EDITORIAL SEPTIEMBRE 2022- El timo del Concert Music y los que entran de gorra a nuestra costa

La temporada alta del verano ha finalizado y la rutina vuelve a nuestras vidas y por fin volvemos a recuperar el poblado de Sancti Petri, secuestrado por el Concert Music durante dos meses.-

En ese tiempo nuestro alcalde y sus concejales, además de otros muchos enchufados afines, se han dado la vida padre entrando por la cara en los conciertos, con entradas de las buenas y algunos con pulserita para comer y beber lo que quisieran. Cuarenta y cuatro actuaciones en menos de dos meses.

Han venido artistas importantes y otros, la mayoría, que no los conocían ni en su casa, además de muchas repeticiones de años anteriores. Todos han triunfado, con el recinto lleno, páginas en los medios afines contando la excelencia del cantante de turno, aunque fuera un fiasco o la asistencia de público no fuera tan buena como nos contaban. Pero es lo que tiene que esos medios de comunicación reciban miles de euros de publicidad. Falsear la verdad a costa de lo que sea.

La Asociación por un IBI real denunció en el Juzgado Contencioso Administrativo nº 4 de Cádiz al Ayuntamiento, por las diez entradas que la empresa organizadora debía entregar al Consistorio para cada una de las actuaciones, 440 en total, y de las buenas, a cambio del patrocinio por importe de 60.000 euros, destinados a la publicidad del certamen.

Previamente lo habían hecho en el propio Ayuntamiento, pero éste dijo que esta entidad no estaba legitimada para recurrir el acuerdo de patrocinio, todo lo contrario que el juzgado gaditano, que la admitió a trámite.

Dice esta entidad que  “es inconcebible que se lleve a cabo un patrocinio de 60.000 euros a una empresa privada, con el supuesto objetivo de que ésta promocione el municipio de Chiclana, cuando es la propia organización del evento la primera interesada en dejar meridianamente claro en su propia publicidad y promoción del evento que éste se celebra en nuestro municipio”, además de calificar de ilegal esta actuación municipal.

PROMOCIONAR EL FESTIVAL, NO CHICLANA

A este respecto decir que muchos de estos artistas en sus publicidades no ponían Chiclana en ningún lado, apareciendo Sancti Petri o Cádiz. Incluso algún medio decía que el poblado era una ciudad de Cádiz. La empresa organizadora de los conciertos tampoco ha puesto demasiado interés en publicitar Chiclana, a pesar de los 60.000 euros recibidos. Lo que aparece en los carteles es el nombre del festival en grande, que es lo que le interesa, y debajo, en letra muy pequeña, nuestra ciudad.

El Concert Music es deficitario desde la primera edición, lo mismo que en las tres siguientes celebradas (aunque digan que es la quinta, es falso porque la tercera no se llevó a cabo por la pandemia. En esta historia hay demasiadas mentiras), teniendo que recurrir al regalo de cientos de entradas para que parezca que va mucha gente. Excepto unos cuantos artistas, que lo venden todo, el resto no ha cumplido las expectativas, por eso se han entregado tantas gratis. Y en los hoteles del Novo lo mismo. Hasta de palcos, carísimos.

Los precios son desorbitados y una persona normal, que somos la mayoría, no puede permitirse esos lujos, teniendo en cuenta que no suele ir sola. A esto hay que sumar las colas para llegar y, sobre todo, para salir. De hora y media a dos horas en cada actuación, y en las más importantes aún es peor A la empresa lo que le importa es promocionar el nombre y así puede seguir con él cuando, más tarde o temprano, tenga que irse a otro lugar.

Mientras unos entran gratis, pudiendo pagar la entrada con sus altísimos sueldos (alcalde y miembros del gobierno municipal), el chiclanero de a pie se tiene que conformar con oírlo desde fuera, siendo ellos los que pagan esa subvención con sus impuestos.

Dice la Asociación del IBI que “esperamos que este recurso sirva para poner fin a esta vergonzosa práctica de asistir a los conciertos sin pagar las entradas con su propio bolsillo, sino a costa del dinero público que abonamos todos los contribuyentes de Chiclana, vía disparatados impuestos y tasas”.

Por cierto, al festival le han dado un premio medioambiental, pero la empresa ha dejado el poblado con mucha basura en vez de entregarlo como lo recibió, limpio y en perfecto estado. Son como el caballo de Atila.