Casa salesiana San Juan Bosco de Campano, ochenta y dos años siendo algo más que un colegio
Han
denunciado a la empresa que les arrendó parte de las instalaciones por no
pagarle el alquiler, que han subarrendado a Cruz Roja para acoger inmigrantes.-
Hace ochenta y dos años (1938) empezó a ejercer su docencia en Campano el colegio salesiano San Juan Bosco. Lo hizo en unos terrenos donados por los marqueses de Bertemati (Manuel José de Bertemati y Pareja y Francisca Misa Busheroy). En estas ocho décadas han pasado miles de estudiantes por sus aulas y talleres, siendo un referente en la provincia.
Ahora la
situación ha cambiado, ya que una parte de sus instalaciones la tiene alquilada
a una empresa por diez años, que no les abona lo firmado, teniendo un pleito
judicial con ella y quedando poco más de un año para poderla recuperar ese
espacio.
Este
arrendamiento ha conllevado que la zona de la entrada haya sido separada por
una valla del resto, que es a donde se han trasladado los salesianos, teniendo
que hacer algunas obras para nuevas dependencias. Dicho alquiler era para que
esa entidad, Campalia SL, llevara a cabo
las actividades que hasta ese momento hacían ellos, como eran los campamentos y
otras actividades lúdicas. Con esto el campamento iría por un lado y el colegio
por otro.
Buscaron
una empresa que se hiciera cargo de ese cometido, firmaron un contrato de diez
años el 27 de abril de 2011, que finaliza el año próximo. La idea era buena,
pero el resultado no ha podido ser peor, porque no paga la renta, ni el agua ni
la luz, que debe hacerlo el colegio.
DENUNCIA EN EL JUZGADO
Todo esto
ha llevado a los salesianos a denunciar el contrato en el juzgado número 5 de
Chiclana, pero llevan cinco años pendientes del juicio, esperando que el juez
actúe. El 27 de abril de 2021 finaliza este acuerdo y entonces pasará a manos
del colegio de nuevo, aunque esperan que no se apure el plazo y puedan
recuperarlo cuanto antes.
Además, Campalia tiene subarrendada esa parte del
centro a Cruz Roja Cádiz, que la utiliza para atender a inmigrantes desde hace
un año aproximadamente. Este subarriendo es ilegal, pero los salesianos no
tomarán medidas al respecto para no perjudicar a las familias acogidas.
INTEGRACIÓN
El
director de San Juan Bosco, Juan José Jiménez, que lleva nueve años en el
cargo, manifestó que “somos buenos cristianos y
honrados ciudadanos. Somos una casa católica pero no excluyente, siempre
inclusivos, respetando el derecho de las personas. Ayudaremos en lo que podamos
a estas personas”.
Cruz Roja
les solicitó “que acogiéramos en nuestras aulas
a dos refugiados de 12 o 13 años, una niña marroquí y un niño venezolano. La
pequeña se ha integrado totalmente en todas las actividades aunque es
musulmana, canta nuestras canciones en misa y se lo pasa muy bien, y eso que
habla poco español”.
NUMEROSAS DEUDAS Y SUBVENCIONES PÚBLICAS
Campalia utiliza el nombre de Campano para sus fines, “cuando no tiene nada que ver con nosotros, pero le ha dado resultado”. Esta empresa tenía importantes deudas económicas –y puede que las siga teniendo-, con varios procedimientos judiciales abiertos, y parece ser que no pagaba a sus trabajadores ni a los proveedores, ni tampoco al colegio San Juan Bosco.
Cuando
prestaba el servicio de comedor a los salesianos, antes de que surgieran los
problemas de impago y se rompieran las relaciones entre ambas partes, Campalia ya tenía deudas importantes con la
Seguridad Social y Hacienda. Según parece, ha utilizado otras empresas para
poder realizar sus operaciones. Teniendo en cuenta lo anterior, sería muy grave
que Administraciones públicas dieran subvenciones a una empresa creada con el
fin de eludir las deudas a particulares.
Si éstas
continuaran y se estuviera contratando ilegalmente con una tercera entidad,
dichas Administraciones estarían financiando un fraude hacia particulares y las
arcas públicas, siendo esto muy grave.
OCHENTA Y DOS AÑOS DE HISTORIA
Volviendo
a la historia de la Casa Salesiana de Campano, decir que el primer director fue
Juan Canabesio Albera en 1938. Hasta hace
poco los responsables del centro eran sacerdotes, pero eso cambió hace unos
años y son seglares los que están al frente del colegio, como es el caso de
Juan José Jiménez, un gaditano que vive en la Isla y trabaja en Chiclana, que
cumplirá sesenta años el 6 de mayo, día de santo Domingo
Savio, que fue alumno de san Juan Bosco.
En sus
comienzos este centro acogía niños problemáticos y no tenía demasiada buena
fama por esto, cuando el trabajo que realizaban con ellos era para todo lo
contrario. Poco a poco esa opinión fue cambiando y ahora goza de una gran
reputación, aunque continúen recibiendo niños con problemas, como es el acoso
escolar, “pero aquí están muy contentos por el
trato que reciben de alumnos y profesores”.
UNA GRAN FAMILIA
Jiménez
valora muy positivamente el sistema educativo que utilizan: “Impera la educación, la amabilidad, la cercanía. Los
niños se encuentran muy bien y al ser un colegio pequeño, están muy bien
atendidos”. Imparten clases de Secundaria y también tienen escolares
internos: “Son cuatro ciclos y estamos llenos”.
Al estar
en la zona de Campano, en medio del campo, que es otro de sus atractivos,
muchos de los estudiantes tienen que ir en autobús al no poder llevarlos sus
padres. Señala el director que “el transporte
lo pagamos nosotros y los alumnos, ya que los centros concertados no tienen
derecho a autobuses gratis”. Por estas aulas han pasado muchos
chiclaneros y algunos de ellos han llegado lejos en la política o las artes.
Lo
importante es “aprender, educarse, coger
valores, cultivar la amistad, la generosidad, la entrega, el compañerismo, la
ayuda mutua, en definitiva, respeto a los mayores, lo que es una familia. Somos
una gran familia”. Actualmente tienen 40 internos y más de 300 alumnos
de Secundaria. Ha habido épocas en las que han tenido más de cuatrocientos
estudiantes.
INTERNADO
Hay niños
que se quedan a comer allí “porque sus familias
no pueden proporcionarles alimentos”, dándose la circunstancia de que
algunos de los internos lo hacen a petición propia, “ya que aquí pueden estudiar y en sus casas no. Les gusta las
costumbres, la organización de sus vidas, la comida está controlada, los
móviles tienen unas horas concretas del día para verlos como en la merienda o
después de cenar, y a las 23,00 horas se acuestan, dejándolo en un lugar
preparado para ello”.
En verano
organizaban campamentos y actividades culturales y de ocio de todo tipo,
viniendo gente de toda España. Ahora debería encargarse de ello la empresa a la
que le alquilaron una parte del colegio y sus instalaciones, aunque no parece
que funcione como cuando lo llevaban los salesianos y que volverán a
organizarlo cuando recuperen ese espacio: “Hay
personas que nos llaman para informarse porque creen que lo llevamos nosotros,
pero les aclaramos que eso no es de nuestra competencia y suelen desistir”.
APRENDER UN OFICIO
Otro
apartado importante en el colegio San Juan
Bosco es lo que pueden ofrecer para aprender un oficio: “Disponemos de unas instalaciones magníficas para
realizar cualquier ciclo formativo, que no tienen ninguno de los de Chiclana y
pueblos limítrofes. Llevamos ya dos años haciendo cursos en colaboración con el
Ayuntamiento de mecanizado, torno, fresa y soldadura, impartidos por las
empresas FALBA y Reparaciones
Navales F. Sánchez”.
Asegura
Juan José Jiménez que “siempre estamos
dispuestos a colaborar con los chiclaneros. Campano está para que Chiclana lo
utilice, pero necesitamos ayuda”.
Así mismo,
nos habló de la Fundación Proyecto Don Bosco:
“Tenemos pisos de atención a menores
inmigrantes y ahora también para mayores. En Cádiz hay quince o veinte niños”.
PREINSCRIPCIONES Y BECAS DE INTERNADO
El 1 de marzo comenzó el periodo de escolarización y desde esa fecha se podrán hacer las preinscripciones de Secundaria y las becas del internado. En mayo celebrarán unas jornadas de puertas abiertas para las ciudades del entorno, para que conozcan las instalaciones, talleres, etc., donde podrán hacer Formación Profesional. Así es como podrán hacerse una idea de lo que se van a encontrar el próximo curso. En junio es cuando podrán hacer la matrícula.
Esperemos
que los problemas que tienen con los arrendatarios de la otra parte se
solucionen lo más pronto posible y puedan recuperarla y que todo vuelva a la
normalidad. De todas formas, esto no influirá en lo verdaderamente importante,
enseñar a los alumnos los valores que llevan más de ochenta años impartiendo.
PACO LÓPEZ
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