12N: organización y lucha de la clase trabajadora

Daniel Martín, portavoz de Por Chiclana Sí Se Puede.-

Aún es muy pronto, ni una semana después, para hacer un análisis riguroso y con perspectiva de la manifestación del 12N por el Empleo en la provincia de Cádiz.

En lo subjetivo nos llevamos, quienes estuvimos allí, una sensación de victoria y de euforia: Cádiz salía por fin a la calle, después de años de sequía en las luchas. Y hay quienes dirán que fuimos pocas personas, comparado con el número de desempleados que hay, pero es que hay que calentar de nuevo los motores.

Porque esperamos que ésta sea tan solo la primera de muchas manifestaciones, calles y gargantas exhaustas reclamando justicia y derechos, porque así de importante es el empleo.

En lo objetivo los resultados pueden parecer más desalentadores: más de 2500 personas, viendo la tasa de desempleo que hay en la Bahía de Cádiz puede dar la sensación de que, en números fue un fracaso.

Sin embargo, en política 2 y 2 no son 4. Hay que tener en cuenta de dónde venimos, que desde el año 2012 no se convoca una Huelga General y que, después de las grandes mareas y marchas, hemos sufrido un periodo de desmovilización bastante grande durante años, motivada en parte porque el PP no ha frenado en absoluto en su política de recortes neoliberales, y quizás por la ilusión en lo electoral debido a la aparición de nuevas fuerzas en el panorama político.

LUCHA Y UNIDAD

El hecho de haber conseguido movilizar a miles de personas en este periodo político, es un enorme éxito para los colectivos sociales que convocaron la manifestación, consiguiendo arrastrar, además a gente que nunca se había implicado en las luchas.

En Chiclana, en particular, estamos muy orgullosos de la movilización de los colectivos de desempleados a los que tuvimos el honor de acompañar hasta allí. Personas que van comprendiendo poco a poco, y a través de las experiencias, que “la lucha es el único camino” no  es tan solo un eslogan y que comienzan a aspirar a mucho más que a sobrevivir a través de puestos de trabajo absolutamente precarios.

Otra cosa que han conseguido es haberse organizado entre ellos y haber colaborado para poder financiar un autobús que les llevara a Cádiz y les trajera de vuelta, autobús que no financió ningún partido ni el Ayuntamiento. Esto, que a alguno le puede parecer una nimiedad, es un proyecto muy grande para personas cuyos recursos son absolutamente escasos o inexistentes. Sin embargo, arrimando el hombro y con solidaridad, pudieron organizarlo todo en tan solo dos días.

Están aprendiendo que no pueden centrarse en salir al paso del día a día, que hay mucho más allá en el futuro y que sus aspiraciones, a través de la lucha y de la unidad, son posibles.