Viaje a Tierra Santa, un sueño cumplido (2)

Visita al lago de Tiberiades, a la casa de Pedro, el Monte de las Bienaventuranzas y Cafarnaúm.-

Nuestra llegada a Tierra Santa supuso uno de los momentos más importantes de mi vida. Había cumplido un sueño y por fin podía ver y sentir esos lugares de los que tanto había oído hablar a lo largo de mi vida. A veces me parecía increíble que estuviera allí. La segunda etapa era una de las más significativas del viaje, aunque cualquier lugar era para mí especial.

Día 6 de julio, jueves, Galilea. Tras levantarnos al amanecer, 5,00 de la mañana, desayunamos a las 6,00 y a las 7,00 salimos para Galilea, donde realizamos un paseo en barco por el Mar de Galilea, también conocido como Lago de Tiberiades, Genesaret o de Kinerét. De agua dulce, que la recibe del río Jordán. Aquí Jesús reprendió a los vientos y el mar, realizó el milagro de una pesca abundante, hizo que amainara la tormenta y caminó sobre las aguas.

En el barco se pueden celebrar diferentes actividades, como la celebración de una misa en el centro del lago o conferencia, homilía de la Eucaristía, todo sobre los momentos vividos de Jesús de Nazaret en esa zona del Lago de Tiberiades donde Pedro tenía su casa y su trabajo de pescador.

Desde el barco y en el centro del lago, teníamos a un lado los altos del Golán, (Siria) y al otro lado la ciudad de  Tiberia, donde está enterrado el médico y filosofo Maimonides, (nació en 1138 en Córdoba. Era judío  sefardí). Vivimos una experiencia inolvidable todo el grupo con nuestro guía Ricardo, que era una Biblia abierta, nos contaba todos los detalles vividos por Jesús y sus seguidores en esa zona del lago y alrededores como Cafarnaúm.

MONTE DE LAS BIENAVENTURANZAS

Después de esta visita al lago, nos desplazamos a pocos kilómetros, a la subida del Monte de las Bienaventuranzas, desde donde se ve el mar de Galilea y alrededores, como Tiberia, Cafarnaúm, Monte de las Palomas, el embarcadero de Pedro y su casa. Fue un deleite para la vista y el alma, una  maravillosa panorámica que estábamos presenciando en aquel momento, como si fuera un cuadro pintado con los cambios de colores de las montañas y el lago, y las pocas zonas verdes que había cercanas a la orilla de las aguas del citado mar.

Aquí se reunió Jesús con sus discípulos. El sermón de la montaña es considerado como uno de los más significativos de los vinculados con las leyes fundamentales de la cristiandad. Este sermón de ocho versos, comienza cada uno de ellos con “Bienaventurados los…”. Ha sido inmortalizado en los muros del santuario octogonal católico romano, construido en 1938.

Vivimos una experiencia inolvidable allí con la celebración de la Eucaristía al aire libre, a cargo de nuestro director espiritual, el padre Fernando Carranco Romanco. Así mismo, visité la basílica del  mismo lugar con unas emociones que me hizo  transportarme, vivir y sentir  unas vivencias especiales que llega uno a tener en este lugar con tantas historias vividas por Jesús y sus discípulos. La verdad es que cuando uno va haciendo fotografías no te das  cuenta de esos momentos, o de esos lugares tan históricos o sagrados.

CAFARNAÚM Y LA SINAGOGA

Me paro y me separo del grupo a realizar esas magnificas fotografías que se quedan atrás, esos rincones donde me pierdo, pero también me detengo a pensar y a analizar aquellos momentos vividos por Jesús de Nazaret y de su madre María siguiendo a su hijo en su vida pastoral evangélica, vigilante de todos los movimientos de su hijo. Una parada para el almuerzo en un restaurante muy peculiar, donde  degustamos el típico pescado que Pedro pescaba en el lago.

Tras el almuerzo, nos trasladamos a Cafarnaúm, lugar de residencia de Jesús y desde donde desarrolló sus actividades en Galilea. Fue aquí donde conoció a Pedro y a los demás apóstoles, donde enseñó en la Sinagoga, proclamando la palabra del pan y vida, dirigida a los judíos incrédulos, donde predicó a las multitudes y donde obró numerosos milagros.

LUGAR DE MILAGROS

En este lugar sanó a la suegra de Pedro, restituyó la salud al paralitico y curó al siervo del centurión. Donde resucitó a la hija de Jairo y hacía el fin de sus actividades, se puso furioso con la ciudad y predijo su destrucción. Continuamos a Mensa Christi, el antiguo embarcadero de Simón Pedro a orillas del mar de Galilea. En este lugar Jesús solía reunirse y a cenar con los apóstoles.

Además visitamos Tabgha, lugar de la multiplicación de los panes y los peces. Después de la resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos junto al mar de Galilea y confirmó la primacía de Pedro. Según la tradición, también cenó junto a sus discípulos sobre la roca que se encuentra en el centro de la pequeña iglesia, la Mensa Chisti. Regreso a la residencia en Tiberiades con nuestro chófer palestino, Ahmad. Cena y a descansar para el siguiente día.

RAFAEL REINA ORTIZ (texto y fotos)

Tercer capítulo: Monte Tabor, río Jordán, Jericó, la fortificación de Herodes en Masada, Mar Muerto y Jerusalén.