Los españoles, nacidos para ser esclavos (born to be slaves)
Los cuarenta años de dictadura están despertando, al parecer, dado el
desarrollo actual de los acontecimientos, una profunda añoranza en nuestro país.
No se han cerrado del todo las heridas de aquella época, porque ya se han
encargado algunos de reabrirlas, y hemos vuelto a una nueva época de
autoritarismo.
Decidme, si no, cómo se puede calificar políticamente a la España
actual, donde las sentencias judiciales pueden quedar anuladas y al beneplácito
de los ministros, donde unos políticos que protestan contra los privilegios de
la corona, están defendiendo los privilegios y la inmunidad de toda una casta
política-, donde la derecha más reaccionaria y más extrema, como son el PNV y
JUNTS van a dirigir los destinos de España.
O ¿pensáis que estos partidos
han formulado ya todas sus exigencias? ¿Pensáis acaso que Sánchez se va a atrever a negarles nada, si le amenazan con su voto.
O ¿pensáis que todos esos aduladores (palmeros) que rodean al Big Brother van a atreverse a renunciar
algún día al sueldo fácil y generoso -con el dinero de los demás-que les proporciona
el gran jefe?
Un golpe militar nos llevó en su día a la dictadura, un golpe
constitucional nos está llevando a una nueva. Y lo más curioso del caso es que
somos los mismos ciudadanos los que estamos protagonizando este golpe: “Sí, nosotros los ciudadanos queremos convertirnos
en esclavos”.
“Ave, Petrus, morituri te
salutant”, “Por ti renunciamos a
nuestra libertad y nuestra democracia, contigo hasta la muerte”.
EL EJEMPLO DE LA ESCUELA DE SALAMANCA
Hubo una época -siglos XVI y XVII, en la que no existían aún los términos
derechos humanos, una época en la que, en el ámbito internacional regía la Ley
del más fuerte. Pues en esa época había unos teólogos juristas españoles- la ESCUELA
DE SALAMANCA-, que defendían un Derecho de gentes, preludio del derecho internacional,
y que nos hablaban de los derechos de los indios, poniendo la simiente de los
derechos humanos.
Unos juristas y teólogos que tenían la valentía, como Francisco de Vitoria, de plantar cara
al mismo emperador Carlos V y
decirle ante sus propias barbas que lo único que justificaba la conquista de
América era mirar por el bien de los indios, y que si no se daba este requisito,
la conquista era un expolio y un robo.
Pocos pueblos podrán vanagloriarse tanto de haber contribuido al
desarrollo del Derecho y del Derecho internacional, como el pueblo español, y
en concreto a través de la Escuela de Salamanca, y sin embargo actualmente estamos
ante un Derecho que es sumisión al Jefe, y ante unos juristas “verdaderos pelotas del Gran Jefe”.
Son muchas la Universidades y asociaciones de juristas que llevan el
nombre de Francisco de Vitoria. Espero no solo que estén a la altura
intelectual del maestro de Salamanca, sino que tengan también el coraje que tuvo
éste. Espero que la Comisión Europea,
que es la defensora de los tratados, empiece de una vez a controlar lo que
ocurre en España en cuanto a la defensa de los valores democráticos.
Si Francisco de Vitoria se levantara y viera la situación actual del
Derecho en España se avergonzaría y pediría la supresión de los estudios de
Derecho y de toda la rama judicial –“para
lo que sirve”, diría- y esperaría de los juristas españoles que le
imitáramos en su valentía.
Si en España todo va bien, es que hemos nacido para ser esclavos.
Más razón que un santo.
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