El lago de Las Albinas acogerá el sábado las II Jornadas de Piragüismo
Está organizada por el Club Deportivo Piragüismo Chiclana y va dedicada a los niños con síndrome de Tourette.-
El delegado de Deportes, José Alberto Cruz; el presidente del Club Deportivo Piragüismo Chiclana, Eduardo Varela, y la vocal de la Asociación Andaluza de Pacientes con Síndrome de Tourette y Trastornos Asociados, Carmen Castañeda, presentaron la segunda edición de las Jornadas de Piragüismo, que se desarrollarán el próximo sábado, 21 de octubre, en las instalaciones náuticas del lago de Las Albinas. Unas jornadas denominadas Todos importan, dedicadas a niños con dicho síndrome.
“El deporte transmite muchos y buenos
valores, que se difunden a través de los clubes deportivos, entre ellos, el
Club de Piragüismo Chiclana, que ha trabajado con personas con distintas
patologías”, comentó Cruz, quien incidió en que “este sábado los niños con el síndrome de Tourette podrán participar en
esta bonita iniciativa, donde podrán compartir una jornada inclusiva y conocer
la experiencia de otras personas”.
Por su parte, Eduardo Varela señaló que “la jornada comenzará con una recepción en el centro del Vino y la Sal y continuará en las instalaciones del lago de Las Albinas, donde volveremos a trabajar en la inclusividad. Esperamos a personas de toda Andalucía y confiamos en que sea de su agrado, pudiendo compartir valores”.
Añadió el presidente del Club de Piragüismo Chiclana que “además, podrán conocer nuestra ciudad y el entorno donde practicamos este deporte, como es el parque natural de la Bahía de Cádiz”. Finalmente, Carmen Castañeda manifestó que “la jornada sirve para que los niños estén en un entorno en plena naturaleza y puedan convivir sin sentirse bichos raros. Agradecer al Club Piragüismo Chiclana y al Ayuntamiento que siempre están a nuestra disposición y ponen los medios que ellos tienen”.
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico con inicio en la infancia o adolescencia. Se caracteriza por múltiples tics motores (movimientos) y al menos un tic vocal o fónico (palabras o sonidos), con duración de más de un año desde la aparición del primer tic.
Éstos aumentan o disminuyen tanto en número como en intensidad y tipo, con períodos de agudización o remisión. Son involuntarios, aunque se pueden suprimir temporalmente, y son precedidos por un impulso premonitorio, comparable a la sensación que se produce antes de un estornudo.
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