AHORRA O MUERE
Miguel Angel Bolaños [colaborador]
CĂłmo llegar a fin de mes. De entre todas las disquisiciones que en tiempos de reveses econĂłmicos se analizan de forma sesuda, la más importante (viendo el llamado lado humano de la crisis), es cĂłmo llegar a sobrevivir a los Ăşltimos dĂas del mes. Otros, ni siquiera pueden pensar en eso, porque no tienen ni para empezarlo. Pero la cuestiĂłn del ahorro familiar, que en 2009 se situĂł en un valor rĂ©cord en la moderna historia de España (sobre el 19 por ciento de la renta disponible), es una variable interesante para medir la temperatura de la crisis.
Las familias empiezan a ahorrar un poco menos que en las etapas más duras de la crisis. Las cuentas no financieras de la economĂa española, publicadas por el INE esta semana, reflejan que los hogares han reducido el ahorro y han gastado más pese a la caĂda del 1,5 por ciento en su renta disponible en el segundo trimestre. La tasa de ahorro ha bajado al 17,2 por ciento de la renta disponible (5,8 puntos menos que en el mismo periodo del año anterior). Las familias obtienen asĂ una capacidad de financiaciĂłn del 6,7 por ciento del PIB; es decir, su ahorro más el saldo de las transferencias netas de capital percibidas supera las inversiones en ese porcentaje.
Estos datos pueden denotar que los tĂmidos brotes verdes han sido aprovechados para distender la “economĂa de guerra” en la que estaban sumidas muchas familias. Hasta ahora, el aumento de la precauciĂłn que el paro y la incertidumbre sobre el futuro retraĂan el consumo. Los individuos ahorran para acumular un patrimonio que les sirva de colchĂłn para mantener su nivel de vida en momentos imprevisibles (paro, enfermedad) o previsibles (vejez). La propensiĂłn al ahorro, desde este punto de vista, tiene poco que ver con el comportamiento del avaro de Molière, que disfrutaba contando su capital por la noche. Para el grueso de las familias, ahorrar es prevenir. Y cuando la situaciĂłn se adivinaba complicada, la respuesta fue aumentar el ahorro.
Pero hay otro importante motivo para eso: la reducciĂłn de la riqueza familiar. Para un español medio, el valor de su piso o de sus colocaciones financieras ha sido menor que hace tres años. Dado que el motivo Ăşltimo del ahorro es la acumulaciĂłn para la precauciĂłn, cuando los precios de los activos aumentan, como sucediĂł entre 1996 y el 2007, la riqueza se incrementa de la misma forma en que lo harĂa si las familias hubieran ahorrado, por lo que la necesidad de ahorro disminuye. Esto es lo que pasĂł en España hasta el comienzo de la crisis, de forma que las familias, sintiĂ©ndose más ricas y con unas expectativas de crecimiento de la renta al alza, redujeron intensamente su ahorro. Pues bien, precisamente, está ocurriendo lo mismo en este perezoso camino de la recuperaciĂłn, en el que hay que recordar, España sĂłlo crece un 0,2 por ciento, mientras que economĂas de nuestro entorno nos sacan ya varias cabezas.
Las previsiones de los principales foros econĂłmicos del paĂs parecen que vuelven a equivocarse. El español medio, se relaja cuando ve indicios de recuperaciĂłn. La barra libre de la economĂa puede ser una tentaciĂłn demasiado poderosa, pero ¿caeremos en los mismos errores?
CĂłmo llegar a fin de mes. De entre todas las disquisiciones que en tiempos de reveses econĂłmicos se analizan de forma sesuda, la más importante (viendo el llamado lado humano de la crisis), es cĂłmo llegar a sobrevivir a los Ăşltimos dĂas del mes. Otros, ni siquiera pueden pensar en eso, porque no tienen ni para empezarlo. Pero la cuestiĂłn del ahorro familiar, que en 2009 se situĂł en un valor rĂ©cord en la moderna historia de España (sobre el 19 por ciento de la renta disponible), es una variable interesante para medir la temperatura de la crisis.
Las familias empiezan a ahorrar un poco menos que en las etapas más duras de la crisis. Las cuentas no financieras de la economĂa española, publicadas por el INE esta semana, reflejan que los hogares han reducido el ahorro y han gastado más pese a la caĂda del 1,5 por ciento en su renta disponible en el segundo trimestre. La tasa de ahorro ha bajado al 17,2 por ciento de la renta disponible (5,8 puntos menos que en el mismo periodo del año anterior). Las familias obtienen asĂ una capacidad de financiaciĂłn del 6,7 por ciento del PIB; es decir, su ahorro más el saldo de las transferencias netas de capital percibidas supera las inversiones en ese porcentaje.
Estos datos pueden denotar que los tĂmidos brotes verdes han sido aprovechados para distender la “economĂa de guerra” en la que estaban sumidas muchas familias. Hasta ahora, el aumento de la precauciĂłn que el paro y la incertidumbre sobre el futuro retraĂan el consumo. Los individuos ahorran para acumular un patrimonio que les sirva de colchĂłn para mantener su nivel de vida en momentos imprevisibles (paro, enfermedad) o previsibles (vejez). La propensiĂłn al ahorro, desde este punto de vista, tiene poco que ver con el comportamiento del avaro de Molière, que disfrutaba contando su capital por la noche. Para el grueso de las familias, ahorrar es prevenir. Y cuando la situaciĂłn se adivinaba complicada, la respuesta fue aumentar el ahorro.
Pero hay otro importante motivo para eso: la reducciĂłn de la riqueza familiar. Para un español medio, el valor de su piso o de sus colocaciones financieras ha sido menor que hace tres años. Dado que el motivo Ăşltimo del ahorro es la acumulaciĂłn para la precauciĂłn, cuando los precios de los activos aumentan, como sucediĂł entre 1996 y el 2007, la riqueza se incrementa de la misma forma en que lo harĂa si las familias hubieran ahorrado, por lo que la necesidad de ahorro disminuye. Esto es lo que pasĂł en España hasta el comienzo de la crisis, de forma que las familias, sintiĂ©ndose más ricas y con unas expectativas de crecimiento de la renta al alza, redujeron intensamente su ahorro. Pues bien, precisamente, está ocurriendo lo mismo en este perezoso camino de la recuperaciĂłn, en el que hay que recordar, España sĂłlo crece un 0,2 por ciento, mientras que economĂas de nuestro entorno nos sacan ya varias cabezas.
Las previsiones de los principales foros econĂłmicos del paĂs parecen que vuelven a equivocarse. El español medio, se relaja cuando ve indicios de recuperaciĂłn. La barra libre de la economĂa puede ser una tentaciĂłn demasiado poderosa, pero ¿caeremos en los mismos errores?
sr bolaños, ¿ donde está viendo Ud esos brotes? ¿ de donde se saca eso del ahorro? ¿ ud sabe y conoce a los que ahorran? mire Ud dĂ©jese de datos oficiales que solo sirven para engañar al ciudadano que no le alcanza ni para arreglar la tele si se averĂa, parece que ud estos son los engaños del señor ZP para que engañe a la gente de ya estamos "otra vez saliendo de la hecatombe" no sr bolaño bájese ud a la calle escuche a las sras marias , y deje los datos oficiales para los de siempre, ya ZP tiene bastante voceros para los brotes verdes que nacen a la 12 y a las 12,10 ya estan secos, pregunte ud a la asociacio de parados como estan, ¿ sabe Ud como fueron el sábado a recoger alimentos a la Lonja cooperativa de Conil? pues, se lo dire, el coche de uno de los que iban a ir se puso un euro cada parado porque el dueño del coche ni tenĂa gasolina ni dinero es uno de los que cobran 420, al mes con tres hijo y mujer,dime donde estan los aorro de los 14.000 parados de chiclana.sin ánimo de meterme con ud le pido que reflexione antes de escribir de como se vive hoy, sin mas un saludo de antonio lĂłpez ariza
ResponderEliminarno te dejes engañar, aqui no hay ninguna recuperacion, ni perezosa ni de ningun tipo ademas te recuerdo que ZP ha reconocido la gravedad de la situaciĂłn en nuestro pais en junio, han estado engañando a la gente delibredamente muchos años, ellos sĂ sabĂan la q se venĂa encima y todavĂa tienen la cara de echarle la culpa a Madof y Wall street, que cinismo
ResponderEliminarpreguntale a roman por los 12.000 parados que hay en chiclana y por la gente que estan pasando hambre ya que te gusta entrar en el blog de roman a poner comentarios.
ResponderEliminar¿quien Bolaños escribe comentarios allĂ?
ResponderEliminarROMAN EL ALCALDE DEL PARO.
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