El capitán Don Benítez Molina y sus secuaces
Javier Olmo [colaboraciones].-
Un
domingo por la tarde, siendo la hora de la tapita chiclanera, estábamos
reunidos unos cuantos por mi llegada a pasar unos días por casa y cargar pilas,
ya que se venían meses intensos. Justo en ese momento pasó Chema, José María
Gallardo, íntimo amigo mío, de esos amigos que ves cinco veces al año, pero
vaya alegría de encuentros.
Charlando con él sobre la vida, me invitó a ir a ver el ensayo de la chirigota donde él canta e interpreta. Por supuesto no me pude resistir y acepté su invitación. El miércoles 22 de noviembre, sobre las 21,00 horas, pasé a buscarle y nos fuimos a una de esas peñitas con encanto y arte de la provincia, añeja, con olor a vino de la tierra y con mucha gente en su puerta.
El aroma, la sintonía y el buen rollismo ilustrado se transmitían desde leguas. Qué arte hay que tener para poder interpretar y llegar a los corazones cantando carnaval. Al rato llegó el capitán de esa entrañable y pintoresca chirigota, la cual representa los valores de don Fletilla, el 3x4 y como bien refiere el título de este artículo, compadres del taratachán, gloria bendita para quien le guste el carnaval y el soniquete añejo, que no antiguo porque nunca quedará anticuado.
El capitán se puso a ordenar y mandar a sus secuaces que iban animándose con
cambios de tono y añadiendo instrumentos para dar musicalidad y brillo. En los minutos
siguientes ya me había involucrado con el grupo y estaba disfrutando como un
niño en el templo de los ladrillos coloraos.
Ni puedo, ni quiero adelantaros más sobre esta breve pero intensa obra de amor
carnavalesca que dará mucho que hablar en este COAC 2024. Su tipo, su
gente, su capitán y su público entrarán en sintonía, para llevar en volandas al
capitán Don Benítez Molina y sus
secuaces.
Me ha encantado leerte
ResponderEliminar