La chapuza de las obras de la calle Cabezo queda a la vista por el mal estado de la calzada

La pavimentación está rota en muchos puntos, sucia y con aspecto cochambroso.-

En octubre de 2022 denunciábamos el lamentable estado en el que estaba la calle Cabezo, todavía sin finalizar las obras y con claros síntomas de chapuza. Los vecinos lo denunciaron y no se les hizo caso, creando un problema mayor al que tenían, filtración del agua que provoca humedad en sus casas. La pavimentación se hizo sin enlechar bien y sin capa higiénica, lo que ocasionó que las viviendas absorbieran el agua que cae a la vía.

Catorce meses después no ha mejorado esta situación y la calle está sucia, con el pavimento roto en bastantes partes de ésta, y con un aspecto de dejadez absoluta. Esas obras chapuceras costaron 73.858,57 euros con el IVA incluido, dinero concedido por la Consejería de Turismo, que es la que concedió la subvención como Municipio Turístico de 2021. Obviamente, la Junta de Andalucía no ha comprobado si las obras están bien hechas o no y si al dinero entregado se le ha dado el uso debido.

Ya comentamos el año pasado la colocación de los arriates con ladrillos toscos sin mojarlos antes como hay que hacer y eso trajo que bastantes de ellos estaban sueltos y se habían colocado pocos días antes. También se quejaban de la terminación de los arriates, otra chapuza y consiguieron con sus quejas que se desmontaran algunos de ellos y colocarlos de nuevo.

Las nuevas  jardineras se han realizado (según la versión oficial) con una base de ladrillo macizo rústico, sobre los que se han colocado jardineras en acero. Si el acero es normal, aunque se diga que es inoxidable, termina oxidándose, que es lo que pasaba con los trabajos recién finalizados.

PAVIMENTACIÓN DEFICIENTE

Para evitarlo se suele poner acero cortén, cuyo óxido le protege y evita la oxidación. El cortén es el utilizado en las dos entradas nuevas del Ayuntamiento, horrorosas por cierto, e impropias de un casco histórico, que años después de colocarlo, se encuentra en perfecto estado.

Otro trabajo, más propio de Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, fue el riego por goteo para las jardineras. Tuvieron que romper lo hecho porque el goteo perdía agua, lo que provocó que todos los arriates estuviesen mojados por abajo, provocando más humedad en las casas.

La calidad del trabajo realizado deja mucho que desear. Hay losas rotas, el suelo está sucio, zonas que tienen varias tonalidades, etc. Un dineral invertido en estropear una calle más que en arreglarla y sin solucionar el mayor problema vecinal, la humedad. Esta sigue como antes o peor. Chapuzas municipales propias de un alcalde hortera y sin gusto, como lleva años demostrando. Y la Alameda del Río es el último ejemplo.