Las obras de la Avenida de la Música crearon un caos de tráfico frente al colegio “Atlántida”
El
conserje del centro se jugó el físico al parar el tráfico para que los alumnos
y familiares no fueran atropellados por los numerosos coches que pasaban por
allí.-
El pasado
jueves se llevaron a cabo las obras de asfaltado de la Avenida de la Música,
que impidieron a los vehículos circular hacia la carretera de Fuente Amarga,
por lo que tuvieron que desviar el tráfico, lo que afectó gravemente a la
salida de los alumnos del colegio Atlántida,
ya que eran numerosos los coches que pasaron por allí durante toda la mañana,
creando peligro a los niños. El conserje del centro escolar tuvo que cortar el
tráfico ante la falta de agentes de la Policía Local.
La
concejalía de Tráfico dijo que había previsto una alternativa, pero la realidad
es que la calle Pablo Neruda se convirtió en la más transitada de la zona
durante todo el día, especialmente por la mañana, lo que provocó problemas en
la salida de los estudiantes del Atlántida
y de la guardería Los colorines que hay
al comienzo de esta vía.
Previendo
lo que podía pasar a las 14,00 horas, el conserje del centro escolar llamó a
las 13,30 horas a la Policía Local para que enviaran a una pareja a regular el
tráfico, pero veinte minutos después no había ningún agente. Volvió a contactar
con la policía y le dijeron que no iba a ir nadie por orden expresa del jefe
del cuerpo.
Ante esta
disyuntiva, tuvo que ponerse a ordenar como podía el paso de vehículos por
delante del colegio, con el enfado de los conductores y con el peligro que
conllevaba, pues muchos de ellos no respetaban a este empleado y seguían
pasando a pesar de estar niños cruzando.
AUSENCIA
DE LA POLICÍA LOCAL
El caos
fue tal que no había manera de reconvertir la situación. Para más inri, ese día
se celebró la fiesta de final de curso con las competiciones deportivas, lo que
hizo que acudieran los familiares de los alumnos. Éstos son 640 y había más de
2.000 personas en el centro, con lo que su salida fue mucho más numerosa que el
resto del año y mucho más peligrosa para toda la gente que allí se encontraban.
La cola
que se creó fue enorme y los dos autobuses que debían recoger a los niños de la
zona del Novo, Campano y El Cotín que debían estar allí a las 13,45 horas,
llegaron con media hora de retraso. Al ocupar la calle entre ambos, la caravana
aumentó, así como el cabreo de los automovilistas.
El citado
conserje tuvo que jugarse el físico para poner algo de orden, estando a punto
de ser atropellado en varias ocasiones, al no respetar su autoridad los
motoristas principalmente, que pasaban entre los niños y sus familiares,
estando a punto de llevárselos por delante. Hubo muchos momentos de tensión,
aunque finalmente no hubo que lamentar desgracia alguna.
Los
vecinos de la zona también mostraron a PUENTE
CHICO su malestar por lo sucedido: “No
es normal que con tantos coches pasando por aquí y con un colegio, la policía
no haga acto de presencia durante todo el día, especialmente a la salida de los
niños del centro”.
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