Vuelve el circo
Francisco M. Navas [colaboraciones].-
AquĂ están de nuevo. Algunos repiten, otros saltan a la arena andaluza desde diferentes situaciones polĂticas personales anteriores. Todos con el mismo objetivo: vivir de la polĂtica indefinidamente. Algunos, actualmente muy conocidos, absolutamente desconocidos hace tan sĂłlo cuatro años.
Recuerdo
un programa de una televisiĂłn estatal sobre las anteriores elecciones andaluzas,
en el que un reportero recorrĂa una por una nuestras provincias, presentando a
un candidato falso a la presidencia de la Junta de AndalucĂa. La gente lo
saludaba con extrañeza, aunque con educación. Ese personaje falso suplantaba al
actual presidente de la Junta de AndalucĂa: el señor Moreno Bonilla. De chiste.
Resulta
casi chocante que, tras dos años de pandemia, una guerra en Ucrania y una
inflaciĂłn como no conocĂamos desde hace dĂ©cadas, vuelvan a aparecer esta sarta
de trileros que nos prometen, cĂłmo no, acabar con el paro, eliminar las listas
de espera en los hospitales, aumentar las plantillas de médicos de familia,
reducir las ratios de nuestros centros educativos, generalizar ayudas
econĂłmicas y prestaciones sociales para nuestros mayores y un sinfĂn de
lindezas que todavĂa se tragan a boca llena los incautos.
Gente
mediocre, gente de partido que han convertido la polĂtica en una profesiĂłn de
por vida. Todos alternan la chaqueta o el traje elegante con la cazadora o la
bata rociera, todos sonrĂen mostrando sus impecables dentaduras, todos saludan,
abrazan, sonrĂen y se mezclan con la gente compulsivamente. Ellos estrechan las
manos vigorosamente, mientras ellas te zampan dos besos en las mejillas.
TODOS LOS POLĂŤTICOS MIENTEN
COMPULSIVAMENTE
Hace
tan sĂłlo un mes ninguno de ellos salĂa a la calle a rozarse siquiera con la
ciudadanĂa, porque en realidad esa misma ciudadanĂa les importa un rábano.
Menos cuando de Ă©sta depende su futuro polĂtico, su chĂłfer, su vehĂculo
oficial, su despacho, su futura pensiĂłn máxima. Eso sĂ, ninguno de ellos se
atreve a repartir octavillas en las que se muestre a la gente de a pie un
currĂculum propio de logros sociales o econĂłmicos obtenidos. Vamos, un resumen
de su hipotética gestión.
Una
amiga mĂa dice que hay listos porque hay tontos. Esta frase, en polĂtica, se
convierte en un axioma, es decir, en una verdad que no necesita demostraciĂłn.
Cuando llegan las elecciones, sean cuales fueren, todos los polĂticos mienten,
y mienten compulsivamente. Lo malo es que la gente los escucha atentamente,
asiste a sus mĂtines, les aplaude, e incluso les vota.
La
perversiĂłn del sistema ha llegado a un punto en el que, terminado el recuento
de votos, todos estos personajes desaparecen como por ensalmo hasta dentro de
cuatro años, y vuelven a ocuparse de la nada, porque volverán a ser los
trabajadores en general los que se dediquen, dĂa a dĂa, a sacar al paĂs
adelante.
Reconozco
que cada año que pasa se me atragantan un poco más las papeletas de los
diferentes partidos polĂticos, porque no hay personajes que destaquen por su
preparaciĂłn, por su calidad como gestores, por su honradez, por su compromiso
con el pueblo. SĂłlo veo, y perdonen mi soberbia, una pandilla de mediocres que
nadie sabe de dónde han salido y cuyo único afán consiste en elevarse a codazos
sobre sus respectivos contrincantes, para conservar sus privilegios al menos
cuatro años más. Como dirĂa Antonio
Machado, “… mala gente, que camina, y
va apestando la tierra”.
ENGAÑOS DE UNA ÉLITE INSACIABLE
Me
divierto viendo cĂłmo sacan pecho sin pudor algunos de estos candidatos, aun
cuando sus respectivos partidos están a punto de ser borrados del mapa o,
simplemente, sacarán, a duras penas, tres o cuatro puestos en el Parlamento
andaluz. Con las listas cerradas y bloqueadas ya presentadas ante la Junta
Electoral, listas elaboradas de manera muy poco democrática por cierto, la
lucha interna en los partidos polĂticos por colocarse en una posiciĂłn de salida,
esto es, de ser elegido o elegida, ha quedado atrás.
Ahora
toca cruzar los dedos, y jurar y perjurar que las encuestas se equivocan. Sea
cual sea el resultado final, todos saldrán ante las cámaras televisivas,
cariacontecidos o eufĂłricos en mayor o menor grado segĂşn los resultados
definitivos, aunque volviendo a mentirnos, porque todos nos asegurarán que, de
una u otra manera, han ganado.
Y
en AndalucĂa probablemente sigamos sin disfrutar de un gobierno que sepa aprovechar
adecuadamente nuestros recursos naturales, que proteja efectivamente el medio
ambiente, que defienda a capa y espada a nuestros mayores, que cuide de nuestro
profesorado y nuestro alumnado, que posibilite una sanidad pĂşblica de calidad,
que articule las medidas necesarias para que los trabajadores disfruten de sueldos
dignos.
Pero
nosotros, para facilitar el engaño colectivo que nos vende año tras año esta
Ă©lite insaciable, sĂłlo nos molestaremos en salir a la calle, no para protestar
por sus abusos o su indolencia, ni para exigirles que cumplan sus programas,
que hagan polĂtica, que solucionen problemas, sino para “tomarnos una cervecita”. Que Dios nos coja confesados. O no. Aleluya.
ArtĂculo con tufillo a VOX
ResponderEliminarotro nostálgico de tito Paco
ResponderEliminarQue poco aportas intelectual de pacotilla, si no haces más reflexiones te lo agradecerĂamos. Eres como los polĂticos a los quĂ© crĂticas.
ResponderEliminarBuen artĂculo. Se nota en las reacciones de los reaccionarios de arriba. Ya sabemos de quĂ© pie cojean. Sigue asĂ, es bueno que estos lametraserillos tengan respuestas a sus impunidades politicas.
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