¿Y usted, que sabe hacer?

Santiago Laz [colaborador]

Fui a ver al Doctor Cofete Chitocu, y le dije que me recetara algo para oscurecerme, me mandó que viera un poco Gran Hermano, que escuchará a Melendi y que bebiera un poco más, para esto último no me hace falta prescripción médica. Le traje un mapa de España que compre en la Papelería Navarro y apoyo en él su fonendoscopio. Dice que
Oía las preguntas de un funcionario de la “Oficina del Paro”.



Caso 1
-¿Y usted, que sabe hacer?
-“Yo zé poné ladrillo”.
-Mire usted, con esta respuesta, y como está la cosa, no encontrará trabajo en al menos cuatro o cinco años.
- ¿Sabe usted leer con desenvoltura?
- ¿Mande?
- ¿Si sabe usted leer bien?
- Malamente. Me fui “der colehio” a los 14 años, “pa trabahá de peón”.
-¿Sabe algo de contabilidad?
- Las cuatro cuentas, malamente... “Ya le dihe lo der colehio”.
-¿Sabe trabajar con ordenadores?
- “Ofú, con er tio ehte... Que nooooo... Caraho, que no tentera...”.
-Bien, esto le limita bastantes puestos de trabajo cualificados.
-¿Tiene usted carné de coche?
-“Hí. pa llevá er Porsche Cayenne, no vea que paho casharro...”.
-¿Se ve capacitado para sacarse el carné de vehículo especial de Camión, autobús, ambulancia?
-“¿Pa ezo tengo que estudiá?”
- Bueno, si, un poco... Pero nosotros correríamos con los gastos de autoescuela, y carné, le damos facilidades.
- “A mi edá me vi a poné a estudiá... Teskíhpuí... Ira estt”.
-Bueno, limitamos todavía más la cosa.
-¿Sabe usted coger una zoleta?
-“Hi”.
-¿Sabe usted doblar el lomo?
-“Hí, de ezo zé un rato...”
-Pues como oficio disponible le queda: recolector de aceituna, recolector de remolacha, trabajar en la campaña de la fresa, peón para las obras del AVE, asfaltado de carreteras, desbrozador de montes, jardinero y cosas similares.

Caso 2.
-¿Y usted, que sabe hacer?
-Yo soy licenciado en filosofía y letras.
-¿Sabe usted leer?
- Si. Leo unas 400 palabras por minuto.
-¿Sabe usted escribir?
- Si. Tengo hecha la tesis doctoral por “Góngora y su influencia en el Siglo de oro Español”.
-¿Tiene rudimentos de informática?
- Pues si, domino el Word, el Excel, y todas las aplicaciones ofimáticas.
-¿Sabe idiomas?
-Si. Inglés, algo de francés, y estoy dando cursos de Alemán.
-Veamos su situación, hum... No hay revistas ni periódicos ni publicaciones en los que pueda usted aportar nada.
-Creo que no se están haciendo Universidades nuevas... Por aquí tampoco hay salida.
-¿Estaría usted dispuesto a ser profesor y compartir todos sus conocimientos?
-No me importaría en absoluto.
-Bien, pues pasará una oposición junto a otros 500.000 candidatos. Suerte.
-¿Y mientras, que hago?
-Pues como oficio disponible le queda: recolector de aceituna, recolector de remolacha, trabajar en la campaña de la fresa, peón para las obras del AVE, asfaltador de carreteras, desbrozador de montes, jardinero y cosas similares.

Caso 3.
-¿Y usted que sabe hacer?
-Soy enfermera.
-Bueno, directamente váyase usted a trabajar a Portugal, Inglaterra o a otro país donde aprecien más lo que sabe hacer. Aquí no tiene nada que hacer, y mucho menos en Andalucía.
-¿Y si no me quiero mover, que puedo hacer?
-Pues como oficio disponible le queda: recolectora de aceituna, recolectora de remolacha, trabajar en la campaña de la fresa, peona para las obras del AVE, asfaltadora de carreteras, desbrozadora de montes, jardinera y cosas similares.

Caso 4.
-¿Y usted que sabe hacer?
-Soy Bioquímico molecular.
-Pues no sea gilipollas, y quédese usted en Francia, Alemania, o Estados Unidos, donde no le faltará trabajo muy bien remunerado, respeto, y todas las facilidades para investigar.

Diagnóstico del Doctor Cofete:

“Falta de potencial humano, falta de tejido industrial, tecnológico, cultural, de enseñanza. Así, sólo nos podemos ir al puto carajo y a la puta quiebra en 10-15 años.

Nuestros mejores jóvenes mejor preparados, se van fuera del país. No somos capaces de generar otras hornadas de nuevos y buenos jóvenes preparados, por las cuarenta reformas educacionales, la degeneración de los padres, y la falta absoluta de motivación. El espejismo nefasto del dinero fácil, quita a los jóvenes de los institutos. Fallamos en lo más básico. No salen nuevas hornadas de médicos españoles, o no las suficientes. El 60-70% de los nuevos Médicos Internos Residentes son de fuera. Los tenemos que exportar para satisfacer la demanda.”

Tras esta auscultación, el doctor abrió un cajón de su escritorio y se receto a si mismo una dosis para oscurecerse.