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El niño Mortara y los Agustinos Roquetini en Chiclana


JUAN J. RODRÍGUEZ BALLESTEROS [colaboraciones].-

Alguna gente ya sabrá que el famoso director de cine de ascendencia judía Steven Spielberg, tiene en proyecto hacer una película basada en la novela de otro autor judío, David I. Kertzer, titulada El secuestro de Edgardo Mortara.
   
Lo seguro es que casi nadie sabe que el también judío Edgardo Mortara, muy famoso en la segunda mitad del siglo XIX, pasó varios años en Chiclana, siendo ya sacerdote católico y habiendo tomando el nuevo nombre de Pío María. Tampoco yo lo supe hasta que el investigador de nuestra historia local Jesús D. Romero Montalbán, me pasó una copia de una anotación añadida al Libro de Bautismo nº 15 de la parroquia de San Juan Bautista.

La nota refiere que un grupo de seis frailes Agustinos Roquetini, que se hallaban en San Fernando, vinieron a nuestra localidad cuando el Padre Añeto les ofreció hacerse cargo de la Iglesia de San Telmo. Tras ellos llegó Mortara, una vez acondicionado el convento. Y hasta dos novicios tuvieron.

LLEGADAS DE LOS AGUSTINOS

Este hallazgo permite confirmar que los Agustinos llegaron a nuestra localidad en tres ocasiones distintas: En la primera, allá por el siglo XVI, fueron los Agustinos Ermitaños. A esa regla perteneció fray Sebastián, que estuvo incorrupto en San Telmo hasta que la riada de 1965 acabó con su especial estado de conservación. En un segundo momento, de 1882 a 1886, llegaron los Agustinos Roquetini con Mortara.

Los Roquetini deben su nombre al beato Juan Roque de Pavía, uno de los reformadores de la orden hacia el año 1444, (como afirma fray Gerónimo de la Concepción en su famosa obra Emporio del orbe, Cádiz Ilustrada... VIII. 6º, p. 624). La tercera ocasión se produce en 1948 con la llegada de los actuales Agustinos Recoletos.

NIÑO MORTARA

Pero ¿quién fue ese famoso niño Mortara, del que incluso habla Unamuno en su obra Contra esto y aquello (1912) y que abandonó nuestra ciudad para llegar al País Vasco en 1884? Fue un niño judío que nació en 1851 en Bolonia (Italia). La ciudad pertenecía entonces a los Estados Pontificios, ese territorio del tamaño de Galicia en el que el Papa Pío IX gobernaba como monarca absoluto. Algo sabemos todos relacionado con él. ¿Quién no ha degustado alguna vez los dulces que nos recuerdan su polémico pontificado? Los piononos.

Edgardo Mortara, sin embargo, saltó a la palestra tras ser bautizado, a escondidas de sus padres, por una jovencita criada católica, creyendo que el niño moriría de unas fiebres. El caso fue que la Iglesia, enterada la Inquisición, se lo arrebató a sus padres, quienes, por ser judíos, no podían criar a un niño ya bautizado según la legalidad eclesial. El asunto trascendió a nivel internacional y dio para 20 artículos en el New York Times, por poner un ejemplo.

INFALIBILIDAD DEL PAPA

Hoy sabemos que muchos judíos apoyaban y se apoyaron en los regímenes liberales que acorralaron a Pío IX en el Vaticano cuando Italia fue unificada por el rey Víctor Manuel II. En tan delicado momento para el Papa, lo único que le faltaba era esa noticia del secuestro del niño Mortara.

Él, que dependía de Francia para retener sus territorios, quedó abandonado a su suerte y al fin, tras ser derrotado en 1870, afirmó sentirse preso en el Vaticano. Fue Mussolini quien hizo el apaño de negociar la creación del minúsculo estado eclesial en 1929.

Asediado Pio IX, en 1864 lanzó la encíclica Quanta cura con su polémico apéndice Syllabus condenando casi todas las ideas contemporáneas, convocó el conflictivo concilio Vaticano I en 1869, que declaró la infalibilidad del Papa y el dogma de la Inmaculada Concepción.

SACERDOTE AGUSTINO

Dos asuntos que dificultarán enormemente la posterior unidad de las iglesias cristianas. Más tarde excomulgó al rey de Italia y dictó que los católicos italianos no votasen en las elecciones… A su favor, no olvidamos que inició la doctrina social de la Iglesia Católica y que, en un primer momento, abolió el gueto judío de Roma.

En cuanto al niño Mortara, ya mayor de edad, se ordenó sacerdote de la orden Agustina. Así que llegó a Álava tras un fatigoso viaje desde Chiclana e inauguró un seminario en Oñate (el discurso que pronunció lo pueden ojear en la web: bvpb.mcu.es/). A la postre, se convirtió en un gran predicador itinerante, incluso estuvo en Nueva York y, al fin, murió en Bélgica en 1940. Fue un poliglota. Tanto es así que, Unamuno, le escuchó su sermón ¡en euskera!

TEATRO Y ÓPERA

Su caso puede rastrearse en innumerables artículos de prensa de la época de todo el mundo y en los libros a él dedicados. Desde una óptica judía, su rapto se llevó a escena en Broadway con el título de Edgardo Mine. El texto de la obra de teatro era de A. F. Uhry, autor de Paseando a Miss Daisy. En Nueva York se estrenó la ópera Il caso Mortara (2010) de Francesco Cilluffo. Ya en el cine, a punto estuvo de filmarse en 2002 una película en la que actuaría el actor Anthony Hopkins, interpretando al Papa Pío, pero faltó presupuesto.

Ni que decir tiene que, las élites judías sólo airearon lo relativo a su secuestro. El resto de la vida del fraile no interesó a su propaganda como inmemoriales víctimas (Babilonia, 586-537 a.C.; Egipto, 925 a.C.; Roma, 70 d.C.; España, 1492; Alemania, 1941-1945…). Y ahora Spielberg, cuyos ascendientes proceden del reino judío de los jázaros, vuelve con otra víctima más.

Pena que las víctimas terminen, casi siempre, contaminándose del veneno de sus verdugos, que en este caso no ha sido precisamente poco. Así pues, compartido el veneno, el estado auspiciado por Inglaterra en Palestina para los judíos, se convirtió en el actual Israel.

PLATOS ROTOS

Desde 1922, cientos de miles de judíos de múltiples etnias -desde luego no son un solo pueblo- siguen llegando a esa Tierra Santa y a los palestinos les ha tocado pagar los platos rotos de la infausta historia del Pueblo elegido y cristicida. Ya en 1948 declararon la independencia de Israel, provocando la primera Guerra árabe-israelí.

Miles de palestinos fueron expulsados de sus hogares y hoy malviven en el exilio o en su propia tierra en condiciones de apartheid. Lo demás se escucha en las noticias a diario.

Noticias que, a duras penas, logran salvar el poderosísimo control que ejercen las élites judías sobre los medios de comunicación. Hasta El País y el Grupo PRISA tienen excelentes relaciones con ellos, por no decir que forman parte ya de su holding, que también engloba a las más famosas firmas editoriales del mundo, incluidas las grandes de habla española. Junto e ellos, Aznar y Blair seguirán amasando fortuna con sus conferencias y sus tink-tanks. De Bush jr., mejor no hablar. De Siria e Irak, tampoco.

Vueltos a la actualidad, digamos que Spielberg, habiendo ya rodado una película de tema judío, premiada con siete Oscar (La lista de Schindler), próximamente nos deleitará con su reconocida maestría sobre el drama familiar del niño secuestrado. No esperen que se acuerde del paso de fray Pío María Mortara por Chiclana y tampoco que algún día ruede una película apenándose de esos otros niños, los palestinos. ¡Ojalá me equivoque! al menos en esto último.




3 comentarios:

  1. Interesante artículo. Da gusto leer cosas así. Desconocemos de nuestra ciudad demasiado y que alguien nos ilustre es de agradecer.

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  2. Mis felicitaciones por el artículo. Sí que se agradece poder leer sobre Chiclana más allá de los "horrores" actuales.

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