Camioneros y gruístas de Chiclana organizaron una fiesta a Adrián Ariza

Quedó parapléjico hace poco más de un año tras un accidente y quisieron darle un homenaje, al que asistieron unas doscientas personas.-

Alrededor de doscientas personas se reunieron en la nave  de Buti, para homenajear a Adrián Ariza Serrano, camionero de Chiclana, que se quedó parapléjico tras sufrir un accidente en una obra en la que estaba trabajando en la zona de La Barrosa, al caer desde una altura de tres metros. Esto ocurrió hace algo más de  un año y estuvo en el Hospital de Tetrapléjicos de Toledo ocho meses, donde se fue recuperando de los problemas causados por la caída.

Cuando Adrián regresó de Toledo sus compañeros le hicieron un gran recibimiento en el recinto ferial de Las Albinas. Allí se reunieron decenas de camioneros y gruístas, con sus bocinas sonando y las luces intermitentes. Fue una acogida apropiada al cariño de sus compañeros por él.

La idea de esta fiesta partió de José Antonio Saucedo, que lo comentó con Francisco Palmero y otros compañeros, decidiendo hacerle algo. Se lo dijeron a Adrián y éste les comentó que prefería que le hicieran una fiesta familiar el día de su santo. Dicho y hecho. Contactaron con el resto de compañeros y empezaron a organizarla.

ARROPADO POR COMPAÑEROS, FAMILIARES Y AMIGOS

Buti les cedió la nave y varias empresas de Chiclana aportaron artículos, como Panadería José Butrón, en Carboneros, con el pan; Carnicería David Alcántara, Congelados Troitiño, Neumáticos Antonio Paradela e Hijos, etc. Los asistentes también aportaron una pequeña cantidad cada uno, con lo que pudieron adquirir alimentos y bebidas y realizar tres hermosas y ricas paellas, además de chacinas diversas, quesos, etc.

Adrián en todo momento estuvo muy sonriente y feliz por el detalle de sus compañeros, que en todo momento le mostraron el cariño que le profesan. Tiene 35 años y sabe que su vida ha cambiado para siempre, pero eso no le ha quitado las ganas de vivir y disfrutar, aunque sea de otra manera. Ser positivo es muy importante en estas circunstancias y él ha asumido la situación muy bien, aunque no haya sido nada fácil.

En la fiesta estuvieron también sus familiares, esposa y padres incluidos, así como amigos. Hubo hasta un grupo flamenco amenizándola. Nos contaron que Adrián desde niño era un enamorado de los camiones y en cuanto pudo se subió a uno. El accidente no fue conduciendo, como ya contamos antes. El destino ha sido cruel con él, pero ha sabido darle la vuelta a la situación. Le deseamos todo lo mejor. Se lo merece.

PACO LÓPEZ