Los vecinos de la zona de la Venta Tocino, llevan veinte años esperando una rotonda
Miles de vehículos pasan diariamente por la cañada de los Barrancos, siendo un punto negro de accidentes.-
Hace poco
el equipo de gobierno declaraba que iba a hacer cuatro rotondas en diferentes
lugares del municipio, lo que está muy bien, pero hay otras zonas que llevan
años pidiendo una y no le han hecho ni caso. Nos referimos a los vecinos de los
alrededores de la Venta Tocino, que ven
como cada día sus vidas peligran y el Ayuntamiento lo más que ha hecho es poner
unos badenes que sirven de muy poco, por decir algo, porque por allí pasan
miles de vehículos cada día y hay varias calles que van a dar a la cañada de
los Barrancos.
No es la
única reivindicación que tiene los residentes del lugar. Pero la principal es
la rotonda: “Hace años ya la solicitamos.
Gobernaba como ahora el PSOE, pero no nos han hecho ni caso”. Se sienten
discriminados con respecto a otras zonas: “No
nos quejamos que vayan a hacer cuatro en otros puntos del municipio, que
seguramente harán falta, pero aquí es muy necesaria porque pasan muchos coches
a todas horas y en la entrada y salida de los colegios el número aumenta
considerablemente”.
La cañada
de los Barrancos, desde que se hizo el tranvía, ha aumentado considerablemente
el tráfico: “Los que van a Solajitas pasan por
aquí y se ha convertido en una vía de mucho tránsito diariamente”. A lo
largo de los años son muchos los accidentes que ha habido en ese lugar, pero en
los últimos tiempos han sido mayores.
VEINTE AÑOS DE ESPERA
Las quejas
vecinales las conoce el Ayuntamiento, porque en 2002 o 2003 ya se la pidieron
al entonces alcalde, Manuel Jiménez Barrios.
Después se lo volvieron a solicitar a José María
Román con el mismo resultado. Casi veinte años después siguen sin
rotonda y sin que se la espere. Los socialistas tienen a esta parte de Chiclana
totalmente abandonada, de ahí que hasta la asociación que hay allí se llame Chiclaneros olvidados.
Cuando en
2007 entró por primera vez el Partido Popular en el gobierno municipal, el
concejal de Obras, Nicolás Aragón, tuvo
una entrevista con estos vecinos y les dijo que iba a hacerla, pero año y medio
después se produjo la traición de María Ángeles
Polanco y Nadine
Fernández a Ernesto Marín, que
permitió a Román recuperar el poder, por lo que se frustró la tan ansiada
rotonda. Y hasta hoy.
PASOTISMO DE CÁNDIDA VERDIER
Reseñar
que algunos de los afectados mantuvieron una reunión poco antes de las pasadas
elecciones municipales con la edila del Diseminado, Cándida Verdier, a la que le contaron todos los problemas que
tienen. Ésta tomó nota y en eso se quedó. Han pasado tres meses desde que
comenzó el nuevo periodo corporativo y de Verdier y sus intenciones nada se
sabe. Ni se sabrá, porque el extrarradio no es por donde ella suele pasar
aunque sea su obligación.
Una
rotonda no es algo que lleve mucho tiempo y trabajo ni cueste tanto dinero, por
lo que sería fácil hacerla, pero para ello hay que tener voluntad, que es lo
que los socialistas no tienen. Todavía no ha habido un accidente mortal, pero
cada día el riesgo es muy grande. Allí está la calle que va hacia el puente Los
Llanos y varios callejones (La Peligra, La pandereta, Jerez, Las delicias,
etc.), que todos confluyen en Los Barrancos y varios donde quieren la rotonda.
CAÑADAS EN MAL ESTADO
Tampoco
hay señales de tráfico, los vehículos van a bastante velocidad y la salida
hacia la cañada principal es muy peligrosa. Donde quieren que se haga la
rotonda es el área más conflictiva.
Otra de
las quejas es que cuando llueve se inundan muchas de las calles, aunque la más
perjudicada es la de la cañada del Pinar de María, formándose bolsas de agua.
Esto ha ocurrido desde que la asfaltaron, ya que la dejaron a un nivel
superior.
Pasado el
puente de Los Llanos la calle no está asfaltada al ser una cañada real, pero
tampoco la arreglan durante el año desde Vías y Obras. Solo hacen algo cuando
la época de la vendimia, ya que es una vía de paso hacia las viñas que hay en
esa zona, por la que circulan numerosos tractores y coches.
Se quejan
de pagar mucho de IBI y “no vemos que se
reinvierta algo de ese dinero en la zona. Tampoco tenemos cunetas en las
calles. Estamos totalmente abandonados por el Ayuntamiento”.
LLUVIA
Lo de las
lluvias también han afectado a las ambulancias: “Un
familiar tenía que hacer diálisis, pero este vehículo no podía entrar hasta la
casa, por lo que nos dijeron que la llevásemos nosotros hasta donde estaba, a
la altura de la Venta Tocino. Menos mal
que teníamos un viejo Land Rover y
pudimos salir, porque si no habría sido imposible acudir al hospital de Puerto
Real. Cuando llueve es un río”.
Menos mal que en Chiclana llueve poco.
En esa
zona no hay tampoco aceras, por lo que los viandantes están en constante
peligro. Los que lo sufren más son los niños que van a los colegios y las
madres que los llevan. Algunos han estado a punto de ser atropellados.
CAMINOS PELIGROSOS
Se da la
circunstancia de que hay callejones de doble dirección con lugares en los que
solo entra un coche, por lo que si se cruzan dos lo pasan muy mal para poder
pasar ambos. Uno de ellos es el de La Muleta. También hay personas mayores con
andadores, que corren el riesgo de ser arrollados por los vehículos.
Por otro
lado, abundan los escombros y las basuras, culpa, obviamente, de quien la tira,
aunque el Consistorio es el encargado de la limpieza, que no hace. Hay de todo
tipo. Esto conlleva la aparición de ratas, que entran las casas cercanas. Según
estos vecinos, el motivo de que no se solucionen los problemas allí, es por
falta de voluntad política. Y viendo los antecedentes y lo que hacen Román y
Verdier, tienen toda la razón.
Estas
viviendas, como otras muchas del municipio, al estar construidas en suelo
rústico no disponen de agua ni electricidad. A principios de los 2000, los
residentes de esta zona se entrevistaron el entonces alcalde, Manuel Jiménez Barrios. Faltaba poco para las
elecciones y el regidor se comportó como un encantador de serpientes. Les dijo
que pusieran un transformador y que él se encargaría de que tuvieran luz.
Los
vecinos salieron contentos tras las palabras del regidor y se pusieron mano a
la obra. Compraron uno, buscaron una empresa que lo colocara y lo dispusiera
todo para que pudiera funcionar cuando Endesa
les diera corriente eléctrica. La broma les costó 100 millones de pesetas de
hace unos veinte años, un dineral. Eran 200 vecinos y cada uno pagó medio
millón. Incluso hoy 600.000 euros siguen siendo mucho dinero.
PROMESA INCUMPLIDA
La promesa
de Jiménez Barrios se quedó en eso, ya que la compañía eléctrica no les dio
suministro y perdieron los cien millones. De nada sirvió ir al Pleno, dar notas
de prensa y protestar, porque siguieron sin energía eléctrica y el que les
engañó y les metió en el embolado, se fue a la Junta de Andalucía y llegó a
vicepresidente, aunque ahora vive plácidamente en la oposición en el Parlamento
andaluz. Nadie le ha reprochado nada, ni ha tenido la deferencia de pedirles
perdón por haberles engañado de forma tan cruel.
Para más
inri, hace unos cinco años les robaron el transformador. Los ladrones sabían
que no tenía corriente y se lo llevaron con total impunidad. Cien millones de
pesetas tirados a la basura y dos décadas más tarde todo sigue igual o peor.
Estos
chiclaneros llevan dos décadas esperando una rotonda, mientras que el PSOE hará
cuatro próximamente y en este tiempo ha realizado muchas más, sin que en ningún
momento se haya planteado poner una allí. Tampoco tendrán luz a pesar de
gastarse 100.000 millones de pesetas (600.000 euros) para poder tenerla. Y el
responsable en ambos casos es el partido que gobierna Chiclana.
Y ahora nos suben el Ibi un 9% más. Cantidad de accidentes en este PUNTO, y nadie hace ningún comentario al respecto, tenemos lo que nos merecemos,lo que ocurre es que el concejal de Ganamos no conoce la situación,nunca va a la Venta Tocino a tomarse un "cubatita".
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