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TIEMPO DE HÉROES: El templo del Oeste

Julio Cascobelo [colaborador]

Siempre ocurre que los mayores momentos de lucidez suceden justo antes de realizar un viaje que se piensa sin retorno. Así caminaban los héroes hacia las batallas, y eran recordados en todo su esplendor y valentía, más si caían en combate. Así como muchos de nuestros seres queridos cayeron con esa misma clarividencia en el momento de su muerte, como si el miedo a perder fuera sólo para los que nos quedamos, y ellos ya hubieran comprendido el verdadero sentido de la vida, y se dice: van hacia la luz. Así como se vuelcan a la calle aquellos héroes anónimos que, partiendo de Sol, buscan un rayo de claridad en la consciencia del pueblo, pese a la resignación de no saber si son ellos los que sueñan buscando lo imposible, o son los otros los dormidos, imposibilitados por su mansedumbre.

Los egipcios lo tenían claro, cuando en su matutino despertar miraban hacia el Este y saludaban a su héroe y principal Dios, el Sol, que les recordaba que la oscuridad de la noche era sólo un instante, que “Ra” había vuelto a resucitar, venciendo en “la duat” a la malvada serpiente Apep, y que la vida les daba otra oportunidad de iluminar el “udjat” de la consciencia, para ver las cosas con el juicio adecuado. Por este motivo la mayoría de los templos de la antigüedad se orientaban hacia el Este, para honrar su regreso cada mañana.

Sin embargo, en Chiclana tenemos un antiquísimo templo orientado hacia el Oeste, que ahora se conoce como “El castillo de Sancti Petri”. San Pedro es según la tradición cristiana el que posee “las llaves del Reino de los cielos”. No por casualidad el Oeste es tradicionalmente el lugar hacia donde se dirigen los caídos, así como el Sol se oculta por Poniente. Sabemos además, que todos los años durante el solsticio de verano del 21 de Junio, el Sol se pone precisamente sobre la vertical del, antes conocido como, “Templo de Melkart” (que significa: “fuego del cielo”). En este, el día más largo del año, se celebra además las fiestas de San Juan y se encienden fogatas al anochecer.

El Solsticio de verano es el momento en que el Sol está en lo más alto del firmamento, como si la luz se hubiera elevado a la más alta gloria del Cielo. Las hogueras servían para, usando el fuego, dar más fuerza al Sol, para que se quedara ahí por siempre y no descendiera más. Por otra parte, Juan era el antiguo Jano, Dios romano que también tenía las llaves de las puertas hacia la liberación, y que con sus dos caras nos recuerda al horóscopo de Géminis, que se da precisamente en Junio.

Enterrado en su templo gaditano, Hércules, el héroe que realizó los doce trabajos para convertirse en Dios, es precisamente un símbolo del paso del Sol sobre las doce constelaciones del Zodiaco. Curiosamente en Sancti Petri se encontró una estatua de Hércules sosteniendo una manzana dorada, (símbolo del Sol), y que se corresponde con el trabajo de Hércules acaecido en el “Jardín de las Hespérides”, que era algo así como el Edén. Justamente, este trabajo, se vincula con el último paso del Sol sobre el signo de Géminis, en Junio, y cuando el Sol cae por el castillo en este día, se eleva en lo más alto del cenit de la bóveda celeste la propia constelación de Hércules, que aparece en el firmamento aplastando sobre sus rodillas a la malvada serpiente del Paraíso, correspondiente ésta última a la formación estelar de Draco.

Héroes y Dragones. Hoy en día el gran Dragón del Apocalipsis es, como siempre ha sido y será, el mismo con distintos nombres, es decir, la parte de nosotros mismos que nos impide brillar. Por eso cada vez que alzo la vista sobre la dorada arena de nuestra “barrosa”, a ese castillo del mar, que aparece en todos los escudos como nuestro heroico emblema de ciudad, recuerdo, que está allí para que nunca olvidemos, que lo único que hemos de enterrar antes de que dejemos este cuerpo, es sólo nuestro propio miedo, y que, como dicen de los toreros: sólo los valientes lo conocen como para enfrentarse a él, sobre todo, si nos dejamos la piel en ello.

“Los días están contados, no hay más que temer,
tan solo seremos libres cuando no haya más que perder” Vetusta Morla.



9 comentarios:

  1. Un texto mucho más aclarativo del inicio del verano que las miles de aburridas crónicas periodísticas que podemos leer...

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  2. Ojala el ser humano, se despojara del miedo y continuara hacia un mundo mejor.

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  3. No sé si podré estar allí presente, para hacer el merecido homenaje a nuestro Astro Padre. Pero seguro que sí lo tendré presente en su otro lugar de ubicación continúa: mi corazón.

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  6. Tanto el cristianismo como el islam o el judaísmo parten de sociedades con mitologías de tipo celeste. A través del sol se ve la fuerza del mismo, dador de calor y de vida. El día se asimila a la vida y la noche a la muerte. Así, oriente es símbolo de nacimiento, de dicha y de paz: por oriente (por el este) sale el sol todas las mañanas. Occidente, el punto contrario es el lugar por el que desaparece la luz dando paso a las tinieblas de la noche.
    En la mayoría de los templos cristianos, y tenemos un buen ejemplo en la Iglesia de San Juan Bautista o Iglesia Mayor de Chiclana; la entrada principal suele estar en el oeste, donde se encuentra la fachada principal. El punto más importante del templo, el altar en el que todo converge, está al este del edificio, en el centro bañado por la primera luz de la mañana que entra por la ventana central del ábside. El paso de los fieles desde la entrada hacia el altar es símbolo del paso de las tinieblas a la luz.
    Igualmente, espero que Sol nos guíe desde la oscuridad hacia la luz y dejemos a un lado el conformismo.

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  7. Muchas gracias. Muy interesante este último comentario, sí señor. Es por esto que quería trasmitir que el Oeste es sinónimo de muerte, pero una muerte héroica, es decir, la muerte como el valor de atreverse a dar un paso hacia la transformación, hacia el cambio, como tránsito hacia una nueva y mejor vida.

    Que la luz interior, como decía Pedro, nos guíe.

    Saludos.

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  8. Felicidades, Julio, por esta crónica donde fundes historia y buen gusto, con la que me has hecho disfrutar de sentirme chiclanero. Estamos en tiempos de héroes, pero también en zona de héroes. Ojalá podamos, con un poco de humildad y con recuerdos como el que nos traes, aprender de ambos.

    Gracias,
    Jesús
    (tweeter: @jesustenta)

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  9. Muy bien Julio me ha gustado mucho y no sabía que hicieras articulos tan interesantes como este, me sorprendes...a ver si te animas y nos cuentas una pero con caballeros del zodíaco(esto último es broma y lo sabes eh?)

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