Chiclana según los medios

Santiago Laz [colaborador]

La imagen más repetida en los últimos años de Chiclana en los informativos nacionales es el Cuartel de la Guardia Civil. Estos días en el imaginario de la España sintética, subyace La Chiclana Satánica, la de construcción ilegal, de riñas políticas, la de las inundaciones y ahora pedófila.

La lúgubre racha de levante en forma de onda contamina, a través del sensacionalismo y su periodismo más comercial, las salas de estar. El presunto acosador de Facebook ha subtitulado de nuevo la palabra Chiclana en las cabeceras audiovisuales, y de nuevo mi pueblo aparece pintado de amarillo en las crónicas de sucesos de programas barriobajeros como Gente o matinales que mezclan el papel cuché con el de envolver pescado. Podía haber echado una mano Van der Vaart en la última rueda de prensa, al Jugador del Real Madrid y apodado El tulipán de Chiclana, se le ha olvidado decir que es medio chiclanero para alejar ese tufillo negativo en los Mass media.

Pasó hace un par de años con el desgraciado crimen de la colchonería, en La Cuesta del Matadero o el crimen del Marquesado. Esta asociación causada por la repetida crónica negra está lejos de la realidad y vamos a necesitar: o bien ganar otra medalla de oro, que el Príncipe venga aquí, desde San Fernando, a repartir los despachos de los Suboficiales, o una misiva a los medios que describa lo siguiente:

Desde empedradas calles, un añejo campanario llama a una Santa en su ermita, para que mire a un Castillo que yace tras miles de años. Viejos bastiones de la Historia, unos siguen y otros no, de nuestro vetusto mercado queda su olor a Chicharrón. Iro seco y olas que rompen, unos se sientan ayudados por su bastón, otros izan la vela, “caña la vía patrón”. Sacrificio y honradez, “los catalanes de la Bahía” como diría Pepe de Mier, “el Chiclanero es un emprendedor sinfín” como recuerda Marín, de la banda o el Lugar es un contable a lo “Mendizabal” degustando reguerita y que disfruta los domingos con su familia en la playita. Chiclana es bota de roble que acoge hasta el Whisky escocés, ya no nos quedan viñedos, pero el futuro bueno es. De salinero a encofrador, de atunero a escayolista y de tonelero a recepcionista, con tez roja vuelven los germanos, para decir en medio Europa, que les tratamos como hermanos. “Un poquito butifarra” y una torta de las monjas, para los trovadores sin guitarra, y para los plumillas que estropean las flores de nuestro Gessa y Arias. Chiclana es la sinfonía de Montero, valiente acompañamiento al teórico de los toreros. Querido compañero, el capote yo te arrimo, Sal y Sol cuando tú vengas y una luz que te salpica, verás como en la siguiente noticia, los satánicos han emprendido huida. Una vez que estés aquí se irán los tópicos con sombras incluidas y te darás cuenta que, Chiclana es Divina.

foto: D. González