La Junta torpedea y alarga la entrega a Mercedes Estrada de su nieta, a pesar de la orden del Supremo

El último día del plazo dado se sacó de la manga un plan de acoplamiento que retrasará de nuevo la devolución de la niña varios meses más.-

Hace unos días anunciábamos que Mercedes Estrada, la abuela coraje de Chiclana, podría tener por fin en su casa a su nieta Thalía, tras seis años de lucha en los tribunales contra la Junta de Andalucía, que le arrebató a la niña a los pocos días de nacer, dándola en preadopción a una familia granadina, tres sentencias judiciales, la última del Tribunal Supremo, dejan claro que tenía que entregársela el 26 de agosto. Pero no ha sido así. El ente autonómico continúa poniendo pegas y se ha sacado de la manga un plan de acoplamiento.

Las tres sentencias dejan claro que Mercedes es idónea para educar a la pequeña, pero la Junta no da su brazo a torcer y a cada sentencia ponía trabas. La del Supremo es muy clara, no habiendo admitido el recurso realizado por ésta y fallando a favor de la abuela, dando un plazo de veinte días para la entrega.

 

En ese tiempo la Junta no ha dicha nada y ha esperado al último día para argumentar que antes de devolverla con su familia biológica tienen que llevar a cabo el citado plan. Esto ha descolocado a Mercedes Estrada. Pregunta por qué no habló de él la Consejería responsable del caso cuando conoció la sentencia, dejándolo para el último momento y anunciándolo a traición.

 

Con esta actuación lo que está haciendo es alargar de nuevo la devolución de Thalía, posiblemente en dos o tres meses más, lo que repercutirá negativamente en ella y en la familia verdadera. Su abuela quería inscribirla en un colegio que hay al lado de su casa, pero ya no sabe si hacerlo o no. Mercedes teme que “sigan poniéndome impedimentos e inventándose argucias para no entregármela”.

 

Afirma que “lo hacen para alargar el tiempo lo más posible”, no estando en contra de ese plan de acoplamiento “por el bien de la niña, pero nadie nos asegura que sea lo último que hagan para seguir retrasando lo que por ley me corresponde”. El día 26 era el último día que tenía la Junta para traerla a su casa, al día siguiente no sabía nada, tampoco si tenía que ir a ver a su nieta o no a Granada, por lo que acudió al juzgado para que le informaran, encontrándose con que tenía que ir.

 

“NO PUEDO MÁS, LO DE LA JUNTA ES INHUMANO”

 

Cuando llegó se encontró con un psicólogo, eran las 18,00 horas, cuando comenzaba la visita, pero no la dejaron acercarse a su nieta, que se llevó éste en un ascensor. Tampoco le dejaron que le hablara de su familia biológica, ni de la playa: “No es justo ni lógico. ¿Para qué sirve entonces el plan de acoplamiento si me impiden que le hable de las personas y lugares en los que va a vivir a partir de ahora? Ese plan lo podemos hacer en mi casa”.

 

Después, nieta y abuela se comportaron como siempre, jugaron, hablaron y rieron como cualquier otra visita. La niña ya sabe que tiene que irse con Mercedes. Ésta asegura que “no puedo más. Lo que están haciendo conmigo y con mi nieta es inhumano. Por ello quiero hacerlo todo legal, pero esto no es normal”. Pide que alguien le diga a la Junta que se la entreguen de una vez “y deje de ponerme pegas. Esto es una tortura”.

 

Dos o tres meses más de espera “es mucho para mí, por tener que seguir yendo a Granada cada semana y que se la lleven otra vez en vez de dármela”. Asevera que “quien está mirando por el bien de mi nieta soy yo. Llevo seis años y medio luchando y hay tres sentencias que me avalan”.

 

La actuación de la Junta es, cuanto menos, sospechosa. No respetar los mandamientos judiciales y en especial el del Supremo es como para presentar una queja al Consejo General del Poder Judicial y acudir al Alto Tribunal para que mande ejecutar la sentencia de una vez, ya que es firme y sin posibilidad de recurso.