Venezuela, o la culpa de todos los males
Francisco M. Navas [colaboraciones].-
Cuando los malos gobernantes no son capaces de dar explicaciones a su propia ciudadanĂa sobre los males que aquejan al paĂs, de los cuales ellos son directamente responsables y culpables, no existe mejor medicina que buscar un enemigo exterior al que culpar de todo esta desvergĂĽenza diaria a la que nos vemos sometidos.
El papelĂłn de JosĂ© Luis RodrĂguez Zapatero de plantarse en Venezuela, seguramente a instancias de Pedro Sánchez, es de coco y huevo. Zapatero llega allĂ, habla con la oposiciĂłn, habla con Maduro y todo arreglado en un santiamĂ©n.
Ya habĂa sido precedido en otra visita por nuestro socialista emĂ©rito, ahora más del lado de la jet-set que del pueblo, el incomparable e infalible Felipe González. La misma historia: Felipe llega allĂ, habla con la oposiciĂłn, habla con Maduro, y todo arreglado en un periquete.
Y para rematar el despropĂłsito, el que faltaba para el trĂo, Albert Rivera, que estaba al borde del k.o. polĂtico tras su fallido y solemne Pacto del Congreso con el PSOE, que más parecĂa la firma de la paz definitiva entre palestinos e israelĂes. Albert Rivera, sĂ, va y se planta en Venezuela para abrazar a la oposiciĂłn, hablar con Maduro y todo arreglado.
RIDĂŤCULO DE NUESTROS POLĂŤTICOS
El ridĂculo que nuestros polĂticos protagonizan a diario sĂłlo es comparable con la poca Ă©tica personal que poseen. Quien se quiera divertir un poco, que recurra a la maldita hemeroteca de Ana Pastor y comprobará como en tan sĂłlo cuestiĂłn de dĂas o de meses Cuba pasa de ser el mismĂsimo rabo del diablo a una naciĂłn que lucha por la dignidad de su gente.
O Luis Bárcenas, en declaraciones de una misma persona, de ser un trabajador ejemplar a ser un señor que se lleva hasta los cubiertos de los restaurantes. Y de ser un delincuente, vuelve a ser denominado presunto delincuente. Que no es lo mismo, ni se le parece.
¿De quĂ© va toda esta historia? Pues de miedo polĂtico, de miedo escĂ©nico, de falta de coherencia en la trayectoria de los partidos y, sobre todo, de intentar, me temo que sin conseguirlo, desgastar la imagen de PODEMOS.
Porque las encuestas, lo mismo que anuncian un inexplicable nuevo triunfo del Partido Popular, que ya tiene mĂ©rito, con ese pedazo de lĂder que no sabe ni hablar y que, para colmo, cuando miente o no cree en lo que dice guiña el ojo izquierdo, pronostican igualmente un ascenso en diputados y diputadas de UNIDO PODEMOS, sencilla y llanamente porque gracias a un sistema electoral diseñado para que los dos grandes partidos se repartieran la tarta del Congreso, cinco millones más uno no es lo mismo que seis, y si Izquierda Unida con su millĂłn de votos sĂłlo consiguiĂł dos diputados, sumando sus votos a podemos puede aumentar el nĂşmero comĂşn de diputados en 16 o 18.
MIEDO A PERDER
Y si ellos aumentaran eso y el Partido Popular parece que conserva los que tenĂa, alguien tendrá que perderlos, ¿verdad? ¿Adivinan quĂ© partidos son esos? Exacto. Los que ahora están tan preocupados por viajar a Venezuela.
Dentro de mis cortas luces les puedo asegurar que Venezuela no tiene la culpa de que se hayan suprimido camas y personal sanitario en los hospitales pĂşblicos, ni de que la aplicaciĂłn de la Ley de Dependencia se haya convertido en un timo, ni de que nuestros polĂticos y polĂticas roben a dos manos, ni de que la enseñanza pĂşblica haya sido mermada y menospreciada.
Ni de una Ley Mordaza que te mete miedo por todas partes para que te quedes calladito y en casa, ni de que la justicia siga en la prehistoria de la informatizaciĂłn y la digitalizaciĂłn, ni de que nuestros polĂticos miren más hacia Alemania que hacia Grecia.
Venezuela tiene bastante con lo que tiene, y no lidera ni sufraga ningĂşn complot para derrocar la democracia en España e instaurar el comunismo de antes de la caĂda del muro de BerlĂn, porque ya ni en Rusia existe el comunismo.
CAMBIO POLĂŤTICO
Y comprendo la indignaciĂłn de un paĂs con tantos problemas polĂticos y econĂłmicos cuando tienen que sufrir el desfile de prohombres que van a hacerse la foto y no arreglan ni las colas de alimentos básicos, ni la carestĂa de combustible, ni el caos polĂtico, ni la inseguridad ciudadana.
Me gustarĂa ver la cara de nuestros viejos polĂticos, convertidos ahora en adalides de todas las libertades y defensores a ultranza de las bondades de la democracia que ellos han pisoteado impunemente durante dĂ©cadas, y tambiĂ©n de algunos de los nuevos si aparecieran en persona, de improviso, en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas (no sĂ© si se dice asĂ) el presidente Nicolás Maduro y el presidente RaĂşl Castro para hablar ante la prensa española de las bondades de sus respectivos regĂmenes. Creo que el escándalo serĂa mayĂşsculo.
Tal vez tengamos más cerca de lo que nos creemos un verdadero cambio polĂtico en nuestro paĂs. Ojalá no tengamos que soportar otros cuatro años de gobierno del Partido Popular, corrupto hasta la mĂ©dula, que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora de este paĂs, mientras facilitaba que las grandes fortunas y los amiguetes triplicaran sus beneficios. Y si realmente llega ese ansiado cambio, a ser posible, que no sea liderado por Pedro Sánchez, al que no le auguro mucho futuro. Por si las moscas.
Empieza, sigue,acaba al final las culpa al pp ERE un
ResponderEliminarchufla te recuerda algo esta palabra ERE como ERE
( otra vez la palabrita) anti derecha recuerda lo que
dijo Alfonso guerra cuando cojamos el poder a España
no la va a conocer ni la madre que la pariĂł hay empezĂł
el mal de españa
En Venezuela tambiĂ©n se llevan los politicos el dinero a espuertas. Encarcelan a los opositores al rĂ©gimen. Los asesinatos en la calle están a la orden del dĂa. El pueblo pasa hambre y las tiendas están vacĂas.
ResponderEliminar¿Y te metes con Rajoy, González, Zapatero y Rivera?
AquĂ estaremos mal, pero ni de lejos como en Venezuela.
Esperemos que Podemos no llegue a instaurar en España la República bolivariana; prefiero mil Rajoys, Zapateros y Riveras a un sólo
Ojalá no tengamos que soportar cuatro años un gobierno de Podemos
Entre podemos y francisco, me quedo con paco.
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