La cólera de un pueblo que se siente marginado
Félix Arbolí [colaboraciones].-
El otoño se nos presenta bastante movidito. Las manifestaciones se hacen cada vez más numerosas, frecuentes y violentas, se generaliza el descontento popular de manera preocupante y los parados alcanzan ya cifras inéditas. Pero a nuestra clase política todo esto le suena a “melodía desafinada” de una mala orquesta. Es como el que oye insultar y amenazar a la vecina de enfrente desde su ventana y piensa: “No va conmigo la cosa” y se queda tan pancho mientras sigue oyendo las “Cuatro estaciones” de Vivaldi o el “Yesterday” de los Beatles.
En la España actual, todo se ha desbordado y nadie le pone remedio. Los indignados se multiplican como una plaga de langostas, se echan a la calle para enfrentarse contra los políticos y se encuentran en medio de una revuelta donde se suceden los golpes, los palos, las porras y todos los artilugios que el hombre ha ideado para hacer daño a sus semejantes, pero desde ambas direcciones, porque llegado un caso así, todos van a dar antes que resignarse a recibir.
Al final ya se sabe, pierden siempre los que han ido a defender sus derechos y recriminar los constantes abusos y el cinismo de una odiada clase política, sin excepciones, y aquellos que son obligados a contenerlos y reciban los golpes e insultos que estaban reservados a los que les enviaron, que son los únicos culpables y los que presencian las escenas en la “tele” desde sus lujosos despachos.
Yo les ponía frente a la multitud a ver qué hacían y si eran capaces de seguir cobrando sus escandalosos sueldos y gratificaciones, mientras al pueblo le están cortando la vida a decretazos.
Viven aislados en sus torres de marfil, bien protegidos y mejor pertrechados, viendo los toros que ellos debían lidiar desde la barrera, pero cobrando por el simple hecho de asistir a la corrida. No es pues nada extraño que se formen el “15-M”, el “ll-S” y que se pueda hasta repetir un “23-F” o venga un “25-O”.
Sin omitir lo que sucederá cuando llegue el “24-D” el “31-D” y el “6-1”, y el pueblo se dé cuenta de que le han quitado la posibilidad de celebrar unas fiestas que deberían ser intocables y nuestros hijos y nietos tengan que recibir sus regalos de las tiendas de los chinos.
TENEMOS MEDIO MILLÓN DE POLÍTICOS
Yo, si fuera político, por vergüenza, renunciaría a un solo mes de mi espléndido sueldo a favor de que les den la extraordinaria de Navidad a los que han pasado todo el año en plena hambruna y sobresalto. Pero eso es como lavarle las orejas a un burro. No sirve de nada. Eso no se vota en el Congreso y menos por unanimidad.
¿Sabes que tenemos cerca de medio millón de políticos que viven de los presupuestos, es decir, de nuestros impuestos y miserias? ¿Qué somos, el país de Europa que tenemos mayor número de este tipo de parásitos chupándonos hasta el aire que respiramos? Temo, con una enorme inquietud, que esta situación pueda llegar a convertirse en un tsunami, aunque ahora solo llegue a un simple desbordamiento fluvial.
Hasta que toda nuestra clase política se ponga las pilas y empiece a funcionar con eficacia, responsabilidad e inteligencia esto no acabará. Y hay que decirlo, aunque me tachen de lo que quieran, debemos eliminar constitucionalmente o como sea la sangría que nos supone mantener a tantas comunidades autonómicas, cuando apenas tenemos para hacer frente a los gastos de un solo gobierno.
El pueblo ya no puede soportar tanto gasto y sacrificio, para que unos determinados señores al más puro estilo feudal se conviertan en nuevos “Arturo” y tengan su utópico “Camelot”, junto a una serie de caballeros de la “Mesa Redonda”, que ésta ya la tienen asegurada y bien aprovisionada.
Lo único que bajan son sueldos y pensiones, que dicen que las incrementan en el uno por ciento (de bochorno), mientras con el incremento del IRPF la dejan más escuálidas que el Rocinante del Quijote. Nos hemos dado cuenta que el tiempo pasa, las estaciones se suceden y todo sigue igual, es decir, que vamos a peor si Dios no lo remedia. Y Dios me da la impresión de que hace tiempo que ha emigrado hacia lugares donde el hombre es más humano y más respetuoso con lo divino. Debe estar cansado.
POLÍTICOS TOZUDOS Y SUICIDAS
Me considero católico, lo de apostólico y romano lo acepto como coletilla aprendida desde pequeño y repetida miles de veces, aunque sin estar plenamente convencido, ya que seguiría siendo la misma iglesia aunque estuviera en la más sencilla cueva del Congo.
Nada tengo de meapilas o beato, desde que abandoné las aulas del colegio religioso donde estudié y me hicieron ver que no siempre coinciden las enseñanzas que nos dan con los ejemplos que recibimos. No es buena catequesis, a mi juicio, los años pasados en un colegio religioso de pago, donde las diferencias sociales y tratos especiales se hacen muy ostensibles.
Sé que me han tocado vivir etapas muy duras desde el mismo instante que llegué a este mundo y compruebo alarmado que también las estoy penando en los últimos momentos de mi existencia. Esto me fastidia y encoleriza porque es un claro ejemplo de que no hemos sabido aprender de nuestros errores y buscar ese mundo mejor que merecemos.
Que seguimos con los mismos perros e idénticos collares, sin que una dura y cruenta guerra, un periodo de reconstrucción de cuarenta años con sus fallos y sus aciertos, y una alabada transición a esa utópica democracia, que sigue siendo una fórmula no muy acertada, -a las pruebas me remito-, continuamos en el mismo nivel que cuando ante la inutilidad del entendimiento entre pueblo y poder, acabaron los razonamientos y empezaron su turno los cañones.
Estamos viviendo una situación no solo difícil, sino muy peligrosa. Ya es notoria la falta de sintonía entre políticos y ciudadanos. Nuestros políticos se han convertido en enemigos del pueblo y la razón de nuestras desgracias y lo peor del caso es que ellos lo saben y no quieren rectificar. Son tozudos y suicidas.
El otoño se nos presenta bastante movidito. Las manifestaciones se hacen cada vez más numerosas, frecuentes y violentas, se generaliza el descontento popular de manera preocupante y los parados alcanzan ya cifras inéditas. Pero a nuestra clase política todo esto le suena a “melodía desafinada” de una mala orquesta. Es como el que oye insultar y amenazar a la vecina de enfrente desde su ventana y piensa: “No va conmigo la cosa” y se queda tan pancho mientras sigue oyendo las “Cuatro estaciones” de Vivaldi o el “Yesterday” de los Beatles.
En la España actual, todo se ha desbordado y nadie le pone remedio. Los indignados se multiplican como una plaga de langostas, se echan a la calle para enfrentarse contra los políticos y se encuentran en medio de una revuelta donde se suceden los golpes, los palos, las porras y todos los artilugios que el hombre ha ideado para hacer daño a sus semejantes, pero desde ambas direcciones, porque llegado un caso así, todos van a dar antes que resignarse a recibir.
Al final ya se sabe, pierden siempre los que han ido a defender sus derechos y recriminar los constantes abusos y el cinismo de una odiada clase política, sin excepciones, y aquellos que son obligados a contenerlos y reciban los golpes e insultos que estaban reservados a los que les enviaron, que son los únicos culpables y los que presencian las escenas en la “tele” desde sus lujosos despachos.
Yo les ponía frente a la multitud a ver qué hacían y si eran capaces de seguir cobrando sus escandalosos sueldos y gratificaciones, mientras al pueblo le están cortando la vida a decretazos.
Viven aislados en sus torres de marfil, bien protegidos y mejor pertrechados, viendo los toros que ellos debían lidiar desde la barrera, pero cobrando por el simple hecho de asistir a la corrida. No es pues nada extraño que se formen el “15-M”, el “ll-S” y que se pueda hasta repetir un “23-F” o venga un “25-O”.
Sin omitir lo que sucederá cuando llegue el “24-D” el “31-D” y el “6-1”, y el pueblo se dé cuenta de que le han quitado la posibilidad de celebrar unas fiestas que deberían ser intocables y nuestros hijos y nietos tengan que recibir sus regalos de las tiendas de los chinos.
TENEMOS MEDIO MILLÓN DE POLÍTICOS
Yo, si fuera político, por vergüenza, renunciaría a un solo mes de mi espléndido sueldo a favor de que les den la extraordinaria de Navidad a los que han pasado todo el año en plena hambruna y sobresalto. Pero eso es como lavarle las orejas a un burro. No sirve de nada. Eso no se vota en el Congreso y menos por unanimidad.
¿Sabes que tenemos cerca de medio millón de políticos que viven de los presupuestos, es decir, de nuestros impuestos y miserias? ¿Qué somos, el país de Europa que tenemos mayor número de este tipo de parásitos chupándonos hasta el aire que respiramos? Temo, con una enorme inquietud, que esta situación pueda llegar a convertirse en un tsunami, aunque ahora solo llegue a un simple desbordamiento fluvial.
Hasta que toda nuestra clase política se ponga las pilas y empiece a funcionar con eficacia, responsabilidad e inteligencia esto no acabará. Y hay que decirlo, aunque me tachen de lo que quieran, debemos eliminar constitucionalmente o como sea la sangría que nos supone mantener a tantas comunidades autonómicas, cuando apenas tenemos para hacer frente a los gastos de un solo gobierno.
El pueblo ya no puede soportar tanto gasto y sacrificio, para que unos determinados señores al más puro estilo feudal se conviertan en nuevos “Arturo” y tengan su utópico “Camelot”, junto a una serie de caballeros de la “Mesa Redonda”, que ésta ya la tienen asegurada y bien aprovisionada.
Lo único que bajan son sueldos y pensiones, que dicen que las incrementan en el uno por ciento (de bochorno), mientras con el incremento del IRPF la dejan más escuálidas que el Rocinante del Quijote. Nos hemos dado cuenta que el tiempo pasa, las estaciones se suceden y todo sigue igual, es decir, que vamos a peor si Dios no lo remedia. Y Dios me da la impresión de que hace tiempo que ha emigrado hacia lugares donde el hombre es más humano y más respetuoso con lo divino. Debe estar cansado.
POLÍTICOS TOZUDOS Y SUICIDAS
Me considero católico, lo de apostólico y romano lo acepto como coletilla aprendida desde pequeño y repetida miles de veces, aunque sin estar plenamente convencido, ya que seguiría siendo la misma iglesia aunque estuviera en la más sencilla cueva del Congo.
Nada tengo de meapilas o beato, desde que abandoné las aulas del colegio religioso donde estudié y me hicieron ver que no siempre coinciden las enseñanzas que nos dan con los ejemplos que recibimos. No es buena catequesis, a mi juicio, los años pasados en un colegio religioso de pago, donde las diferencias sociales y tratos especiales se hacen muy ostensibles.
Sé que me han tocado vivir etapas muy duras desde el mismo instante que llegué a este mundo y compruebo alarmado que también las estoy penando en los últimos momentos de mi existencia. Esto me fastidia y encoleriza porque es un claro ejemplo de que no hemos sabido aprender de nuestros errores y buscar ese mundo mejor que merecemos.
Que seguimos con los mismos perros e idénticos collares, sin que una dura y cruenta guerra, un periodo de reconstrucción de cuarenta años con sus fallos y sus aciertos, y una alabada transición a esa utópica democracia, que sigue siendo una fórmula no muy acertada, -a las pruebas me remito-, continuamos en el mismo nivel que cuando ante la inutilidad del entendimiento entre pueblo y poder, acabaron los razonamientos y empezaron su turno los cañones.
Estamos viviendo una situación no solo difícil, sino muy peligrosa. Ya es notoria la falta de sintonía entre políticos y ciudadanos. Nuestros políticos se han convertido en enemigos del pueblo y la razón de nuestras desgracias y lo peor del caso es que ellos lo saben y no quieren rectificar. Son tozudos y suicidas.
que razon tienes el problema de españa son los malos Y ABUNDANTES politicos que tenemos con la que esta callendo y que existan esos sueldos tan elevados y otras personas no tengan ni siquiera para comer como podemos permitir eso hacen y desacen lo que quieren con nosotros ha base de engaños entre el partido que entre vergonsozo prometen el oro y el moro y al final nos vuelven ha engañar SEÑORES DESPERTEMOS
ResponderEliminarAlgunas veces(casi todas),tendemos a culpabilizar a otros.Es cierto que la clase politica española deja mucho que desear,pero esos mismos son los que estaban cuando las cosas estaban"bien"(que yo particularmente nunca he pensado porque la caida se veia venir).Y se veia venir porque era demasiado derroche y enfocado todo en un mismo negocio.Hemos visto anteriormente como ciudades prosperas se transformaron en ciudades fantasmas cuando cayo ese negocio.La gestion de los politicos actuales es pesima,pero...somos nosotros quienes los hemos votado y todos sabemos que mucha cantidad de esos votos no han sido meditados sino llevados por el corazon mas que con la cabeza y ahi es donde yo creo que hemos fallado.
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ResponderEliminarenterrador no vais a arragrlo con un programa vergonzante en Canal Sur soltando lagrimones y obligando a la gente a perder sus vidas y su dignidad, no hay justicia que hagais lo que haceis con las gentes y sus vidas, os mereceis que haya justicia divina y confío en que la haya-Y que os perdone DIos, que yo no.Y ahí están los sueldos de los diresctivos, y la sproductoras y toda esa MIERDA, y los 4.500 interinos que habeis envçiado el paro.Farsantes ,cuentacuentos, subvencionados, innovadores, diseñadoras de futuros, pandilla de inútiles, esto parece una mala feria
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