EDITORIAL-Julio 2014

Dolores Virués, una patada política que le salió muy rentable.-

Parece que fue ayer cuando Manuel Jiménez Barrios y José María Román le dieron la patada en salva sea la parte a la que entonces era su secretaria local del partido, PSOE, Dolores Virués. Ésta llevaba ocho años al frente y cuando había anunciado que volvía a presentarse, el entonces presidente y alcalde a la vez, Jiménez Barrios, anunció que apoyaría a Román como secretario.

Un golpe bajo que afectó a la todavía secretaria. Lo normal es que le hubieran dicho lo que pensaban hacer y así Virués no habría quedado mal públicamente. Su cara era un poema.

Jiménez Barrios fue implacable. Apostó por Román y a Dolores Virués no le quedó más remedio que poner pies en polvorosa. Renunció a presentarse otra vez a pesar de haberlo anunciado. Echó cuentas y comprobó que tenía poco que hacer frente al dúo Jiménez-Román.

En las anteriores elecciones iba a tener un contrincante, aunque al final éste se retiró y pasó a formar parte del comité de Virués. Su irreconciliable enemigo se convirtió por arte de birbibirloque en su más fiel aliado. Cosas de la política socialista. Quedaba poco para unas elecciones y había que aparentar unidad en el partido. Eso lo sabe hacer bien el PSOE.

Sin embargo, la patada le salió muy rentable a Dolores Virués. Los socialistas no suelen dar puntas sin hilo y para que la secretaria local abandonara el cargo sin liarla, le buscaron un buen cargo en la Junta, como coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer, con buen sueldo. Un cargo agradecido en el que ni tienes que ir a la oficina cada día y sales en la prensa cada cierto tiempo, siempre para quedar bien.

DIECISÉIS AÑOS SIN ABRIR LA BOCA

Bueno, pues Virués ha estado en este puesto ¡16 años!, que se dice pronto. Sin abrir la boca contra los que la defenestraron. Y parece que fue ayer. En ese tiempo han cambiado muchas cosas en Chiclana, Cádiz, Andalucía y España, pero el único sitio en el que nada cambió fue en el citado instituto andaluz.

Jiménez Barrios se marchó a la Junta también dejando su cargo a Román, éste perdió por dos veces la alcaldía aunque la recuperó una vez con ese pacto extraño y de pago de voluntades políticas en forma de congreso.

Jiménez Barrios pasó a ser la mano derecha de Susana Díaz, nueva presidenta de la Junta de Andalucía; Román dejó su puesto de secretario local a Joaquín Páez y éste a Cándida Verdier. También fue Román portavoz en Diputación, aunque le duró poco; militantes socialistas abandonaron el partido…

Muchos cambios como pueden ver, pero ninguno afectó a Dolores Virués. Cambiaban delegados provinciales, metían en las listas al Parlamento, Senado o Congreso a gente variopinta, el que hoy mandaba al poco tiempo era un apestado, y viceversa.

VOLVER A TRABAJAR

Solo Dolores Virués se mantenía firme en su cargo. Hasta que se la han cargado con la misma falta de compasión que hace 16 años. Dice que son cambios políticos y que está muy contenta por todos esos años. Como para no estarlo. Dice el delegado de la Junta, que la cambian porque quieren iniciar un nuevo tiempo, aunque la elogia por su “magnífica labor”.

¿Si tan bien lo ha hecho, para qué la echan? Dice Virués que tiene la intención de volver a trabajar en Trabajo Social, de lo que es diplomada, “disfrutar de esta profesión, que es lo que más me gusta”. Pues para gustarle tanto casi se jubila en la política como Saucedo, Quiñones, Mier o Gómez Periñán.

No le han buscado otro puesto, pero se muestra dispuesta a aceptarlo si la vuelven a llamar para asumir otro cargo de responsabilidad. Tras dieciséis años viviendo a lo grande, como para decir que no a otros años más en el mismo plan. El tiempo dirá.