El misionero Pedro Manuel Salado, medalla de oro en el Día de la Provincia a título póstumo
Será el 19
de marzo y está enfocado en torno al quinto centenario de la vuelta al mundo y
todos los actos están asociados a Iberoamérica.-
El
misionero Pedro Manuel Salado recibirá un
reconocimiento el próximo 19 de marzo en la celebración del Día de la
Provincia, en el que la Diputación de Cádiz reconocerá a varias personas y
entidades por la labor en pro de la provincia y por el trabajo en común,
concediéndoles la medalla de oro.
Fue
anunciado por el alcalde, José María Román,
estando presentes también el delegado de Servicios Sociales, Francisco José Salado; el coordinación general
de la causa para la beatificación de Salado, el padre Manuel Jiménez, y el coordinador local de la misma, José Gómez.
Los
reconocimientos que concede este año la Diputación de Cádiz están encuadrados
en el quinto centenario de la vuelta al mundo y por ello todos los actos están
asociados a Iberoamérica.
“Precisamente la entrega y la solidaridad de nuestro
paisano, entregando hace ahora siete años su vida por salvar a siete niños en
Ecuador, era un elemento que casaba con esa unión entre España e Iberoamérica”,
comentó el regidor, agregando que este homenajes “será
un elemento más que se podrá unir a la causa de su beatificación y llega para
complementar aquellos que se han celebrado en los últimos años”.
Manuel
Jiménez agradeció en nombre de la familia las gestiones realizadas por el
Ayuntamiento para que este reconocimiento sea una realidad: “Se trata de un homenaje a los 55 misioneros que la
iglesia diocesana de Cádiz tiene repartidos por el mundo y que hacen una labor
silenciosa, callada y entregada en beneficio de los más desfavorecidos y
necesitados”, destacando que “reconocer
esto dice mucho de la sociedad en la que vivimos, puesto que se fija en este
tipo de valores, entregas y héroes”.
Ah sí... este es el que salvó a 144 niños que se estaban ahogando y después murió, cual martir en acto de sacrificio.
ResponderEliminarMuy típica escena de las historietas católicas. Lo absurdo es que las Instituciones Públicas, que somos todos, vayan alabando y dando credibilidad a las obras y milagros de los santos católicos.