Manuel Jiménez Barrios y José María Román ya no se “ajuntan”

El primero puso al segundo al frente del ayuntamiento y del partido.-

Como diría aquél: ¡No me lo puedo de creer! Manuel Jiménez Barrios y José María Román, otrora uña y carne, van por caminos divergentes en el mundo de la política local y provincial, y suponemos que también en Andalucía y España. Los que representaron un ejemplo de unidad del PSOE chiclanero ya no se “ajuntan”. (FOTOS: Reyes del falserío de cara a los votantes; Jiménez Barrios repartiendo propaganda autonómica y caritas de Páez y Verdier), y Cabaña, "el cuatro sueldos".

Que Román ha sido, es y seguirá siendo un cáncer para la política mientras continúe en ella, es algo que casi nadie discute. Lo curioso es que en su propio partido piensan eso desde hace mucho tiempo, pero sigue siendo el que lleva la batuta, eso sí, cada vez con menos apoyos y podríamos decir que en breves fechas puede ocurrirle lo mismo que en las elecciones municipales, que perdiera una votación por vez primera.

Lo de Román es curioso porque nunca ha sido un político carismático o eficiente. Ha ido ascendiendo como otros muchos de los que ahora tiene a su lado, haciendo el trabajo sucio del jefe, en este caso Jiménez Barrios, aunque esperando el momento de dar el salto y quedarse con el poder. Este papel lo ha sabido hacer muy bien, entre otras razones porque esa antipatía es natural y su falta de empatía con el ciudadano no necesitaba fingirla.

Jiménez Barrios ha sido el alcalde que le puso al frente del Ayuntamiento con su vergonzosa espantada un año después de ser reelegido en 2003, sabedor de que si Román iba como cabeza de lista el PSOE perdería la alcaldía como así ha sido en las dos últimas municipales. En la última no sólo no ganó con mayoría sino que encima perdió en el número de votos con Ernesto Marín.

Pero Jiménez Barrios fue también el que le puso al frente del partido cuando apoyó su candidatura contra la de la entonces secretaria local, Dolores Virués, que se las prometía muy felices pero que pocos días después de anunciar de nuevo su candidatura, se encontró con que Román también se presentaba y que para más inri, Jiménez Barrios, entonces alcalde y presidente del partido en Chiclana, salió en prensa dando su apoyo a su mano derecha.

FRACTURA GORDA EN EL PSOE

Obviamente, tras esta patada en el trasero, y sobre todo en público –habría sido más lógico hablar con ella y decirle que no se presentara-, a Virués no le quedó más remedio que abandonar. Eso sí, la colocaron en uno de esos puestos políticos que cobras mucho, trabajas poco o casi nada y no deterioras tu imagen. A eso se le llama tapar una boca, lo mismo que ahora denuncia el “cuatro sueldos y cargos” González Cabaña cuando ha perdido en el último congreso provincial ante el “renovador” Jiménez Barrios.

Pero volviendo a nuestros dos personajes, el culpable de que Román esté donde está, que haga lo que hace, que haya llevado a Chiclana a la ruina, dejando una deuda de 156 millones de euros, entre ellos 42 en deudas a los proveedores (¡SIETE MIL MILLONES DE PESETAS!), que haya provocado esta debacle en el partido y que la fractura sea tan grande que sólo con su marcha se puede enderezar algo la situación, es Manuel Jiménez Barrios.

Román ha sabido ganarse la confianza de Jiménez Barrios y en cuanto ha podido le ha dado la espalda”.

Román no quiere nada con las Juventudes Socialistas, aunque tenga en su grupo municipal a José Vera, su máximo rival, al que no pierde ocasión de ridiculizar en cuanto se presenta la más mínima ocasión, lo mismo que a otros miembros de esta organización del PSOE. Jiménez Barrios apoya a las Juventudes y si Román va con Pizarro él lo hace con los que se llaman griñanistas, que tampoco es para tirar cohetes, viendo su actuación al frente de la Junta.

Lo sucedido en el congreso provincial de hace dos días es de vergüenza y que Cabaña acuse de “compra de voluntades”  a los que le ganaron provoca risa y pena a la vez, porque es lo que él ha estado haciendo todos estos años.

RENOVADORES QUE NO RENUEVAN

También causa sonrojo el bailecito de Jiménez Barrios con la alcaldesa de Sanlúcar o la moneda al aire de Román para ver quién hablaba antes, cuando se supone que hay un protocolo sobre quién abre y quién cierra, pero en el PSOE todo es posible.

Hasta escuchar a Manuel Jiménez Barrios decir lo siguiente: “Ha sido una victoria muy, muy difícil, porque hemos tenido que ir pueblo a pueblo y militante a militante para exponer nuestro proyecto de partido, centrado en la necesidad de que el PSOE se reoxigene para abrirlo a la sociedad”. Para reoxigenarse lo primero que tendría que hacer es irse él, Román, Pizarro, Cabaña, Mier, Quiñones, Saucedo, Gómez Periñán, Ruiz Piñero, Moreno, Páez, Verdier…, y todos los que llevan 33 años viviendo de la política, haciendo y deshaciendo a su antojo.

Lo primero que deben oxigenar es Chiclana y ni Jiménez Barrios ni Román están por la labor”. 

Lo que ha quedado claro es que esas sonrisas en la Casa del Pueblo cuando PUENTE CHICO denunció la marcha de varios miembros de su comité local, eran falsas.

Día a día se va comprobando que  Román tiene cada vez más enemigos dentro de su propio partido, aunque él siempre sale bien parado, primero en las elecciones perdiendo menos de lo que él mismo esperaba y después en Diputación, donde por ser viceportavoz, o sea, poca cosa, gana lo mismo que de alcalde de Chiclana, y aquí sin tener que reducirse el sueldo ni preocuparse del bienestar de los ciudadanos, a lo que hay que sumarle su portavocía en Chiclana, con lo que coge al mes casi SEIS MIL EUROS (4.300 más 1300).

Ahora, los rivales del exalcalde están afilando sus uñas, sobre todo tras ganar por primera vez aunque haya sido por dos míseros votos. La fractura en el PSOE es grande y traerá consecuencias para este partido a todos los niveles. La primera es que sus correligionarios vuelven a las andadas con ataques e insultos al alcalde, tras unas semanas calmaditos, pero el pacto con el PVRE y que cada vez tienen menos adeptos en Chiclana, les ha vuelto a abrir la vena de la mala educación y la mala baba, que de eso tienen mucha. Lo que pasa en el PSOE siempre conlleva efectos colaterales.