Bruselas podrá perdonar, pero la historia no perdonará
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
Me cuento entre los millones de españoles y de europeos que estamos hartos de que nos dividan a los ciudadanos entre personas de izquierdas y de derechas, entre progresistas y retrógrados, entre votantes de un partido o de otro, cuando, después de votar a casi todo el arco de partidos políticos, ya no sabemos qué papeleta elegir y lo hacemos forzados, lo cual no tiene ningún valor democrático.
Pero es que, además, cuando la mayoría de los ciudadanos tenemos un denominador común, cuando a todos los partidos políticos los podemos meter en el mismo saco, sobran todos los demás calificativos. Y este denominador común de los ciudadanos es pusilánimes y cobardes, o, si preferís, esclavos resignados.
Ha habido dos movimientos que podrían haber provocado una auténtica revolución, pero esta revolución la hemos abortado entre todos. Estos movimientos ciudadanos fueron Ciutadans/ciudadanos y Quince de mayo. Ambos movimientos deberían haber permanecido como tales, pero quisieron convertirse en partidos políticos y otros los votamos.
Craso error por parte de todos, por los que se apuntaron a dichos partidos y por los que los votamos. El movimiento ciudadano ha quedado mortalmente herido por muchos años, ha quedado sembrado de sal por muchas generaciones y los ciudadanos, resignados en nuestra esclavitud y sin atrevernos a levantar la voz.
CORRUPCIÓN Y DESPILFARRO
¿Y cómo se llama ese saco común en el que
podemos meter a todos los partidos políticos? CORRUPCIÓN Y DESPILFARRO,
palabras que en este caso concreto significan prácticamente lo mismo. Hablar de
partidos progresistas o de jueces progresistas es un insulto a la inteligencia
de todos los españoles. ¿Podemos hablar
de progreso viendo la situación en que se encuentra el 50% de las familias
españoles?
¿Podemos llamar progresistas a unos partidos que no han sabido o no han querido mejorar la situación de los ciudadanos? Sí, todos los partidos políticos son progresistas, porque sus políticos viven cada vez mejor. CORRUPCIÓN Y DESPILFARRO es exigir sacrificio a los ciudadanos, mientras los partidos no se privan de nada. CORRUPCIÓN Y DESPILFARRO es indultar a unos políticos acusados de corrupción, sin que estos hayan devuelto un céntimo, lo mismo que es corrupción indultar a un asesino, sin que esta haya pedido perdón.
No sé cuánto tiempo tardará la historia en calificarnos de pusilánimes a los ciudadanos y de corruptos a los políticos, pero lo que sí sé es que ni la juventud ni los párvulos actuales pueden estar orgullosos de nosotros. Los hemos dejado sin porvenir y endeudados hasta el cuello. Los únicos que pueden estar contentos son “los cachorros de los partidos políticos”.
Estos son los únicos que tienen asegurado un porvenir dorado. Es muy triste lo que tuve que escuchar una vez de un político relativamente responsable: “es que, aunque quisiéramos practicar otra política o ejercer la política de forma altruista, aunque quisiéramos ejercer un voluntariado político, no lo podríamos hacer porque los jóvenes de nuestro partido están esperando para poder ocupar cargos en la política”. Esta es la única juventud que tiene futuro.
Que nuestros políticos piensen y actúen así, malo, que las instituciones europeas les toleren a nuestros políticos tanta incompetencia y tanta corrupción, peor. Bruselas podrá perdonar, pero la historia no perdonará, y la historia será implacable.
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