Interesante exposición “Correspondencia desde Chiclana a través de la historia” en “La Embajada”
Está organizada por ODA y son 19 cartas desde 1800, que tienen relación con nuestra ciudad, una de ellas de un soldado francés que estuvo en la batalla del castillo de Sancti Petri.-
En el
restaurante La Embajada, en la calle
Arroyuelo, 14, puede disfrutarse hasta el día 30 de abril, de la exposición Correspondencia desde Chiclana a través de
la historia, a cargo de la Asociación Filatélica Chiclanera ODA.
Son diecinueve cartas, la mayoría del presidente de la entidad, Manuel Manzorro, aunque también hay de Miguel González y Miguel Cárdenas.
En la muestra
hay cartas, postales y envueltas (pliegos que se doblaban varias veces hasta
dejarlos en el tamaño de una carta), siendo el documento más antiguo de 1800.
Desde esa fecha hasta la actualidad podemos encontrar mucha historia en esta
curiosa colección, ya que hay auténticas joyas. Estos escritos salieron de
Chiclana y recorrieron el mundo “haciendo
su trabajo”. El del citado siglo fue a Portugal.
Nuestra
localidad era en esa y posteriores épocas un pueblo pequeño, “lleno de analfabetos que no sabían leer ni
escribir. Tampoco había fábricas, lo que impedía la comunicación comercial con
otros lugares”, comenta Manzorro. Estas piezas “son muy difíciles de conseguir, pues han estado en muchos países”,
agrega el presidente de ODA.
Hay una envuelta
muy curiosa referente a los Cien mil hijos de San Luis, soldados franceses enviados
por el rey Luis XVIII, que invadieron
España hace doscientos años y que 3.000 de ellos estuvieron en Chiclana en
1823, donde se enfrentaron a ciento veinte españoles que se encontraban en el
castillo de Sancti Petri defendiéndolo y apoyando la Constitución de 1812,
aunque carecían de formación militar. Aun así, aguantaron una semana al
poderoso ejército galo.
CARTA DE UN SOLDADO FRANCÉS DE LA BATALLA DEL
CASTILLO
El 28 de enero
de 1823, el Parlamento francés asistió a la comparecencia de Luis XVIII, que
manifestó: “Cien mil franceses están
dispuestos
a marchar invocando el nombre de san Luis, para conservar en el trono de
España a un Borbón, para preservar ese hermoso reino de su
ruina y reconciliarlo con Europa”. Un ejército de unos 95.000 hombres se
estaba concentrando al norte de los Pirineos para invadir España y liberar a Fernando VII. Fue un paseo militar.
Uno de esos
soldados franceses envió una envuelta a su familia en la que decía que era “agosto de 1823, que estaba delante de Cádiz,
donde se aglutinaban soldados y que la correspondencia era defectuosa. Lo
curioso es que circuló por el correo español siendo del ejército francés, que
también tenía sus carteros”, señalo Manzorro.
Otra pieza
interesante es una carta enviada por una sevillana que estaba en 1902 tomando
las aguas en el balneario de Brake. Al día siguiente era el santo de su
hermana, por lo que le envió una felicitación que, sorprendentemente, llegó al
día siguiente a la capital hispalense. Gran rapidez teniendo en cuenta que en
esa fecha el correo era a caballo, como los del Pony Express de las películas
del Oeste.
De hecho existía
una Casa de Postas cerca de Conil, donde se relevaban los correos y los
caballos. Entonces los jinetes trabajaban todos los días, ya que cobraban
diariamente y si no laboraban no ganaban.
CENSORES DE CARTAS
Siguiendo con la
importancia de estas 19 cartas que se exponen en La Embajada, hay que citar algunas con censura: “Había un censor que leía las cartas que
llegaban a Chiclana y si tenía que ver con cuestiones políticas en contra del
gobierno, denunciaba a quien la recibía y quien la enviaba. Al no existir sellos se enviaban con
símbolos nacionales como la bandera o el ¡Viva Franco!”, reseña Manzorro.
En 1845 los
ingleses inventaron el sello y cinco años más tarde se harían en España. Los
ingleses son los únicos que no llevan el nombre del país en ellos por haber
sido los inventores. Los demás sí lo ponen.
Hay más curiosidades en estas cartas: “Como dijimos anteriormente, muy poca gente sabía leer y escribir, por lo que los hijos o familiares se iban a otro lugar, en el sobre ponían dibujos que tenían su significado. Si necesitaba dinero ponían una cosa, si no era así, otra. Si estaban bien no ponían nada y si estaban enfermos ponían un dibujo concreto”.
PILLERÍAS
Al principio los
sellos eran gratuitos, pero finalmente cobraban por ellos. “Pagaba el que mandaba la carta y quien la
recibía. Cuando a una familia le llegaba una carta de un familiar, tras mirarla
y ver si estaba bien o no o si necesitaba algo por los dibujos que habían
puesto, le decían al cartero que no la querían, por lo que no pagaban, pero ya
sabían que estaba vivo y bien o si le hacía falta algo”, manifiesta
Manzorro.
Pura pillería.
Como la de que España fue el primer país en falsificar un sello de Correos, que
se puede ver en esta exposición. Los presos eran los que hacían los sellos,
ganando un dinero que les venía muy bien. Estas cartas y documentos son
difíciles de encontrar, además de ser una tarea muy laboriosa y larga. Ahora
con Internet es más fácil dar con
estas joyas.
Otra curiosidad
es que a veces los filatélicos hacen pequeñas trampas para tener cartas con
diferentes matasellos y de diversos países, como una enviada a Camerún que
regresó a Chiclana cuatro meses después, tras pasar por varios países. El
nombre y la dirección de la misma era falsa, por lo que fueron enviándola de un
lugar a otro hasta volver a su origen. Resumiendo, una interesante exposición
de correspondencia, que no os podéis perder. Otro punto importante de nuestra
historia. Aunque no sea fenicio.
Que pena que el coleccionismo filatélico ya no existe, salvo para unos pocos de nostálgicos, la misma FNMT, se lo han cargado, con las estampitas, hojitas y un etc... a precios desorbitados, y para colmo el franqueo de máquina y los convenios empresariales de correos, con lo bonito que era antes, recibir tu carta con el correspondiente sello, y el intercambio con otros coleccionistas, esto ya se acabó, soy primer premio exposición filatélica 1980 e moto club chiclanero, calle Fierro, mi recuerdo a los que ya descansan en paz, mis compañeros JUAN BARBERA Y JOAQUÍN GARCÍA CONTRERAS (QUINO) que recibió el segundo premio.
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