¿Tiene alguna razón de ser la presidencia rotatoria de la UE?

Félix de la Fuente [colaboradores].-

Hace unas semanas dije que España, mejor dicho, el gobierno de España, no era digno de presidir la UE a partir del 1 de julio próximo, por apoyarse en los amigos y compañeros de ETA, que había sido condenada por el Parlamento Europeo. Hoy, el “autocrático Sánchez”, como le llama The Times, le vuelve a decir a la UE que por encima de Europa está él, que ni la UE ni la integración europea le importan un comino. Él puede convocar elecciones en medio de la presidencia de la UE, pues para él la UE es la plataforma o la excusa para presentarse a sí mismo como el emperador de izquierdas.

¿Es necesaria una presidencia rotatoria, que puede prescindir así, sin más, de Europa durante gran parte de su corto mandato?  ¿Está dignamente representada la UE por los jefes de gobierno de algunos Estados miembros? Dentro de unos meses será el húngaro Urban, quien presida la UE. ¿Tienen el mismo peso en cuanto presidente de la UE el jefe de gobierno de Malta que el canciller alemán?

En una visita a China o a Estados Unidos por parte del presidente rotatorio de la UE, ¿tiene acaso la misma importancia que presida la UE el jefe de gobierno de Luxemburgo o el jefe de gobierno de Francia? Estas son algunas de las reflexiones que me hago como ciudadano europeo y que, en mi opinión, deberíamos hacernos todos los europeístas.

Varias veces han coincidido presidencia rotatoria de la UE y elecciones del país que preside, pero creo que es la primera vez que se hacen coincidir. En todo caso, aunque no se tratara de la única vez, en que se han hecho coincidir estos dos acontecimientos, creo que es importante resaltarlo. No es que se hayan convocado elecciones generales a pesar de la presidencia de la UE, sino que se han convocado precisamente en estas fechas porque expresamente se buscaba que coincidiesen.

O PRESIDENTE TRIUNFANTE O DESPAREZCO

Sánchez no quería comparecer ante Europa como presidente derrotado. “O me presento como presidente triunfante o desaparezco”. Estamos ante un problema no solo jurídico, sino también psicológico. En el fondo se trata de una no-aceptación de los resultados electorales. Y ¿dónde está la línea divisoria entre lo psicológico y lo jurídico? Sánchez no podía comparecer ante Europa como el Kaiser fracasado. Esa es una de las razones de la convocatoria de las elecciones en esta época. “Si no triunfo, me voy”.

Si realmente se pone como excusa que tanto los trabajos preparatorios como los de la presidencia de la Unión se hacen en Bruselas y que, por tanto, para qué se necesita todo el gobierno de un país, que en este momento pone mucho más interés en mantenerse en el poder que en los problemas y en los retos de Europa? 

Si a todo esto unimos que los gobiernos de los Estados miembros no han sido elegidos para presidir la UE, es decir que ni el Consejo de la UE ni la presidencia rotatoria tienen suficiente soporte democrático, lo normal sería que desaparecieran las presidencias rotatorias o que se modificara radicalmente la forma de elección del Consejo de la Unión. ¿Qué imagen puede dar de la Unión Europea, entre otros, el presidente de Hungría, que en el año próximo presidirá la UE?