Sacando pecho

No podemos negar que nuestra cultura se asienta en una serie de preceptos judeocristianos que conforman nuestra forma de ser. Tuvimos, a principios del siglo XIX, la oportunidad de cambiar las bases de nuestro pensamiento, pero la desperdiciamos. Por todo ello, ante una dificultad, ante cualquier problema, nosotros, en vez de reflexionar, sopesar pros y contras, analizar las soluciones viables y aplicar un plan sistemático para llevarlas a cabo, lo único que hacemos es sacar pecho.
Y ahí tenemos a nuestro presidente de Gobierno, pregonando a todos los vientos que, aunque no tiene ni idea de cómo sacarnos de esta crisis y le tiembla imperceptiblemente el pulso cada vez que sigue la evolución de nuestra prima, la de todos, la de riesgo, no debemos preocuparnos: él nos sacará de este berenjenal en el que nos ha metido la izquierda atolondrada y sediciosa, y convertirá nuestro país en un paraíso de trabajo y bienestar social. Trabajo pagado a precio de saldo y bienestar social para los ricos, claro.
De otra parte, nuestro flamante líder de la oposición se mueve, viaje va y viaje viene, vendiendo por toda Europa su infalible recetario de soluciones, sin pudor, asegurando que quien quiera salir de la crisis, que le consulte a él, que parecen todos tontos.
No les quiero ni nombrar a nuestro ministro De Guindos, que sonríe como un vendedor de corbatas, mientras va mendigando, también por toda Europa, unos miles de milloncetes para sus amigos los banqueros: “Bankaja tendrá todo el dinero que necesite”, decía hace un par de meses. Le faltó decir: y a los demás, que les den…
Los sindicalistas no sacan ni pecho ni nada, porque hace ya mucho tiempo que dejaron de la mano a la clase trabajadora. Si no, que se lo pregunten a los mineros. Ahora que llegaron las vacas flacas, no paran de hacer números, a ver cómo pagan los teléfonos, la luz, las comilonas, los relojes de lujo de algunos de sus secretarios generales, y a ver quién sigue disfrutando de las liberaciones sindicales, pues la cosa se está poniendo más negra que tiznada, y muchos van a tener que volver a su puesto de trabajo, si es que lo tienen.
SACAR PECHO A COSTA DE LOS DEMÁS
El señor Sánchez Gordillo ha encontrado la fórmula para superar la crisis: asaltar supermercados para, a continuación, dar de comer a los necesitados. ¡Qué bonito! Me gustaría ver su cara y la del resto de sus compañeros si una cuadrilla de desalmados entraran en sus casas y los dejaran sin televisor, sin frigorífico, sin su cama de matrimonio, o simplemente sin su mando a distancia, eso sí para dárselos a los necesitados.
Es muy fácil sacar pecho a costa de los demás. Es muy sencillo decir a los españoles que se aprieten el cinturón cuando uno gana seis mil euros al mes, con derecho a indemnización millonaria si cesas en tu cargo público".Aunque es absolutamente indigno decirle a un parado que cobra cuatrocientos veinte euros al mes que a ver si se anima a trabajar, que ya está bien de chupar del bote, mientras se fijan topes salariales de seiscientos mil euros al año para los mismos banqueros que nos han arruinado.
Es la segunda vez que miro a Francia, pero no tengo por menos que descubrirme ante las medidas que está tomando el señor Hollande en su país. Allí se les baja el sueldo a los políticos un treinta por ciento, y se les sube el sueldo a los trabajadores.
Allí se venden coches oficiales y con ese dinero se construyen nuevas guarderías en zonas marginales. Allí se van a retirar todo tipo de subvenciones a sindicatos y partidos políticos, en fin, allí se estudian fríamente los problemas y se aplican soluciones inmediatas y justas, en defensa de los débiles, de los más desfavorecidos.
IMPREGNARSE EN EL ESPÍRITU DE LA ILUSTRACIÓN
Ya quisiéramos nosotros haber podido impregnarnos un poquito más del espíritu de la Ilustración, y no de tanta religiosidad barata, rayana en la superstición, para comprender que la palabra justicia está por delante de la palabra caridad. Por cierto, los que no sacan pecho desde noviembre son los obispos, que desde que gobierna el Partido Popular están más callados que en misa.
Mientras tengan casi asegurado un previsible aumento de subvenciones en su enseñanza concertada, y se mantengan las suculentas subvenciones para sus fundaciones y ONG’s, amén de sus ingresos libres de impuestos por cobro de entradas en iglesias y catedrales, todos contentos.
Yo opino que quien quiera profesar una religión que la pague, pero que la pague él, no yo, para poder dedicar esos caudales públicos a las familias que realmente lo necesitan. Estamos hablando de unos tres mil millones de euros. Y si los partidos necesitan dinero, que inviertan parte de lo que ganan todos los que disfrutan de un cargo público en sus respectivas formaciones políticas.
Ya está bien de saquear las arcas públicas para mantener a una casta semianalfabeta que viaja en coche oficial, que come en restaurantes de lujo, que vive en hoteles de cinco estrellas, que pasa sus puestos bien remunerados de padres a hijos y que no sirve ni para pegar un sello".Ni tienen idea de economía ni son capaces de ponerle un bozal a los insaciables bancos, a través de leyes justas y solidarias.
Me quedo definitivamente con Hollande. Apocado, tímido, aparentemente sin sustancia, pero con una ética intachable hasta el momento, y una firmeza y resolución envidiables a la hora de proteger a los necesitados.
Me gustaría que, precisamente en el bicentenario de la Constitución de 1812, la sociedad española tomase de nuevo la senda de la Ilustración con mayúsculas, y se apartase definitivamente de la sombra negra e infecunda de la España que apoyó a Fernando VII, porque bajo esa sombra sólo reposan los poderosos sin escrúpulos.
Vaya bodrio.
ResponderEliminarPues ni toda la ilustración francesa con el señor Hollande a la cabeza es capaz de sacar a Francia de este asegurado agujero de la crisis que también se esta viendo abocada a sufrir, pero sí que suena populista que a los políticos se les baje el sueldo. Pero solo es eso; fuegos de artificio.
Ni tampoco existe una JUSTICIA sin que esencialmente sea caritativa.
Y así un largo etc...
Demasiada demagogia y poco sentido común, o de lo ponderado o ilustrativo ya que se nombra.
A este Navas se le ve el plumero. Cuando gobernaba el Psoe, su partido, nunca escribió nada paracido. Entonces ZP y Román eran buenísimos. Ahora critica al PP y se deja caer un poquito, solo un poquito con los suyos pa disimular, pero en seguida vuelve a las alabanzas, usando para ello al presidente francés.
ResponderEliminarFrancia debería pensar que "cuando veas las barbas de tu vecino pelar...echa las tuyas a remojar" porque la burbuja inmobiliaria actual de Francia es mucho mayor que la española, solo que allí no ha estallado aún. Además ha empezado un declive de su economía.
ResponderEliminarEn cuanto a las bondades de Hollande no hay que olvidar que ya ha empezado a hacer lo mismo que Sarkozy y ha empezado a deportar a gitanos a Rumanía, aunque como es de izquierdas nadie le ha tachado de racista.Qué fácil es criticar desde la oposición y qué complicado es hacer lo contrario a lo criticado cuando se sube al poder.
En definitiva, somos primos hermanos, que no lo olviden porque el futuro también les puede ser también bastante amargo.
España es grande muy grande y tiene mucho peso
ResponderEliminarEuropa no es europa sin España.
La crisis y la ruina la van a pagar mas de uno si españa se cae se caera mucho mas que España y no te valla a creer que porque Francia este gobernada por un socialista timido y tontito ya vamos a tomarla como un ejemplo.
El ejemplo esta en nosotros mismos. nosotros que tenemos que borrar de una vez por todas todo lo que tenga que ver con la izquierda y con la derecha.
nosotros que tenemos que quitar y hacer desaparecer difulmigar y desintegrar de esta tierra a la gaviotita y la manita y la rosita y la mare que los parieron a todos.
mana de ladrones.
Es cierto que el Navas este no fue muy critico con los socialistas cuando gobernaban. Y mira que han dado muestras de estar corrompidos hasta la medula, no los socialistas de verdad, sino los que mueven los hilos. Rajoy es consecuencia de Zapatero, y no va a respetar nada que tenga que ver con políticas sociales. Defendera al dinero. En cualquier caso, rectificar al equivocarse es siempre una buena noticia. Con lo de Rubalcaba y la Iglesia, totalmente de acuerdo. Pero los que deben sentirse tontos de remate son todos los que creyeron que al votar a Rajoy se arreglaba todo esto en dos meses. Y tras los funcionarios, vamos todos. Y el que diga que hay que apretaras el cinturón, que se apriete el los... ¿Esta claro?
ResponderEliminar