EDITORIAL-Mayo 2014

Susana Díaz y el PSOE nos la dieron con queso.-

El PSOE celebró el mes pasado su fiesta de la primavera en la que estuvieron presentes muchos cargos políticos locales y provinciales, los afiliados afines a los que mandan en Chiclana y representantes de diversas asociaciones, la mayoría afines también a los socialistas. (FOTO: Susana Díaz teme a los parados, a los niños no, por ahora).

De la gente de la calle, pocos. Mucho dinero gastado, autobuses incluidos, para que fuese mucha gente y que se hartaran de comer, que es lo que suele llevar a muchos de ellos a este tipo de actos.

En tiempos de crisis, un partido que dejó 13.000 parados cuando perdió la alcaldía en 2011, una deuda de 156 millones de euros y 7000 millones de pesetas a proveedores, que ocasionó el cierre de varias empresas por esta causa, alguna muy importante, debería tener más sensibilidad. Especialmente cuando todos los días acusa a los que gobiernan de no tenerla y de no ayudar a personas con problemas graves.

Estos actos no sirven para nada, no aportan nada, no dicen nada nuevo y se escuchan las mismas consignas de siempre, tan vacías y repetitivas que nadie se las cree. Ni los mismos que las pronuncian. Pero esto no es lo más grave, si no la tomadura de pelo con la estrella invitada del día, la “special guest star” como pone en las series de televisión americanas: Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía por la gracia y dedo de José Antonio Griñán.

Estuvieron anunciándola varias días, pero al final se quedó en Sevilla y los que fueron a verla se quedaron con las ganas. El PSOE sabía antes de su fiesta que no estaría, pero no lo dijo para no perder asistentes.

No vino a Chiclana porque unos cuantos exempleados de la extinta “Delphi”, pocos por cierto, se iban a manifestar en la puerta del lugar donde se celebraría el ágape socialista”.

Un político tiene que dar la cara siempre, en las duras y en las maduras, haya o no manifestantes, no sólo cuando les vitorean, que es lo que habrían hecho en la fiesta con la presidenta andaluza, sino también cuando los ciudadanos le quieren mostrar su enfado por las promesas incumplidas. Aunque haya posibilidad de lanzamiento de huevos o de insultos.

Dice la secretaria provincial del PSOE que fue ella la que le pidió que no viniera tras los incidentes ocurridos en Cádiz, donde algunos de estos exempleados se acercaron a la sede socialista y crearon un altercado. Cuando hacen lo mismo con el partido rival no montan en cólera ni critican a estas personas, incluso los justifican porque el pueblo ya no aguanta más, pero cuando les toca a ellos entonces son violentos.

La presidenta de la Junta de Andalucía tenía que haber venido a Chiclana, tenía que haberle echado valor, máxime cuando había fuerza pública de sobra para que no sucediera nada como así fue. Si se asusta por unos cuantos parados ¿qué hará cuando sean miles los que protesten?

Llevar toda su vida bajo el palio de la política la ha convertido en una presidenta frágil. Vivir en despachos plácidamente le ha hecho perder el sentido de la realidad, su agorafobia no es buena y en los meses que lleva al frente de Andalucía ha demostrado que el cargo le viene grande.