Exposición de Diego Leal en la Fundación “Gómez & Moreno”
Una treintena de cuadros acrílicos y de paisajes conforman la muestra, que puede visitarse hasta el 14 de enero.-
Hasta el 14 de enero podrá visitarse en la Fundación Gómez & Moreno, al lado de la capilla de la Borriquita, la exposición de acrílicos y paisajes de Diego Leal. Son cerca de una treintena de cuadros en los que tiene algunos nuevos y otros de épocas anteriores. La sala estará abierta de lunes a viernes de 19,00 a 21,00 horas.
La exposición está organizada por la Fundación Gómez & Moreno y Leal, con la colaboración del Ateneo de Chiclana.
En la muestra hay paisajes de Brasil, Cantabria, Cádiz (La Caleta), Chiclana, Sancti Petri, Sevilla, Valencia, Aragón, Asturias, etc. De toda esta colección de pinturas hay nueve que se exponen por vez primera.
Diego Leal empezó a pintar con diez o doce años. Estudiaba en los Hermanitos y ganaba todos los concursos a los que se presentaba. Su padre, Pedro Leal, aunque todos lo conocemos como Perico Alcántara, el gran compositor carnavalesco, se puso enfermo y a Diego no le quedó más remedio que ponerse a trabajar de panadero con el padre de Cerezo, en la calle La Vega, a pesar de su corta edad.
DOS BODAS, UN ANTES Y UN DESPUÉS
Su madre, Manolita la Manchanera, vendía cada día los cuadros que él pintaba cuando terminaba su faena. Unos los rifaba y otros eran adquiridos por los vecinos. Todo lo que realizaba se convertía en dinero gracias a sus dotes de vendedora: “Había que sacar dinero como fuera y para eso mi madre se las pintaba muy bien”.
Pero su vida dio un cambio cuando se casó, no solo por el matrimonio y lo que éste conlleva, sino que el viaje de bodas fue a Madrid: “Una de mis ilusiones era conocer el Museo del Prado, así que hasta allí nos fuimos mi mujer y yo. Cuando vi lo que había se me quitaron las ganas de pintar y no volví a hacerlo hasta hace doce años”.
Y lo mismo que una boda le quitó las ganas de pintar, otra, la de su hijo, se les dio de nuevo: “Me dijo que le hiciera unos cuadros y volví a coger los pinceles. No podía negarme”.
Desde entonces ya no dejado de trabajar. Sus viajes son fuente de inspiración y por eso en esta exposición predominan en el cómputo general de su obra.
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