“Kapry” muestra su obra en una nueva exposición virtual de la Fundación “VIPREN”

Lleva por título El Objeto y el orden y son cuarenta los trabajos que ofrece el artista chiclanero.-

 

La Fundación VIPREN vuelve a organizar una exposición virtual (www.fundacionvipren.com) con el objeto de acercar la obra de artistas locales a través de sucesivas muestras de este tipo. En esta ocasión el artista es el chiclanero Pedro Jesús Rodríguez Kapry, que ha preparado cuarenta obras para la muestra El Objeto y el orden.

 

Se presentó en el Ayuntamiento y asistió la concejala de Cultura, Susana Rivas, así como el presidente de la Fundación Miguel González, que fue el maestro de ceremonias. También intervino la pintora Mariló S. Leal. La edila comentó que “es necesario poner en valor esta iniciativa, con el objetivo de que se conozca la obra de estos grandes artistas chiclaneros”.

 

Por su parte, Kapry agradeció a la Fundación VIPREN “la oportunidad de exponer a través de esta iniciativa, que me parece fantástica. Aprovechar el momento para donar el cuadro Todo lo ve al Museo de Chiclana, para que todos los chiclaneros sean partícipes de mi obra”, añadiendo que “tan solo esperar que la obra guste a la ciudadanía”.

 

Aunque nos repitieron desde pequeños que “el orden de los factores no altera el producto”, hay ámbitos donde esto no ocurre del todo así. Luego, empezamos a saber, a través del urinario de Duchamp, que, descontextualizadas, las cosas parecen tan otras que terminan siendo otras. De esto va la obra de Kapry.

 

DIÁLOGO AUTOR-PÚBLICO

 

Desordenar lo que nos viene dado con estrecho sentido de unívoco uso y reordenar en sutil reciclaje de significados, que es también reciclaje material, pues no en vano es Kapry poeta de la materia, aparente artesano que, a su decir, se enorgullece de ser obrero, difícil orgullo en esta tierra de hidalgos donde, al parecer, el trabajo manual deshonra. Trabajo manual y trabajo intelectual libres de vano alarde que trasciende, en su hondura y acabado, la ocurrencia primera.

 

Cuarenta obras dan cuenta de todo esto en El Objeto y el orden. Obras cuyos sugerentes títulos abren, para romper hielo, el diálogo con un público que se quiere más recreador activo ante la obra abierta que pasivo contemplador de evidencias clausuradas. Esto es, desde luego, una manera de respetar al público. También la belleza estética.

 

Todo en pos del diálogo. Conversación se titula una de las piezas que se exponen, una de las más queridas del autor. Otras, como Carrusel, metáfora casi barroca de la vida de todos; El salto, trasunto de la suya propia, de su origen; o las más recientes Minotauro o Esclavos del Siglo XXI, entre otras, jalonan un trabajo largo de años que van desde 2015 hasta casi ahora mismo.