Violaciones
Francisco M. Navas GutiĂ©rrez-Presidente de “ALDEA” [colaboraciones].-
Cuando comencĂ© a escribir este artĂculo, la noticia habĂa saltado a los medios como la violaciĂłn de una chica en las inmediaciones de la feria de Málaga. Ahora parece que la jueza, tras visionar la grabaciĂłn realizada por los supuestos agresores, afirma que no parece tal, y por tanto, sobresee el caso, dejando en libertad sin cargos a los anteriormente considerados agresores sexuales.
En cualquier caso, cuando se produce una violaciĂłn real, muchas de ellas ni siquiera denunciadas, no supone más que la punta del iceberg de esa violencia machista que no cesa y que, mucho me temo, tardará muchĂsimo tiempo en desaparecer.
Los periodistas se apresuran a intentar conseguir instantáneas de la vĂctima y de sus presuntos agresores y, en su defecto, del lugar de la agresiĂłn mientras los polĂticos juran y perjuran que esto es sĂłlo un hecho puntual y que lo tienen todo controlado y la sociedad en general contempla, entre sorprendida e indolente, cĂłmo se vierten litros y litros de tinta sobre el asunto.
Pienso que cuando una chica es agredida y forzada, lo Ăşltimo que desea es el circo mediático que se monta inmediatamente a su alrededor. Tarde o temprano sabe que su cara y su nombre saldrán a la luz, que ese nefasto dĂa permanecerá presente de por vida no ya en su mente y en su cuerpo, que tambiĂ©n, sino en las hemerotecas de los medios de comunicaciĂłn que almacenan asĂ©pticamente todo cuanto pasa a nuestro alrededor y en las tertulias televisivas o radiofĂłnicas donde, cĂłmo no, alguien dejará caer “inocentemente” quĂ© hacĂa a esa hora por allĂ sola, si su ropa era adecuada o no, si iba pintada en exceso y si provocĂł de alguna manera a su agresor o agresores.
A todos estos mamarrachos habrĂa que desearles que algo asĂ le pasase a su madre o a su hermana. Seguro que el cristal de su estĂşpida Ăłptica cambiaba de color. ¿Se pueden evitar este tipo de abusos a corto y medio plazo? Probablemente no. Creo que por ahĂ iban los tiros cuando el alcalde de Málaga, cuando aĂşn todos los indicios hablaban de violaciĂłn, manifestĂł la imposibilidad de poner un policĂa tras cada ciudadano.
CULPA DE LA EDUCACIĂ“N
Lo que no cuenta el alcalde de Málaga, que atribuĂa el entonces “incidente” a carencias en la EducaciĂłn de la CiudadanĂa (no serĂa “incidente” si la supuestamente violada fuese su hija, claro) es que ha sido precisamente su partido con su jefe a la cabeza, Mariano Rajoy, el que ha suprimido a travĂ©s de la ley Wert esa asignatura de las escuelas.
Además, comprobamos, una vez más, cómo se despejan balones fuera para cargar indirectamente la culpa de todos los males al sistema educativo. Si usted roba, es que ha tenido una escolarización defectuosa, que el sistema educativo no ha funcionado con usted. Si usted mata, es porque aquel profesor lo presionó demasiado y, además, la orientadora escolar no lo vio venir. Si usted estafa, es porque en su colegio o instituto eran demasiado permisivos, y asà nos luce el pelo.
La falsedad manifiesta de esta argumentaciĂłn se cae por su propio peso cuando personas “tan bien educadas” como Pujol, Bárcenas, Mario Conde, Francisco Javier Guerrero, y el mismĂsimo presidente Mariano Rajoy, por poner algunos ejemplos, se dedican o se dedicaron en su dĂa a mentirnos, a estafarnos, a robarnos impunemente, a destruir nuestra poca o mucha seguridad econĂłmica y, lo peor de todo, a laminar nuestra esperanza en un futuro mejor para nosotros y para nuestra familia.
La educación se adquiere en el seno de tu familia, no en la escuela, donde se recibe básicamente instrucción sobre determinadas materias y unas sencillas reglas de comportamiento en sociedad que intentan paliar el desastroso bagaje educativo con el que el alumnado llega a los centros.
LA EDUCACIĂ“N SE ADQUIERE EN CASA
Ni siquiera los centros concertados o los privados, que presumen indecentemente de ser mejores que los pĂşblicos, lo cual es falso de todo punto aunque la gente todavĂa se lo cree, pueden evitar tener entre sus filas a personajes famosos, no por su contribuciĂłn al bienestar de la Humanidad, sino por la pericia y el celo que han puesto a lo largo de su vida en utilizar todos sus conocimientos para estafar, robar o masacrar a todo bicho viviente.
NingĂşn sistema educativo aplaude la violaciĂłn, ninguno la consiente, y nadie que pertenezca al inmenso cuerpo del profesorado de este paĂs la admite. Sin embargo, si desde pequeñito te enseñan en tu casa que cojas para ti todo lo que veas, que pegues tĂş primero, que lo importante es el dinero, que ser honrado es sinĂłnimo de pringado y que las leyes están para esquivarlas y evadirlas, no hay sistema educativo capaz de enderezar este despropĂłsito y, además, intentar enseñar TecnologĂa, GeografĂa o FĂsica.
La educaciĂłn se adquiere en casa, y si tus padres son honrados, tĂş serás honrado. Incluso siendo ellos honrados puede que tĂş acabes siendo un delincuente. Yo presumo de ser honesto porque tuve unos padres que lo poco que consiguieron fue a base de trabajo y esfuerzo personal y que, en unos tiempos de postguerra civil muy difĂciles fueron capaces de sacrificar la economĂa familiar para permitirnos ser a los cuatro hermanos titulados superiores y funcionarios por oposiciĂłn.
No de oposiciones amañadas, como las de ahora, en la que estos nuevos demócratas se comportan peor que el más despreciable de los caciques. Cuatro de cuatro. Eso es un pleno, basado únicamente en trabajo, sudor y dedicación. Dando ejemplo.
REBELIĂ“N ANTIMACHISTA
Anteayer leĂ un artĂculo en El PaĂs de Soraya Chemali en el que da acertadamente una serie de claves para explicar, no para justificar, la violencia machista. Y no pude por menos que recordarle, como opiniĂłn personal, un factor que ni siquiera mencionĂł: el papel de la familia como modelo de educaciĂłn profundamente machista y que, curiosamente, aplican repetitivamente en un noventa y cinco por ciento las propias mujeres.
La niña, a las doce, el niño puede volver cuando quiera. Esto y aquello son cosas de hombres. Deja a tu hermano, que está viendo el partido y ayúdame en la cocina. Pon una lavadora y plancha la ropa de tu hermano. Nena, mañana preparas la comida tú, que yo tengo trabajo y vendré tarde. Baña a los niños.
Mientras en el seno de las familias sean las mujeres las encargadas de educar a sus hijos e hijas y sigan repitiendo al pie de la letra el modelo que recibieron de sus madres, tenemos machismo para rato. La rebeliĂłn antimachista debe partir ineludiblemente de todas las mujeres y de los muchos millones de hombres que las apoyamos, por su propio bien y por el nuestro.
Cuando comencĂ© a escribir este artĂculo, la noticia habĂa saltado a los medios como la violaciĂłn de una chica en las inmediaciones de la feria de Málaga. Ahora parece que la jueza, tras visionar la grabaciĂłn realizada por los supuestos agresores, afirma que no parece tal, y por tanto, sobresee el caso, dejando en libertad sin cargos a los anteriormente considerados agresores sexuales.
En cualquier caso, cuando se produce una violaciĂłn real, muchas de ellas ni siquiera denunciadas, no supone más que la punta del iceberg de esa violencia machista que no cesa y que, mucho me temo, tardará muchĂsimo tiempo en desaparecer.
Los periodistas se apresuran a intentar conseguir instantáneas de la vĂctima y de sus presuntos agresores y, en su defecto, del lugar de la agresiĂłn mientras los polĂticos juran y perjuran que esto es sĂłlo un hecho puntual y que lo tienen todo controlado y la sociedad en general contempla, entre sorprendida e indolente, cĂłmo se vierten litros y litros de tinta sobre el asunto.
Pienso que cuando una chica es agredida y forzada, lo Ăşltimo que desea es el circo mediático que se monta inmediatamente a su alrededor. Tarde o temprano sabe que su cara y su nombre saldrán a la luz, que ese nefasto dĂa permanecerá presente de por vida no ya en su mente y en su cuerpo, que tambiĂ©n, sino en las hemerotecas de los medios de comunicaciĂłn que almacenan asĂ©pticamente todo cuanto pasa a nuestro alrededor y en las tertulias televisivas o radiofĂłnicas donde, cĂłmo no, alguien dejará caer “inocentemente” quĂ© hacĂa a esa hora por allĂ sola, si su ropa era adecuada o no, si iba pintada en exceso y si provocĂł de alguna manera a su agresor o agresores.
A todos estos mamarrachos habrĂa que desearles que algo asĂ le pasase a su madre o a su hermana. Seguro que el cristal de su estĂşpida Ăłptica cambiaba de color. ¿Se pueden evitar este tipo de abusos a corto y medio plazo? Probablemente no. Creo que por ahĂ iban los tiros cuando el alcalde de Málaga, cuando aĂşn todos los indicios hablaban de violaciĂłn, manifestĂł la imposibilidad de poner un policĂa tras cada ciudadano.
CULPA DE LA EDUCACIĂ“N
Lo que no cuenta el alcalde de Málaga, que atribuĂa el entonces “incidente” a carencias en la EducaciĂłn de la CiudadanĂa (no serĂa “incidente” si la supuestamente violada fuese su hija, claro) es que ha sido precisamente su partido con su jefe a la cabeza, Mariano Rajoy, el que ha suprimido a travĂ©s de la ley Wert esa asignatura de las escuelas.
Además, comprobamos, una vez más, cómo se despejan balones fuera para cargar indirectamente la culpa de todos los males al sistema educativo. Si usted roba, es que ha tenido una escolarización defectuosa, que el sistema educativo no ha funcionado con usted. Si usted mata, es porque aquel profesor lo presionó demasiado y, además, la orientadora escolar no lo vio venir. Si usted estafa, es porque en su colegio o instituto eran demasiado permisivos, y asà nos luce el pelo.
La falsedad manifiesta de esta argumentaciĂłn se cae por su propio peso cuando personas “tan bien educadas” como Pujol, Bárcenas, Mario Conde, Francisco Javier Guerrero, y el mismĂsimo presidente Mariano Rajoy, por poner algunos ejemplos, se dedican o se dedicaron en su dĂa a mentirnos, a estafarnos, a robarnos impunemente, a destruir nuestra poca o mucha seguridad econĂłmica y, lo peor de todo, a laminar nuestra esperanza en un futuro mejor para nosotros y para nuestra familia.
La educación se adquiere en el seno de tu familia, no en la escuela, donde se recibe básicamente instrucción sobre determinadas materias y unas sencillas reglas de comportamiento en sociedad que intentan paliar el desastroso bagaje educativo con el que el alumnado llega a los centros.
LA EDUCACIĂ“N SE ADQUIERE EN CASA
Ni siquiera los centros concertados o los privados, que presumen indecentemente de ser mejores que los pĂşblicos, lo cual es falso de todo punto aunque la gente todavĂa se lo cree, pueden evitar tener entre sus filas a personajes famosos, no por su contribuciĂłn al bienestar de la Humanidad, sino por la pericia y el celo que han puesto a lo largo de su vida en utilizar todos sus conocimientos para estafar, robar o masacrar a todo bicho viviente.
NingĂşn sistema educativo aplaude la violaciĂłn, ninguno la consiente, y nadie que pertenezca al inmenso cuerpo del profesorado de este paĂs la admite. Sin embargo, si desde pequeñito te enseñan en tu casa que cojas para ti todo lo que veas, que pegues tĂş primero, que lo importante es el dinero, que ser honrado es sinĂłnimo de pringado y que las leyes están para esquivarlas y evadirlas, no hay sistema educativo capaz de enderezar este despropĂłsito y, además, intentar enseñar TecnologĂa, GeografĂa o FĂsica.
La educaciĂłn se adquiere en casa, y si tus padres son honrados, tĂş serás honrado. Incluso siendo ellos honrados puede que tĂş acabes siendo un delincuente. Yo presumo de ser honesto porque tuve unos padres que lo poco que consiguieron fue a base de trabajo y esfuerzo personal y que, en unos tiempos de postguerra civil muy difĂciles fueron capaces de sacrificar la economĂa familiar para permitirnos ser a los cuatro hermanos titulados superiores y funcionarios por oposiciĂłn.
No de oposiciones amañadas, como las de ahora, en la que estos nuevos demócratas se comportan peor que el más despreciable de los caciques. Cuatro de cuatro. Eso es un pleno, basado únicamente en trabajo, sudor y dedicación. Dando ejemplo.
REBELIĂ“N ANTIMACHISTA
Anteayer leĂ un artĂculo en El PaĂs de Soraya Chemali en el que da acertadamente una serie de claves para explicar, no para justificar, la violencia machista. Y no pude por menos que recordarle, como opiniĂłn personal, un factor que ni siquiera mencionĂł: el papel de la familia como modelo de educaciĂłn profundamente machista y que, curiosamente, aplican repetitivamente en un noventa y cinco por ciento las propias mujeres.
La niña, a las doce, el niño puede volver cuando quiera. Esto y aquello son cosas de hombres. Deja a tu hermano, que está viendo el partido y ayúdame en la cocina. Pon una lavadora y plancha la ropa de tu hermano. Nena, mañana preparas la comida tú, que yo tengo trabajo y vendré tarde. Baña a los niños.
Mientras en el seno de las familias sean las mujeres las encargadas de educar a sus hijos e hijas y sigan repitiendo al pie de la letra el modelo que recibieron de sus madres, tenemos machismo para rato. La rebeliĂłn antimachista debe partir ineludiblemente de todas las mujeres y de los muchos millones de hombres que las apoyamos, por su propio bien y por el nuestro.
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