Antonio de la Llave, “El Titi”, pregonero del Carnaval 2025: “Contaré mi vida en el carnaval, autores y coplas, de las que he elegido las más importantes y conocidas”.

Afirma que  “es ilusionante y una gran responsabilidad, porque Chiclana se merece un gran pregón”.-

Antonio de la Llave, El Titi, será el pregonero del Carnaval de Chiclana 2025. El acto tendrá lugar hoy domingo 2 de marzo, a las 13,00 horas, en la carpa de la Alameda del Río. Estará acompañado de su comparsa, Los Gorriones,  y de otros muchos compañeros de agrupaciones anteriores, que han querido sumarse a este homenaje que se le hace a uno de los comparsistas más importantes de nuestra localidad.

Dijo en su presentación como pregonero que “esto es un reto por los buenos pregones que hemos tenido en los últimos años”, añadiendo que es “lo más grande a lo que puede aspirar un carnavalero”. Además es muy buen año, porque su comparsa cumple 25 agrupaciones: “Es ilusionante y una gran responsabilidad, porque Chiclana se merece un gran pregón”.

Nació en 1974 en San Fernando, pero a los seis años se vino a vivir a Chiclana, al tener que trasladarse aquí su padre por motivos de trabajo. El apelativo por el que todo el mundo le conoce y llama, se lo puso un tío suyo que tenía la costumbre de decirle titi y con Titi se quedó. Desde niño le gusta el carnaval, ya que sus padres lo llevaban a las Noches Grandes de Carnaval que organizaba la Peña Perico Alcántara. También acudía a las Noches del Pemán en el parque Genovés de Cádiz.

Esa afición le llevó a la Peña Carnavalesca Pérez Corso, en la esquina de Corredera Alta y Padre Añeto, donde José Pérez Corso enseñaba a los niños las reglas y costumbres del carnaval, no en vano salió en muchas agrupaciones a lo largo de su vida, entre ellas Los hombres del campo, de Enrique Villegas, primer premio provincial en el concurso del Falla, y de la que fue director.

EL GRAN APRENDIZAJE CON JOSÉ PÉREZ CORSO

Los ensayos se hacían en su pequeño local, y además de él también estaba otro de los que más ayudaron a la cantera en Chiclana: Andrés Ruiz Piñero, que nos dejó el año pasado. La primera agrupación en la que salió fue El jefe Patapalo y sus piratas malos, en 1988, una chirigota infantil: “Fue una gran experiencia y desde entonces ya no dejé de salir en carnaval, hasta hace unos años que por motivos de trabajo no pude hacerlo, pero en cuanto se dio la ocasión volví de nuevo”.

De Pérez Corso tiene un gran recuerdo: “Me fue adiestrando en cómo llevar la agrupación y cómo comportarme cuando tenía que cantar. También que debíamos mostrar respeto al Falla. Me enseñó una forma de vida, de sentir, de sacrificio”. Tenía 12 o 13 años entonces, pero jamás se le olvidaron sus consejos, que ha llevado a la práctica en todos los grupos que ha dirigido.

Rememora con cariño la Fiesta del Menudo que Pérez Corso hacía por carnaval: “Los niños estábamos todo el día correteando por allí. Empezaban a prepararlo el día anterior y Perico Soriano se hartaba de menudo. Son grandes recuerdos los que tengo. No hay una menudada como la suya”. Con él estuvo cinco años, saliendo en Los picaitos, cuarto premio en el Falla; Muerte en el río Iro (chirigota de adultos), y Grumetes y marmitones (chirigota juvenil).

MANAZA, COMIENZO DE SU LARGA ETAPA COMO AUTOR

La siguiente fue la comparsa El gran carnaval, de Manolo Meléndez, regresando a la chirigota con Tenemos en mono. Su gran salto fue en 1994, cuando decidió sacar su propia comparsa juvenil, Manaza, siendo autor y director, que continuó Cazabrujas, Zapatones y Don Nadie.

Aunque sus comienzos fueron en chirigotas, tras coger las riendas del grupo ya no abandonó la comparsa: “Soy más de comparsa porque tengo ese puntito de malaje y la compasa me permite eso”, dice entre sonrisas. En 1998 consiguió por primera vez llegar a la semifinal en Cádiz con Los hombres de la bicicleta y así se confirmaba una subida de calidad: “Nunca he tenido una comparsa que dijera que no estaba para ir a Cádiz”.

SEMIFINALISTA EN EL FALLA

Los dos siguientes no obtuvo el mismo resultado con El centinela y El emigrante, pero sí en los siete años posteriores con Los amos del mundo, El oro blanco, El minotauro, Carita de trapo, La levantá, El tambor y Los perdedores.

Otras ocho agrupaciones llegaron a cuartos (Los comecaminos, Los rompecorazones, La Bicentenaria, La hermandad de la Buena Suerte, El pícaro marinero, Los trimilenarios, Los prodigiosos y Mi reino en tus manos). Los soberanos, Se buscan valientes, La llave, Cádiz despierta y la de este año, Los gorriones,  no alcanzaron estas cotas, pero también gustaron en el Falla.

La entrevista la hicimos cuando ya habían cantado en el Teatro Falla y estaban a la espera de saber si pasaban a cuartos o no, pero no pudo ser. “Al Falla no me siento obligado a ir y por eso voy tranquilo. Si no se va no pasa nada”. En ese momento estaban ensayando a fondo con Los gorriones por si pasaban de fase y nada más terminar empezaba con el pregón. Cuatro horas o más todos los días, que el quedar fuera del concurso ha supuesto un cierto alivio.

LA MAGIA DEL CONCURSO EN EL CINE BAILÉN

Cuando empezaba con su comparsa le decían que imitaba a Martínez Ares: “Eso decían, pero yo he sido siempre más de Antonio Martín, aunque puede que en Manaza tuviera un toque Martínez Ares”. Lo de seguidor de Martín es porque “a mi padre era el que más le gustaba, era un gran seguidor suyo, lo mismo que del cante de Caracol”.

Respecto al concurso de agrupaciones que se celebraban en el Cine Bailén, que pasó luego al Teatro Moderno cuando este se inauguró, Antonio lo tiene muy claro: “Ir al teatro fue un bajón para el concurso. Perdió el encanto que tenía en el Bailén, porque allí estábamos toda la noche, viendo todos los grupos, charlando en el ambigú, hablando para la televisión cuando ésta empezaba en Chiclana…”.

Agrega que “era un gran ambiente el que allí se vivía, que en el Moderno nunca se dio, porque no había donde tomar algo entre agrupaciones, ni hacer tertulias sobre lo que estábamos viendo, quien nos gustaba y quien no… Terminábamos de cantar y nos íbamos a nuestras casas”.

“EL FALLA TAMBIÉN HA PERDIDO SU GLAMUR”

Entonces había que hacer dos sesiones dos días seguidos por la gran cantidad de grupos que había, de la cantera, adultos, comparsas, chirigotas y cuartetos. Actuar en el Cine Bailén era para muchas agrupaciones lo máximo, era su Teatro Falla.

En el Moderno nunca se vivió ese ambiente y de hecho, aunque las entradas se vendían todas, había menos de la mitad de butacas ocupadas, porque los familiares de los grupos entraban para ver al suyo y no se quedaban a oír a los demás. Por eso fracasó y ya no se organiza desde hace varios años.

En el Falla tampoco es lo mismo: “Cuando nosotros empezamos a ir había un ambiente buenísimo, con los grupos compartiendo alegrías e historias antes de actuar y después sobre cómo había salido todo. Pero de pronto todo cambió. Solo puedes llegar poco antes de cantar, el tiempo de calentar voces y nada más terminar la actuación a la calle. Es todo más frío. Se acabó el glamur que allí había”.

“ESTAMOS LLEGANDO A UN CARNAVAL COMERCIAL”

Sobre los cambios de los últimos años en la forma de escribir, “antes se escribía peor, pero era mejor, porque entendías lo que te cantaban a la primera. Ahora se escribe mucho mejor. Hay autores que son poetas, pero cuesta entender lo que te cuentan y además es muy difícil de aprender las coplas”.

Afirma El Titi que “estamos llegando a un carnaval comercial. Se ha metido el teatro en las agrupaciones. Queda muy bonito, pero eso no es carnaval. Lo que importa es lo que se canta, pero hay agrupaciones en la que la escenografía es tan importante o más que las propias letras. Quien se puede permitir esa gran escenografía vale, pero se pierde el concurso de repertorios. Y solo puedes utilizarlo en el Falla, porque en cuanto termina el certamen ya no la usas en ninguna otra actuación”.

Hasta no hace mucho había un forillo para todos los participantes: “Ahora cada uno trae su escenografía y esos atrezzos suelen estar como término medio entre 4.000 y 6.000 euros. Mucho dinero para tan poco rédito”.

“MUCHAS VECES PENSÉ DEJARLO”

En todos estos años carnavalescos ha tenido de todo, como buenos autores (Manolo Meléndez, Pacoli, Nene Cheza, Miguel Ángel García Argüez o Pepito Martínez entre otros), muchos premios en Chiclana, Alcalá de Guadaíra, Conil, Coria, San Fernando, Los Palacios, Vejer, Las Cabezas o Trebujena, pero también muchos sinsabores.

Asegura a sus 50 años que “muchas veces pensé en dejarlo todo por el poco agradecimiento que he tenido algunas veces, por parte de mis propios compañeros, que no valoraban el trabajo que hacía. Si fuera de la gente de fuera no me importaría, pero que venga de dentro…”.

Terminaba el carnaval y decía: “El año que viene no salgo. Pero pasaba la feria y volvía el veneno. Ser director tiene cosas buenas y malas. La gente del grupo te critica actuaciones y también te alaba, porque el director está para lo bueno y lo malo. Pero para lo bueno siempre está el grupo y para lo malo el director”.

NO SE VALORA EL TRABAJO DEL DIRECTOR

Agrega que “tengo que tomar decisiones que no hay por qué hablarlo con el grupo, pero eso algunos no lo entendían. Esto te va cansando hasta querer dejarlo”. En 2012 fue a cantar con una comparsa de Cádiz, La Bicentenaria: “Es el año que más tranquilo he estado. Llegaba al ensayo, cantaba y para casa. No tenía que preocuparme de nada. Ni del repertorio, ni de la música, si estaban todos o no, del dinero que nos faltaba para poder pagar el tipo… Nada de nada. Llegar, cantar y para Chiclana”.

Como director “tengo que encargarme del dinero, de la escenografía, del papeleo, de controlarlo todo, por eso me dolió que me criticaran los del propio grupo. Perfecto no soy, pero hago las cosas bien”.

El año pasado no salió: “Me vino muy bien, porque me sirvió para reflexionar. En mayo nos reunimos ocho del grupo de siempre para ver qué hacíamos. Tomy Alemania se ofreció a hacer la música. Empecé a moverme y algunos dijeron que no, pero otros se apuntaron como Jesús Fontao, Parra o Miguel Ciria, que tenían la misma filosofía que nosotros de pasarlo bien y aquí estamos”.

UN PREGÓN MUY TRABAJADO

Finalmente Los gorriones quedó formado por El Titi, Rafa León, Edu Caravé, Lúa, Antonio el Caña, Raúl el Nani, José Manuel Ramos, Mayorga, Pedro Capricho, Diego Parra, José María Parra, Chano Brenes, Miguel Ciria y Jesús Bernardo Fontao. La letra es de Patricia Andrés y la música de Tomy Alemania.

En cuanto al pregón, estarán parte de la comparsa y gente con larga trayectoria en ella, desde Manaza a la Antología que se creó en 2022. Versará sobre sus inicios y los de la comparsa, “mi vida en el carnaval, autores y coplas, de las que he elegido las más importantes y conocidas”. El guión lo está haciendo Manolo Meléndez: “Siempre pensé en él. Es quien mejor conoce mi trayectoria. El pregón es de mi comparsa, no del Titi. El repertorio es muy agradecido de cantar. Gusta cantarlo. El público se lo va a pasar muy bien”.

Estará presente la Orquesta Caballati. Habrá 24 personas en el escenario y la cantera tendrá su sitio, como firme defensor de ella, no en vano ha colaborado con la comparsa juvenil El guardián de los mares de Cádiz, de Paco Montiel y Antonio Arroyo, que fue tercer premio en el Falla, y con El indeciso.

“HAY QUE APOYAR A LA CANTERA”

También hablamos del carnaval de Chiclana: “Lo veo bien, pero a la cantera hay que apoyarla e invertir en ella. Que el Ayuntamiento esté encima. No tienen por qué financiarlas los padres. Bastante tienen con llevarlos y recogerlos de los ensayos”. Mucho me temo que eso no va a ocurrir.

Hace años tuvimos una Escuela del carnaval en los colegios, impartida por El Titi y Álvaro García, pero se fue al garete por la desidia de quien llevaba la concejalía de Fiestas y el alcalde turno. También estaba Antonio Santandreu, que en cada colegio en el que ha estado, formó sus grupos entre los alumnos. Precisamente El Titi estuvo en una de ellas cuando coincidió con él en el Al-Andalus.

Para finalizar, decir que Antonio de la Llave ha recibido distintos reconocimientos, entre ellos, la Insignia de Oro del Carnaval de Chiclana en 2016; distinguido por la Asociación de vecinos Amigos de Blas Infante, recibió el Langostino de Plata de la Peña Hombres del Campo y la Insignia de Oro de Achica.

Desde PUENTE CHICO le deseamos mucha suerte para que el pregón sea, como desea, inolvidable para quienes lo escuchen. La pena es que no haya llegado antes, pero nunca es tarde y al menos coincidirá con los 25 años de su comparsa, aunque su carrera es de más de treinta y cinco.