Fran Peña, un tetrapléjico de Chiclana, consiguió tras 17 años de lucha, que el SAS le mandara al Hospital de Toledo de nuevo
Estuvo al borde de la muerte, pero salió adelante y en estos años ha tenido numerosos y graves problemas en los hospitales que le atendieron, negándose a ser atendido en ellos.-
En 1997 la vida de Francisco Javier Peña Mateos discurría con total normalidad. Tenía 22 años, un trabajo que le gustaba en el campo, donde cortaba arbustos en el monte, en los Alcornocales, y una gran afición: el motocross. Un fatídico domingo sufrió un fatídico accidente en la zona de Pelagatos, donde participaba en un campeonato.
En un salto cayó de mala postura y se seccionó la médula. Tuvo fractura de vértebras cervicales y lesión modular. Allí cambió para siempre su vida. Se quedó tetrapléjico y desde entonces todo han sido sufrimientos y luchas por una buena atención médica.
Todos lo conocen como Fran Peña y es muy querido por todas las personas que se cruzan con él. Quedamos en un bar de la Huerta del Rosario, Pimpam, y las atenciones y muestras de cariño de los camareros y clientes, así como amigos y familiares eran constantes. Aunque va en una silla de ruedas se desenvuelve bastante bien, pero necesita que le ayuden a tomarse un café o agua, que bebe con una pajita.
Han pasado 27 años desde entonces y en este tiempo se ha dedicado a luchar con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por los problemas que ha tenido en los distintos hospitales en los que le han atendido, donde no solo no mejoraba sino que salía peor de lo que entraba, con infecciones y con riesgo de su vida.
Cuando tuvo el accidente fue trasladado al Hospital Puerta del mar de Cádiz, donde los médicos no contaban con él. Estuvo 64 días en la UCI, siendo trasladado posteriormente al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, donde no llegó en buenas condiciones. Dice Fran que física y psicológicamente “estaba hecho polvo, como si hubiera estado en un campo de concentración, ya que iba desnutrido, deshidratado, con falta de movilización, no sabía en qué día y hora vivía, desorientado, dándome pocos días de vida”.
EL SAS DENIEGA QUE VAYA A TOLEDO
En la UCI sufrió tres paradas cardiorrespiratorias y 18 neumototax. A los dos meses logró respirar automáticamente, cinco minutos por la mañana y los mismos por la tarde: “El respirador no me lo quité hasta junio de 1998. Empecé en noviembre del 97”. Estuvo trece meses en Toledo y nueve meses en coma. Le dieron el alta en octubre del 98. Estuvo pasando revisiones anuales en ese hospital “sin ningún tipo de infecciones ni problema alguno”.
Pero en 2007 comenzaron a ponérselo difícil desde el SAS: “Fue la primera vez que me denegó ir a Toledo para la revisión porque, según éste, tenían los mismos servicios en Sevilla, pero no es cierto. Por ello me niego a revisarme en los hospitales andaluces por lo vivido al principio de mi lesión”. En 2012 le hospital toledano le recomendó que se hiciera una revisión, porque podía tener algo.
Fue
al hospital Virgen del Rocío de
Sevilla, al ala de lesión medular de Bormujos (San Juan de Dios). Le hicieron una prueba de urodinamia (mirar la
capacidad de la vejiga para ver si tiene capacidad o no para orinar). Al
sondarle sangró mucho y le hicieron daño, pero lo dijeron que era normal. Dos meses
después tuvieron que sondarle de nuevo porque no orinaba. Después de las
pruebas en el Virgen del Rocío “tuve
repetidas infecciones de orina. Antes contadas y leves”. No quiso ir más a
este hospital en Bormujos.
CINCO DÍAS AL BORDE DE LA MUERTE
En 2013 fue a revisión a Málaga, donde le hicieron una operación para quitarle la sonda, sin resultado. Siguió el peregrinaje y en 2019 regresó a Málaga para una revisión y le han hecho ecografías en el Puerta del Mar en Cádiz y en San Carlos, en San Fernando. En 2016 le cambiaron la sonda en un centro de salud de Chiclana, sangrando muchísimo, cambiándolo a la Unidad de Técnicas Especiales de Puerto Real, teniendo repetidas infecciones de orina, poniéndole un tratamiento con antibióticos.
Le pusieron una sonda (catéter) suprapúbica en la vejiga, “dando la cara una bacteria por tanto antibiótico, estando diecisiete días ingresado, los cinco primeros con riesgo de muerte, hasta que me acostumbré al antibiótico”. Estuvo seis años con ella, hasta 2022.
Pidió volver a Toledo porque tenía espasmos por seguir las indicaciones de los médicos de aquí y seguía mal, enviando un correo al SAS: “Si varias personas andaluzas, con menos problemas urológicos que yo, estaban yendo a Toledo tras aprobar la derivación a ese hospital, ¿porqué yo no podía ir? Les amenacé con ir a los medios de comunicación”.
EL SAS DA SU BRAZO A TORCER
El Servicio Andaluz de Salud no le respondió, pero al día siguiente “recibí una llamada de Toledo anunciándome que el SAS me había derivado allí”. Llevaba diecisiete años sin ir a este lugar, desde 2006. La uretra la tiene destrozada por un mal sondaje y tendrá que estar de por vida con una sonda suprapúbica.
A pesar de todo lo padecido por una mala praxis en los servicios prestados, Fran valora el excelente trabajo realizado en el Área de Manipulaciones Especiales de Puerto Real, así como la doctora, enfermera de enlace y la asistenta social que trabajaron para que fuera a Toledo.
Fran Peña tiene actualmente 48 años, pero no se ha acobardado ante la vida por muchos problemas graves que haya tenido en estos casi 27 años. Al contrario, le gusta mucho internet, pasando muchas horas navegando, tiene una página en Facebook de motocross, con 170.000 seguidores.
AMANTE DEL HEAVY METAL
Ahí pone fotos, comentarios, algo de su vida y hasta organiza quedadas de motos de dos tiempos de motocross en Sanlúcar, Trebujena y La Junquera. Cuando se enteran que es tetrapléjico “se quedan pasmados”, ya que es una persona dependiente al 95%.
Su madre y hermanas son las que lo cuidan, aunque tampoco faltan los amigos como Juan Antonio Gutiérrez, con el que tiene una gran amistad y complicidad, que se sabe su vida tan bien como él y le ayuda en todo lo que puede. Sale a la calle todos los días, mañana y tarde y le gusta la música de heavy metal, en especial Metálica. No le gusta ver películas “porque me meto tanto en la historia que me cuesta dormir”, pero sí dibujos animados.
QUIEN LA SIGUE, LA CONSIGUE
Una vida llena de problemas, pero que no ha acabado con su sonrisa ni las ganas de vivir y que cada día sigue adelante. De nuevo, un David, una persona del pueblo, luchadora, ha conseguido ganar la batalla a Goliat, personificado en el todopoderoso Servicio Andaluz de Salud. Quiso volver a Toledo y diecisiete años después lo logró. Dice el refrán que quien la sigue la consigue y Fran Peña la siguió y pese a sus enormes problemas físicos, lo consiguió. Un ejemplo para todos.
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