EDITORIAL JUNIO 2019-El monopoly del nuevo gobierno municipal

En el momento de cerrar edición no se conocían los posibles pactos electorales, aunque ya se tenía bastante claro quiénes iban a hacerlo y con qué fin: la alcaldía.-

El primer partido que dejó claro que quería llegar a un acuerdo con el PSOE, ganador de las elecciones aunque perdiendo dos concejales, fue Izquierda Unida, que parece haber olvidado el engaño de hace solo cuatro años, cuando apoyó a José María Román en la investidura, a cambio de que éste cumpliera unos puntos que firmaron entre ambas formaciones.

Nadie entendió esta postura de IU y cuando todos pensaban que entraría a formar parte del gobierno municipal más adelante, se negaron a ello e incluso rompieron el pacto firmado por el incumplimiento de Román, como era previsible. Se fiaron de él y lo pagaron. Pero Roberto Palmero parece que no escarmienta y ahora se vuelve a fiar de quien le engañó, al que tiene en muy alta estima.

Quizás porque tras ver el rédito que Adrián Sánchez ha sacado a su alianza con los socialistas, logrando el concejal que su partido perdió, no quiere verse en la calle en 2023. Y pactar, aunque sea con un mentiroso, es más llevadero si pasas de cobrar 1.300 euros al mes a 3.400. Un pacto por la pasta que tanto criticaron al cuatripartito, del que Palmero formó parte, por cierto, aunque después traicionó a quién le colocó y se echó en los brazos del mismo que lo hará ahora, salvo hecatombe de última hora.

La tercera pata es Ganemos. Su concejal se ha caracterizado por acudir a muchas fiestas y degustaciones gastronómicas que organizan otros, hacer de florero al lado de Román y esto le ha dado sus frutos, pasando de uno a dos ediles. Como delegado de Fomento ha sido nefasto y de Empleo mucho más. En ninguna de estas concejalías hizo algo por crear empleo en una ciudad que superaba los trece mil parados. Y nos hizo perder por su ineptitud muchos millones de euros de fondos europeos.

La bajada del desempleo ha sido gracias, como siempre, a los empresarios, comerciantes, hosteleros y el Novo Sancti Petri. Pero esto no fue óbice para que lograra un escaño más. Queda claro que cuanto menos haces, si sales mucho en prensa pareciendo que sí trabajas y que el mérito de los demás es tuyo, da buenos resultados.

REPARTO DE CROMOS

La cuestión a dilucidar es qué delegaciones cogerán IU y Ganemos. Las importantes serán para el PSOE y las demás las repartirá en los cuatro concejales que le apoyen. No sería lógico que Sánchez tuviera las mismas porque ha demostrado que no sirve. Para fiestas sí. Ahí puede estar el quiz del pacto. Las concejalías a repartir entre estos dos partidos pueden crear algún conflicto, pero por el pastón que se llevarán cada mes cada uno de ellos, seguro que llegan a un arreglo.

Por otro lado, tampoco están muy claras las cosas en el grupo socialista. Los sanchistas quieren que uno de los suyos sea presidente de Diputación, con lo que Román podría ser el candidato.

Hablan también de que vaya a un puesto superior aprovechando que su amigo Pedro Sánchez gobierna en España, por lo que dejaría como alcaldesa a su número 2, Ana González. Esto último no nos parece posible, ya que a Román no le gustan los retos que no tiene claro y sabe que como alcalde estará cuatro años y en otro cargo dependerá de muchas cuestiones y no es fácil que el PSOE siga al frente del gobierno central cuatro años.

Como dice el refrán, mejor malo conocido que bueno por conocer, aunque lo malo es ganar más que casi todos los alcaldes andaluces. Que no está nada mal. Pase lo que pase, Román seguirá como alcalde y con cuatro concejales de la oposición de muleta, siempre por el bien de los ciudadanos, claro. Como son los gobiernos de la izquierda.