La guerra entre Putin y Ucrania despierta los viejos fantasmas entre nacionalistas y federalistas en la UE

Esta maldita y absurda contienda, que ha dejado al descubierto muchos puntos débiles de la UE, pero nos ha enseñado también muchas cosas.-

La primera de ellas viene de parte de Turquía con su oposición a que Finlandia y Suecia entren en la NATO (OTAN). El voto a la unanimidad o, lo que es lo mismo, el derecho de veto, puede ser el grado sumo de la falta de democracia. No me meto a juzgar si Turquía lleva o no razón al oponerse.

 

Estoy resaltando simplemente cómo en este caso, y en todos los casos en que se exige el voto a la unanimidad, prevalece siempre la voluntad de uno frente a todos. Esto es algo que se da con bastante frecuencia. Existe en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y también en la UE (dentro del Consejo Europeo, que es el órgano que toma las decisiones más importantes) y, aunque con otros matices, reina en los partidos políticos.

 

En este último caso suele prevalecer la voluntad del jefe frente a la opinión de todos o de la mayoría de los miembros del partido. Me he referido muchas veces a este punto, cuando he hablado de la UE. Pero es que el ejemplo actual de Turquía, muestra de forma clarividente las graves consecuencias antidemocráticas que conlleva la palabra unanimidad que, a primera vista, podría confundirnos.

 

Porque aparentemente suena a “estar todos de acuerdo”, suena a unidad -“estar todos de acuerdo”-, cuando es una decisión libre, es algo ciertamente muy positivo, pero estar todos de acuerdo cuando todos se han tenido que someter a lo que quiere uno, no tiene nada de democrático y sí mucho de chantaje.

 

QUITAR EL VOTO A LA UNANIMIDAD

 

Durante varios meses se nos ha pedido a los ciudadanos de la UE que aportáramos nuestras ideas sobre la UE que queremos. Yo he pedido varias veces, y he visto que otros muchos intervinientes también lo han hecho, que lo primero que debería desaparecer es el voto a la unanimidad. Con el voto a la unanimidad puede surgir en cualquier momento un jefe de gobierno que bloquee las decisiones de toda la UE.

 

Y ¿por qué digo que ha despertado la guerra entre nacionalistas y federalistas dentro de la UE? En realidad, respecto a la integración de Europa tenemos dos concepciones diferentes: “La Europa de Churchill y del general De Gaulle, que es la Europa de los Estados, en la que los éstos nunca deberían perder la soberanía, es decir la Europa de las nacionalidades o la Europa nacionalista”.

 

Y por otro lado, la Europa de Schuman, Adenauer, De Gásperi y de todos los llamados padres de la UE, que es la Europa de los ciudadanos, en la que la soberanía estaría dividida y compartida entre los Estados miembros y las instituciones de la UE, es decir la Europa federalista.

 

La Europa de Churchill se plasmaría en el Consejo de Europa, y ya vemos que en cuanto a integración de Europa, el Consejo citado no ha contribuido mucho y habría subsistido de forma en la idea que Gran Bretaña tenía de la UE.

 

IDEAS CONTRAPUESTAS

 

Pero es que dentro de la UE de Robert Schuman tenemos conviviendo y peleándose estas dos ideas: la Europa de los ciudadanos, reflejada más o menos en todas las instituciones de la Unión, salvo en el Consejo y Consejo Europeo, y la Europa de los Estados, que es la que predomina en el Consejo y en el Consejo Europeo.

 

En una predominan los intereses comunes de toda la UE y en la otra a veces predominan los intereses de cada uno de los Estados, que no siempre coinciden con los intereses de toda la Unión. Dentro de la Europa federalista tenemos también, por tanto, la Europa de las naciones, que es la Europa nacionalista.

 

Estas ideas contrapuestas, esta lucha entre las dos concepciones de Europa, que lamentablemente ha estado siempre presentes a lo largo de toda la historia de la integración europea, vuelve a surgir con más claridad con motivo de la guerra de Putin en las diferentes posturas que adoptan los Estados miembros frente al gas de Rusia.

 

Esta Europa nacionalista es la misma Europa del voto a la Unanimidad. ¿Cuál de las dos Europas prevalecerá? La Europa federal no ha podido apenas avanzar porque los gobiernos -la Europa nacionalista- le han puesto siempre el freno. ¿Cuánto tiempo seguirá el freno puesto? Si pisamos fuerte el freno, el coche se nos puede parar.

 

FÉLIX DE LA FUENTE