La Orquesta “Mozarteum” ofreció un concierto lleno de calidad
Un año más triunfó en el “Teatro Moderno”, que registró una gran entrada
Los conciertos de la Orquesta “Mozarteum” de Salzburgo en Chiclana se cuentan por éxitos de público y de calidad. Desde que empezara a actuar en nuestra localidad hace ya unos cuantos años, primero en la Iglesia Mayor y más en el “Teatro Moderno”, ha contado con la simpatía de los chiclaneros, que siempre han acudido en masa a sus actuaciones. El viernes pasado sucedió lo mismo y la orquesta austriaca, dirigida por un sanluqueño, volvió a triunfar con su música.
Los que se acercan al teatro a escuchar a la “Mozarteum” ya saben que no saldrán defraudados. Son muchos años acudiendo a la cita y saliendo siempre con la sonrisa en la boca después de haber disfrutado de las piezas clásicas interpretadas. Siempre ofrecen sorpresas y este año no podía ser menos.
El director de la orquesta, Juan Rodríguez Romero, es natural de Sanlúcar de Barrameda, pero lleva dirigiendo a estos músicos desde 1975, un año después de que la “Mozarteum” fuera fundada por el profesor español Filiberto Estrela, que moriría un año después. Sus componentes son profesores de universidades de música y pertenecientes a diversas orquestas de Linz, Viena y Salzburgo.
Con estos músicos y con repertorios de músicos como Mozart, Bethoven, Schubert, Tchaikovsky, Strauss, Chopin, Bach, etc., el éxito está asegurado. Pero si la orquesta es buena el director tampoco se queda atrás. Le da vida a las piezas que interpretan, bailando al ritmo de la música y sonriendo sin parar.
El concierto del pasado viernes lo abrieron con la primera sorpresa de la noche, la interpretación del Himno de Andalucía. Hemos escuchado numerosas versiones, pero sonó distinto, no parecía un himno al uso, tenía majestuosidad, musicalidad y como dijo un espectador, trasmitía paz. Todo un hallazgo.
La segundo sorpresa vino a continuación con una obra compuesta por un músico español, Juan Crisóstomo de Arriaga, nacido en Bilbao en enero de 1806, un niño prodigio que empezó a tocar el violín a los 3 años y compuso su primera ópera a los 13 años, de la que nos ofrecieron una pieza. Fue llamado el Mozart español por su precocidad y por haber nacido el mismo día pero 50 años más tarde, además de llamarse igual. Murió con sólo 19 años de tuberculosis en París, donde ya era profesor auxiliar.
Después sería Beethoven, con la obertura “Coriolano”, siguiéndole Schubert con “Rondó”, teniendo como solista a Patrick Vida con el violín. A continuación el protagonismo fue para el compositor ruso Tchaikovsky, del que ofrecieron “Nocturno”, contando con el violoncello de Thomas Wall como solista. Una maravilla.
La segunda parte se abrió de nuevo con Schubert y otra joya de la música clásica, la Sinfonía Nº 6 en Do Mayor. Éste era el programa oficial aunque ya en la primera parte incluyeron esas dos piezas con las que iniciaron el concierto. Como en la primera parte también quisieron tocar algunas piezas más y lo hicieron con una alegre polka de Johan Strauss.
Pero esta orquesta se atreve con todo y también lo hizo con un magnífico pasodoble, compuesto por el sevillano Fulgencio Morán y que éste dedicó a un amigo, Pepe Román. Cerró la noche con la pieza que cada año se interpreta en el concierto de Año Nuevo en Viena, poniendo un broche de oro a la actuación, que dedicó Juan Rodríguez a Dionisio Montero. El público también participó tocando las palmas según ordenaba el director de la “Mozarteum” en la última obra ofrecida.
Los conciertos de la Orquesta “Mozarteum” de Salzburgo en Chiclana se cuentan por éxitos de público y de calidad. Desde que empezara a actuar en nuestra localidad hace ya unos cuantos años, primero en la Iglesia Mayor y más en el “Teatro Moderno”, ha contado con la simpatía de los chiclaneros, que siempre han acudido en masa a sus actuaciones. El viernes pasado sucedió lo mismo y la orquesta austriaca, dirigida por un sanluqueño, volvió a triunfar con su música.
Los que se acercan al teatro a escuchar a la “Mozarteum” ya saben que no saldrán defraudados. Son muchos años acudiendo a la cita y saliendo siempre con la sonrisa en la boca después de haber disfrutado de las piezas clásicas interpretadas. Siempre ofrecen sorpresas y este año no podía ser menos.
El director de la orquesta, Juan Rodríguez Romero, es natural de Sanlúcar de Barrameda, pero lleva dirigiendo a estos músicos desde 1975, un año después de que la “Mozarteum” fuera fundada por el profesor español Filiberto Estrela, que moriría un año después. Sus componentes son profesores de universidades de música y pertenecientes a diversas orquestas de Linz, Viena y Salzburgo.
Con estos músicos y con repertorios de músicos como Mozart, Bethoven, Schubert, Tchaikovsky, Strauss, Chopin, Bach, etc., el éxito está asegurado. Pero si la orquesta es buena el director tampoco se queda atrás. Le da vida a las piezas que interpretan, bailando al ritmo de la música y sonriendo sin parar.
El concierto del pasado viernes lo abrieron con la primera sorpresa de la noche, la interpretación del Himno de Andalucía. Hemos escuchado numerosas versiones, pero sonó distinto, no parecía un himno al uso, tenía majestuosidad, musicalidad y como dijo un espectador, trasmitía paz. Todo un hallazgo.
La segundo sorpresa vino a continuación con una obra compuesta por un músico español, Juan Crisóstomo de Arriaga, nacido en Bilbao en enero de 1806, un niño prodigio que empezó a tocar el violín a los 3 años y compuso su primera ópera a los 13 años, de la que nos ofrecieron una pieza. Fue llamado el Mozart español por su precocidad y por haber nacido el mismo día pero 50 años más tarde, además de llamarse igual. Murió con sólo 19 años de tuberculosis en París, donde ya era profesor auxiliar.
Después sería Beethoven, con la obertura “Coriolano”, siguiéndole Schubert con “Rondó”, teniendo como solista a Patrick Vida con el violín. A continuación el protagonismo fue para el compositor ruso Tchaikovsky, del que ofrecieron “Nocturno”, contando con el violoncello de Thomas Wall como solista. Una maravilla.
La segunda parte se abrió de nuevo con Schubert y otra joya de la música clásica, la Sinfonía Nº 6 en Do Mayor. Éste era el programa oficial aunque ya en la primera parte incluyeron esas dos piezas con las que iniciaron el concierto. Como en la primera parte también quisieron tocar algunas piezas más y lo hicieron con una alegre polka de Johan Strauss.
Pero esta orquesta se atreve con todo y también lo hizo con un magnífico pasodoble, compuesto por el sevillano Fulgencio Morán y que éste dedicó a un amigo, Pepe Román. Cerró la noche con la pieza que cada año se interpreta en el concierto de Año Nuevo en Viena, poniendo un broche de oro a la actuación, que dedicó Juan Rodríguez a Dionisio Montero. El público también participó tocando las palmas según ordenaba el director de la “Mozarteum” en la última obra ofrecida.
Yo estuve en el concierto y disfruté mucho con las obras interpretadas. El director es la leche y te hace disfrutar solo viendolo. Esta orquesta siemrpre que la veo me encanta. Aun recuerdo sus primeras actuaciones en la iglesia mayor, donde la acustica le daba un toque especial a su musica. Magnífica cronica.
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