El dramaturgo José Moreno Arenas despojó a Lorca del mito y nos presentó al ser humano
Fue organizada por el Ateneo de Chiclana y habló de la obra de teatro que ha escrito sobre el poeta y dramaturgo, así como de sus investigaciones sobre el autor granadino.-
Cuando parece que de Federico García Lorca lo sabemos todo, aparece un libro, una obra de teatro o un artículo que nos ofrece otros puntos de vista, otras historias desconocidas y nuevos datos sobre uno de los poetas más grandes que nuestro país, además de un gran autor teatral. Son muchas las personas que investigan la vida y muerte del granadino y una de ellas es José Moreno Arenas, dramaturgo de Albolote (Granada), que escribió hace dos o tres años la obra Federico, en carne viva, que acaba de publicar la Diputación de Granada.
El patio de la Biblioteca García Gutiérrez fue el lugar elegido por el Ateneo de Chiclana para la disertación de Moreno Arenas, experto conocedor e investigador de la obra y la persona de Lorca. Fue presentado por Miguel Ángel Bolaños. Federico, en carne viva narra los últimos días de la vida del poeta, pero desde el punto de vista humano. Se llevó tres años estudiando y analizando numerosa documentación que plasmó en una excelente pieza teatral, llevada a las tablas con gran éxito por la compañía granadina Karma Teatro.
José Moreno comentó que hay muchos biógrafos de Lorca “y cada uno arrima el ascua a su sardina, con lo que no sabemos quién dice la verdad”. Visitando la casa del poeta, un coetáneo suyo, Alfonso, le dijo que “Federico ha tenido muchos barniceros (barnizadores)”, por eso decidió investigar sobre él y desvestirlo de todas las capas míticas que le han añadido a través de los años. Con el tiempo y cada vez más, Lorca se ha convertido, lo han convertido, en atracción turística y explotación política.
Reseñó Moreno que “con Federico pensamos en el mito y no en el ser humano, en el corazón de Lorca. Hay que quitarle todos esos barnices y para ello me leí toda su obra, su correspondencia (miles de cartas) y todas las entrevistas que le hicieron. Con todo esto te puedes hacer una idea real de cómo era. Esa es la clave, aunque lo que escribí son conclusiones mías”.
SURREALISMO Y AMOR DESENFRENADO
Dijo también que Lorca “se sentía más cómodo escribiendo obras surrealistas (El público, Así que pasen cinco años…). Sus comienzos fueron surrealistas, aunque no renegaba de sus dramas (Yerma, La casa de Bernarda Alba o Bodas de sangre), de ese teatro que sí gustaba al público y que le dio la fama y el que mejor ha sabido entrar en la tragedia, pero lo que más le gustaba era el teatro surrealista”.
Federico, en carne viva cuenta los últimos días de la vida de Lorca, en su Granada natal. Había estallado la guerra y lo cogió en Madrid. Como la mayoría de sus amigos intelectuales, iba a marcharse a Europa. Su novio oficial fue Rafael Rodríguez Rapún “pero había conocido a un muchacho de 19 años, Juan Ramírez de Lucas, conocido como el Rubio de Albacete, del que se enamoró perdidamente y cuyo amor le provocó la muerte a sus 38 años”.
Señaló
el conferenciante que “iba a marcharse,
pero no lo quería hacer solo. Federico estaba enchochao de Juan y le dio un tiempo para que se lo contara a sus padres y mientras
esperaba su respuesta, fue detenido en Granada, donde fue fusilado por las
hordas franquistas”.
No faltó el teatro bajo la arena de Lorca, una reivindicación de Moreno Arenas que trasladó a su obra de teatro. Dijo hace un año en Chiclana que quería “que se le reconozca en el hablar, que quienes aparecen en la obra no sean personajes que parezcan títeres en manos del dramaturgo. Quise bajar a los infiernos con él, darle la mano, reivindicar la figura de Lucas en los últimos días de la vida de Lorca y el teatro surrealista de éste”.
En
la conferencia de la pasada semana afirmó que el poeta y dramaturgo de Fuente
Vaqueros busca “un entorno propio para decir lo que quiere. Busca una fórmula para
sacar el teatro a la calle y debe ser bajo la arena, por eso en la obra yo lo
saco de un pozo, pero éste tiene una alcantarilla de la que emerge Federico
para hablar con Margarita Xirgu, a
la que, por cierto, no le gustaba ese teatro surrealista de Lorca y sí el otro.
Estaba en contraposición del teatro al
aire libre, donde predominaba la diversión, pero Federico quería divertir al
público desde la educación”.
Fue
una magnífica tarde, en la que pudimos disfrutar de Lorca gracias a la
magnífica conferencia de José Moreno Arenas, una de las personas que más conoce
al poeta y dramaturgo granadino y que nos lo mostró desde su faceta humana,
porque como dijo al principio, “Federico
era una persona como cualquier otra y era lo que quería mostrar”.
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