colegialas de un instituto cercano. La disputa del banco y tener el “privilegio” de enseñar sus vergüenzas a las jovencitas fue lo más divertido de una obra que no era para reírse precisamente.
La profundidad de los diálogos nos iba llevando hacia unos derroteros imprevisibles viendo a dos vulgares exhibicionistas, aunque después no eran tan vulgares como parecían ya que en realidad se trataba de dos de los personajes más importantes e influyentes de la historia, Sigmund Freud y Karl Marx. Cada uno con sus miedos y sus secretos, que van soltando al público sin pudor alguno, haciéndole partícipe de lo fueron sus vidas hasta llegar donde llegaron y después de alcanzar el reconocimiento.
En todos esos años hicieron cosas de las que arrepentirse, pero que les ayudó a formarse y a llegar a ser lo que fueron posteriormente. No es una obra para pasar el rato sino para pensar, meditar, algo que en el teatro o en el cine actual no es lo corriente. El público premió la representación con fuertes aplausos. En febrero y marzo representarán “Sois todos unos obscenos” en la Sala “La Usina”.
no hay nada para un marqueri cualquiera como destripar una obra. anda que...
ResponderEliminar