LA METAMORFOSIS II
FumanchĂş, el CHINAclero disconforme [colaborador]
Ansermo sentado en su cama en carzoncillos miraba sus pies desnudos mientras pensaba en moluscos armejas, coquinas y cosas de esas, seguramente como consecuencia de mirar sus uñas. Ya iba siendo hora de que se las cortara de una vez porque podrĂa hacer daño a arguien.
Mientras las uñas se difuminaban en su pensamiento aparecĂan recuerdos de su juventud sobre un joven muchacho impetuoso, lleno de vitalidad, soñador, con carácter, raza y valentĂa, admirado por sus compañeros, fiel y entregado. Su madre le recriminaba que cualquier dĂa la policĂa irĂa a por Ă©l y ella morirĂa del disgusto de verlo encarcelado. Él trataba de no preocuparla pero su misiĂłn de cambiar el mundo era mucho más importante que todo eso. AsĂ que por las noches se citaba con los compañeros para acudir a reuniones clandestinas, correr por aquellas calles oscuras y desiertas y a espaldas de su madre ocultar libros y documentos tremendamente prohibidos de la Ă©poca.
En los muros más vistosos de su pueblo aparecĂa por las mañanas la hermosa palabra de 8 letras que atraĂa la vista y a algĂşn que otro niño por la mañana, que le preguntaba a su madre, de camino al colegio, su significado. Y ella se lo explicaba bajito mientras Ă©l se recreaba mirando la pared como su autor: “La ELE, la I, la BE, la E, la ERRE, la TE, la A y la DE”. QuĂ© cosa más hermosa adornaba aquel viejo muro.
La lucha cada mes se agudizaba, los cercos se cerraban, los cambios eran transitorios y prĂłximos hasta que esa palabra costaba más borrarla, aparecĂa más y más y la victoria era ya una inminente realidad.
Ansermo era todo un dios cuando el triunfo le llegĂł, pero ese tipo de dios no era de la clase que a Ă©l le gustaba porque el primer requisito que se necesita para ser Dios es uno solo y muy importante: ser solo y Ăşnico. Y Ă©l no lo era porque estaba rodeado de dioses por todos lados, dioses pacá, dioses pallá, un Dios dijo esto, otro Dios repartiĂł como hermanos, trae pacá dijo uno, otro decĂa esto pallá, uno se quedo con esto, otro con lo otro y ar finá de to, Ă©l se quedĂł con lo que querĂa y mandĂł to par carajo.
Se aparto de los demás dioses y como seguĂa siendo un dios cogiĂł un buen trabajito pa no hacer ni er guebo, un chalecito y no tardĂł en que una guapa mujer lo cogiera a Ă©l. Tuvo hijos y ninguno se llamĂł HĂ©rcules ni polla. Les dio estudios, los mando a Londres y a la guerta los colocĂł. Los demás dioses hicieron tres cuartos de lo mismo, se mosquearon con Ă©l, le retiraron el saludo y actualmente no se hablan con ninguno sin saber por quĂ©. Su mujer dice que es envidia cochina. AsĂ que se le acabĂł el gas y se le acabĂł la lucha. Teniendo er chalet, er cĂ©sped cortao, su mujer contenta y los niños colocaitos ¿quĂ© más podĂa desear?
De pronto, le apareciĂł por delante otra vez las uñas de sus pies que ligeramente cambiaba de color, se ennegrecĂa, se transformaba en delgadas patas. El estado emocional le impedĂa reaccionar mientras de piernas pasaba a patas. MirĂł su barriga y era una enorme masa de pelo corto y su espalda un cascarĂłn negro. MirĂł sus manos y eran negras y peludas, sin dedos, con pelos afilados como alambre en hileras. Intentaba mantener el equilibrio pero cayĂł hacia delante con sus patas hacia arriba, querĂa con todas sus fuerzas darse la vuerta y casi no podĂa hasta que lo logrĂł y empezĂł a andar hacia la cĂłmoda con un solo fin: asomarse al espejo.
Muy cĂłmodamente subiĂł por los cajones de la cĂłmoda y llego al espejo, cuando se mirĂł gritĂł despavorido, pero nadie ha oĂdo nunca un grito de una cucaracha.
No sé qué fue de Ansermo. Si se escapó por una alcantarilla, si Chiclana Natural se hizo cargo de él o si la mujé lo mato a escobazo limpio. Er caso es que a Ansermo, en contra de su voluntad, el verdadero y único Dios le forjó su destino.
Ansermo sentado en su cama en carzoncillos miraba sus pies desnudos mientras pensaba en moluscos armejas, coquinas y cosas de esas, seguramente como consecuencia de mirar sus uñas. Ya iba siendo hora de que se las cortara de una vez porque podrĂa hacer daño a arguien.
Mientras las uñas se difuminaban en su pensamiento aparecĂan recuerdos de su juventud sobre un joven muchacho impetuoso, lleno de vitalidad, soñador, con carácter, raza y valentĂa, admirado por sus compañeros, fiel y entregado. Su madre le recriminaba que cualquier dĂa la policĂa irĂa a por Ă©l y ella morirĂa del disgusto de verlo encarcelado. Él trataba de no preocuparla pero su misiĂłn de cambiar el mundo era mucho más importante que todo eso. AsĂ que por las noches se citaba con los compañeros para acudir a reuniones clandestinas, correr por aquellas calles oscuras y desiertas y a espaldas de su madre ocultar libros y documentos tremendamente prohibidos de la Ă©poca.
En los muros más vistosos de su pueblo aparecĂa por las mañanas la hermosa palabra de 8 letras que atraĂa la vista y a algĂşn que otro niño por la mañana, que le preguntaba a su madre, de camino al colegio, su significado. Y ella se lo explicaba bajito mientras Ă©l se recreaba mirando la pared como su autor: “La ELE, la I, la BE, la E, la ERRE, la TE, la A y la DE”. QuĂ© cosa más hermosa adornaba aquel viejo muro.
La lucha cada mes se agudizaba, los cercos se cerraban, los cambios eran transitorios y prĂłximos hasta que esa palabra costaba más borrarla, aparecĂa más y más y la victoria era ya una inminente realidad.
Ansermo era todo un dios cuando el triunfo le llegĂł, pero ese tipo de dios no era de la clase que a Ă©l le gustaba porque el primer requisito que se necesita para ser Dios es uno solo y muy importante: ser solo y Ăşnico. Y Ă©l no lo era porque estaba rodeado de dioses por todos lados, dioses pacá, dioses pallá, un Dios dijo esto, otro Dios repartiĂł como hermanos, trae pacá dijo uno, otro decĂa esto pallá, uno se quedo con esto, otro con lo otro y ar finá de to, Ă©l se quedĂł con lo que querĂa y mandĂł to par carajo.
Se aparto de los demás dioses y como seguĂa siendo un dios cogiĂł un buen trabajito pa no hacer ni er guebo, un chalecito y no tardĂł en que una guapa mujer lo cogiera a Ă©l. Tuvo hijos y ninguno se llamĂł HĂ©rcules ni polla. Les dio estudios, los mando a Londres y a la guerta los colocĂł. Los demás dioses hicieron tres cuartos de lo mismo, se mosquearon con Ă©l, le retiraron el saludo y actualmente no se hablan con ninguno sin saber por quĂ©. Su mujer dice que es envidia cochina. AsĂ que se le acabĂł el gas y se le acabĂł la lucha. Teniendo er chalet, er cĂ©sped cortao, su mujer contenta y los niños colocaitos ¿quĂ© más podĂa desear?
De pronto, le apareciĂł por delante otra vez las uñas de sus pies que ligeramente cambiaba de color, se ennegrecĂa, se transformaba en delgadas patas. El estado emocional le impedĂa reaccionar mientras de piernas pasaba a patas. MirĂł su barriga y era una enorme masa de pelo corto y su espalda un cascarĂłn negro. MirĂł sus manos y eran negras y peludas, sin dedos, con pelos afilados como alambre en hileras. Intentaba mantener el equilibrio pero cayĂł hacia delante con sus patas hacia arriba, querĂa con todas sus fuerzas darse la vuerta y casi no podĂa hasta que lo logrĂł y empezĂł a andar hacia la cĂłmoda con un solo fin: asomarse al espejo.
Muy cĂłmodamente subiĂł por los cajones de la cĂłmoda y llego al espejo, cuando se mirĂł gritĂł despavorido, pero nadie ha oĂdo nunca un grito de una cucaracha.
No sé qué fue de Ansermo. Si se escapó por una alcantarilla, si Chiclana Natural se hizo cargo de él o si la mujé lo mato a escobazo limpio. Er caso es que a Ansermo, en contra de su voluntad, el verdadero y único Dios le forjó su destino.
yo no sé.. , lo unico que si sé a ciencia cierta es q el campito esta plagado de cucarachas pero eso es una cosa!!!! que vienen fumigan y no hay manera y luego estan las ratas, unas ratas tremendas como gatos!!!! enormeesss!!! jajajaja!!!
ResponderEliminarFuman, si esto es una fábula el Ansermo tendrá argún nombre y un pare y una mare. Danos más pistas de esas que dicen "oro parece plata-no es" a ver si sabemos quién es.
ResponderEliminares verdad, a fumanchú hay q leerle muy detenidamente, pero lo de las cucarachas el problema es q es una plaga, y no de ahora , hay gente de aquella epoca muy metida en el asunto, que me cuentan q en españa no habia socialistas y de pronto todos eran socialistas del psoe, que salieron de todas partes y lo inundaron todo , sera eso verdad?
ResponderEliminaransermo????????
ResponderEliminarViva Kafka. Viva Fu-Man-Chu. Genial. TodavĂa hay una pequeña esperanza para Chiclana.
ResponderEliminarLa Metamorfosis del Sr Ansermo es muy esclarecerdora. El nefasto y perjudicial trinomio "Novia-Caza-Chalé" no ha podido ser descrito con más precisión.
Saludos