Inaugurada en el Museo de Chiclana “De Paso”, con once dibujos atribuidos a Lorca

La muestra ofrece obras fechadas entre 1927 y 1935, y dividida temáticamente en tres secciones: la figura humana, el retrato y la naturaleza.-

La delegada de Cultura, Josefa Vela, y el director del Museo de Chiclana, Jesús Romero, inauguraron la exposición De Paso, que se pone en marcha con motivo del Día Internacional del Libro que se celebra mañana domingo.

 Se trata de aprovechar nuevos espacios para exposiciones y serán los pasillos los que empezarán a albergar estas obras, acogiendo en esta ocasión once dibujos atribuidos a Federico García Lorca, que fueron donados al Ayuntamiento por Antonio Alonso Alfonseca. Esta muestra ha sido acotada teniendo en cuenta las obras fechadas entre 1927 y 1935 y ha sido dividida temáticamente en tres secciones: la figura humana, el retrato y la naturaleza.

Jesús Romero señaló que “estos dibujos atribuidos a Lorca fueron cedidos al Museo hace años por una persona cuya familia conozco y que no tenía interés económico, lo que acerca a su autenticidad. Dichos dibujos vienen del mismo bloque de la vivienda de la mujer del torero Ignacio Sánchez Mejías”.

“Por si fuera poco, un par de dibujos no son los típicos que uno suele asociar a Lorca. Si alguien quiere falsificar una pieza de Lorca, intenta hacer un dibujo que se parezca muchísimo”, comentó el director del Museo, añadiendo que “las obras estuvieron guardadas en EMSISA y ahora las exponemos en el Museo”.

PASIÓN POR LA IMAGEN

Si se habla de Lorca se piensa, sobre todo, en el Lorca poeta. Sin embargo, su talento creador rebasa con creces esta estrechez semántica y al poeta en su amplio sentido originario: sus poemas, su teatro, sus ensayos y, más allá de las letras, sus montajes, su música, sus dibujos y pinturas.

Su pasión por la imagen, el continuo recurso a ellas, no es sólo una constante en los textos del poeta, sino una constante también en su vida. El dibujo y la pintura acompañaron siempre sus días. Y su obra: diseño de telones para el teatro, dibujos que acompañaron con frecuencia poemas manuscritos, dedicatorias personalizadas al frente de su obra ya impresa o íntimos escritos a familiares y amigos.

Pero es en 1927, al hilo del estreno de su Mariana Pineda y con motivo de su primera exposición, cuando toma Lorca conciencia de sí como artista plástico. En 1932, expuso en una muestra colectiva en Huelva.

Aunque hay un aire de familia en todos sus dibujos y pinturas, cabe distinguir dos etapas en su amplia producción artística: una que arranca aproximadamente en 1923 con una obra que, en sus motivos, se hace eco de su Romancero Gitano o del Poema del cante jondo, o en la que aparecen con frecuencia payasos o imágenes duplicadas; y otra que entronca con su obra más tardía y vanguardista y que, más surrealista, expresa su desprecio por la civilización moderna en su torcida raíz y sus frutos peores.