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Denuncia que uno de sus hijos lleva tres años faltando a clase, sin que el “Ciudad de Hércules” activara el protocolo de absentismo a tiempo

Critica la pasividad institucional en ese caso, ya que a partir de las treinta faltas injustificadas hay que actuar y nadie hizo nada, echándose la pelota unos a otros.-

Un padre chiclanero, Manuel Lucero Barrios, lleva tres años sin ver a sus dos hijos, de 16 y 13 años de edad actualmente, ya que su exmujer está incumpliendo el régimen de visitas establecido. Pero esto no es lo más grave, siéndolo y mucho. Lo peor de esta historia es que su hijo mayor ha estado casi todo este tiempo sin acudir a clase en el Instituto Ciudad de Hércules, sin causa justificada por la madre, pero el centro no activó el protocolo de absentismo, que debe hacer a partir de las 30 faltas. En enero de 2021 fue la última vez que los vio.

 

Manuel Lucero comprobó como en el curso 2020/21, ya en el primer trimestre, su hijo había faltado 113 veces, pero el Ciudad de Hércules no hizo nada. Entonces tenía 14 años. Pero en el siguiente trimestre las faltas aumentaron a 119 y tampoco se activó el protocolo, obligatorio, que habría obligado a la delegación de Servicios Sociales del Ayuntamiento a intervenir, mandando a la Policía Local a investigar. Pero nada de esto ocurrió.

 

Obviamente fue al centro a informarse de por qué no habían hecho nada y todo siguió igual, acudiendo a Servicios Sociales para denunciar la situación. Llamaron a la madre, pero no acudió a la cita, insistiendo y comprometiéndose ésta a solucionar el problema, aunque no fue así, pues el niño siguió faltando y al final superó las 200 faltas, ante la pasividad del instituto citado y del Ayuntamiento.

 

DOS CURSOS MÁS SIN IR A CLASE

 

En el curso 2021/22 sucedió lo mismo. Manuel continuó preocupándose por su hijo y éste no iba a clase tampoco, aunque en esta ocasión logró con mucha insistencia que el centro activara el protocolo de absentismo. Pero la burrocracia es muy lenta y el curso ya estaba muy avanzado cuando Educación intervino, pero tampoco fue efectivo, ya que solo se hizo una mediación familiar de dos reuniones, que tampoco se cumplieron por la falta de la madre a ellas, terminando el curso con 200 faltas de asistenciaReseñar que la madre ha justificado alrededor de treinta de ellas aduciendo dolor de cabeza, de barriga o crisis asmática, pero del resto (alrededor de quinientas) nada de nada.


Y nos plantamos en el presente curso, 2022/2023. Nada cambió. Su hijo continuó sin asistir a clase y sin llevar justificantes de dichas faltas. Y el instituto Ciudad de Hércules tampoco hizo nada para arreglar este asunto y poner en conocimiento del Consistorio la situación: “Es inconcebible que el instituto no haya activado en tres años el protocolo, lo que me hace pensar que puede que mi hijo no sea el único, con el problema que conlleva no ir a clase, porque están impidiendo el desarrollo académico de un menor cuando deben hacer lo contrario” señala Manuel.

 

ACTIVACIÓN DEL PROTOCOLO DE ABSENTISMO

 

Activar el protocolo obliga a investigar a la Policía Local los motivos por los que no va a clase (acoso, maltrato, etc.) y tomar las medidas correspondientes. En Chiclana ya han sido condenados varios padres por no llevar a sus hijos al colegio, pero en este caso, sangrante, se han lavado las manos el centro educativo y Servicios Sociales. Se da la circunstancia de que en abril cumplió los 16 años, con lo que a partir de ese momento ya no le podían obligar a asistir a clase, a falta de dos meses para terminar el curso.

 

Cuando Manuel Lucero le dijo a Servicios Sociales que su hijo llevaba tantas faltas allí le dijeron que no era posible, que habría un error y que hasta que el Ciudad de Hércules no activara el protocolo de absentismo no podían intervenir. Lo mismo le comentó el alcalde, José María Román, cuando se lo comunicó. Un error, no es posible, pero sí era posible lo que estaba sucediendo y nadie tomaba cartas en el asunto.

 

Le dieron cita en Servicios Sociales para finales de febrero y le respondieron que no sabían nada. Ahora la respuesta del centro, el alcalde y Servicios Sociales es que al tener 16 años ya no le pueden obligar a ir. Se pregunta este padre por qué no intervinieron antes, cuando sí podían y él lo denunció.



LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS SE PASAN LA PELOTA

Envió un escrito al Defensor del Pueblo Andaluz y éste le dijo que antes tenía que hablar con la Inspección de Educación de la Junta de Andalucía, que tampoco hizo nada. Envió la misma denuncia al Fiscal de Menores de Cádiz y sigue sin respuesta.

 

Todas las instituciones públicas se han lavado las manos y pasándose la pelota unas a otras. “Me gustaría saber porqué se tapan entre ellas, por qué quieren tapar las vergüenzas al centro, por qué si la madre no quiere acudir con mi hijo al psicólogo nadie la obliga. Por qué Servicios Sociales cierra el caso de mediación familiar, a donde nos mandaron, porque ella no acudió. ¿Por qué esta dejadez y corporativismo?”.

 

En el instituto le dijeron que a su hijo lo veían triste y afectado por la situación familiar (los padres se divorciaron en 2014, teniendo la madre la guarda y custodia de los niños, acordando un régimen de visitas que tampoco se cumple) y que necesitaba acudir a un psicólogo, a lo que la madre se ha negado.

 

Lucero ha enviado cartas al Defensor del Pueblo Andaluz, Inspección de Educación en Cádiz, Defensor del Menor en Sevilla, Policía Local, Fiscal de Menores, Servicios Sociales de Chiclana y a la Delegación de Salud y Familia, pero no sirvió de nada.

 


RESPUESTA DEL INSTITUTO

 

Lo que este padre pretende es denunciar la dejación y el corporativismo de las entidades públicas y del Consistorio chiclanero, así como y el IES Ciudad de Hércules. El periódico La Voz de Cádiz preguntó al instituto y a Servicios Sociales de Chiclana los motivos de no haber actuado a tiempo.

 

El Ciudad de Hércules afirmó que “hemos actuado correctamente derivando la situación a la comisión de absentismo del Ayuntamiento de Chiclana, donde se realizaron las actuaciones pertinentes para la regularización de la situación escolar del alumno, habiendo constancia escrita de todas ellas”.

 

Afirma que “en diversas ocasiones se han producido reuniones con los familiares y el alumno para analizar y tomar las medidas adecuadas, haciendo referencia a que “en el curso actual el alumno es mayor de 16 años y por lo tanto ha finalizado la edad de escolarización obligatoria”. Surrealista respuesta, ya que los 16 los cumplió en abril, casi al final del curso.

 

ERROR GARRAFAL DEL CIUDAD DE HÉRCULES

 

El concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Chiclana, Francisco Salado, aseguró estar al tanto de las reclamaciones de Manuel Lucero, incidiendo en que “hasta que desde el colegio no se ha iniciado el protocolo, el Ayuntamiento no ha podido hacer nada. Y entonces hemos hecho lo que estaba en nuestras manos”. Indicó también que el instituto “no reconoce que algo se ha hecho mal, cuando han cometido un error garrafal”, preguntándosepor qué no nos hicieron llegar antes la situación para poder haber actuado en consecuencia”.

 


O sea, que la respuesta del Ciudad de Hércules no se atiene a la verdad según lo manifestado por Lucero y el edil chiclanero, ya que si fuera cierto lo manifestado por el centro, este asunto no habría terminado con un niño sin acudir a clase durante tres años sin causa justificada.

¿Qué se hace ahora, con el curso a punto de finalizar en ese momento y un menor de edad llevando tres años sin realizar sus estudios? ¿Por qué esta dejadez materna, del IES y de las instituciones públicas que deben velar para que estos casos no ocurran?

 

NADIE SABÍA NADA

 

Lo curioso es que en una vista celebrada en junio de 2021, hace dos años, la Fiscalía dijo que había “un posible delito de absentismo”, pero ahora todos hacen como que no sabían nada y que no pudieron actuar por eso.

 

La realidad es que un menor ha estado tres años sin acudir al colegio sin que nadie hiciera nada para evitarlo, excepto su padre, que ahora no le pueden obligar y que lleva todo ese tiempo sin ver a sus dos hijos porque la madre de éstos no cumple tampoco el régimen de visitas. Pero esta es otra historia que se va a dilucidar en el juzgado, aunque están relacionadas con lo sucedido.

PACO LÓPEZ

 

3 comentarios:

  1. Lamentable que pasen estas cosas. Lo del absentismo es un cachondeo y este padre lo ha podido comprobar de primera mano. Vaya tela con el centro y con el concejal.

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  2. Francisco Salado es el ejemplo más flagrante de corporativismo que hay en Chiclana, siendo totalmente utópico creer ninguna versión suya sobre ningún tema. El Karma os aguarda.

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